SITIO DE LISANDRO REYES ARMSTRONG
El sitio del TATA-LICA

Capítulo 01 El Conocimiento

PRIMERA PARTE:  INTRODUCCIÓN AL CONOCIMIENTO
SEGUNDA PARTE: TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
 
 
CONTENIDO PRIMERA PARTE
 
Tema 1: Definición de Conocimiento
Tema 2: Concepto
Tema 3: Objetivo del Conocimiento
Tema 4: Clasificación del Conocimiento
Tema 5: Gnoseología y Epistemología
Tema 6: La verdad científica
Tema 7: Desarrollo del Conocimiento a través de la Historia
 
INTRODUCCIÓN

En esta semana se inicia la Introducción al Conocimiento, comenzando con las bases del Conocimiento incluyendo las bases filosóficas.
Una parte medular de esta semana es la definición de Verdad Científica, concepto que estará presente durante todo el curso y que es también la base conceptual de una Tesis.
Así mismo definiremos y explicaremos el alcance de las dos ramas de la Filosofía que tratan el Conocimiento: la Gnoseología y Epistemología. También haremos un recorrido por la Historia para ver su evolución.
 
TEMA 1: DEFINICIÓN DE CONOCIMIENTO

El diccionario de la Real Academia Española lo define como:
 
1)       Acción y efecto de conocer y
2)       Entendimiento, inteligencia, razón natural.
 
 Y “Conocer” lo define como: Averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales, la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas.
La versión española del diccionario  “The free dictionary  by Farlex” define el conocimiento como:
 
1)       Capacidad del ser humano para comprender por medio de la razón la naturaleza, cualidades y relaciones delas cosas y
2)       Facultad humana de aprender, comprender y razonar.
 
Platón definió el conocimiento como: “está constituido por creencias u opiniones verdaderas y justificadas”. También estableció que el conocimiento: “se caracteriza como necesariamente verdadero, y fundado en principios no hipotéticos. Estos principios sólo pueden alcanzarse mediante la facultad dialéctica”.
También se ha dicho que el conocimiento es una reproducción mental de la realidad objetiva.
En nuestro texto guía “Curso de Investigación Jurídica” de G. Álvarez Undurraga, el conocimiento se define como “la acción de conocer y ésta acción es tener la idea o la noción de una cosa o de una persona, también es la acción del sujeto que conoce sobre la cosa conocida a partir del entendimiento, la inteligencia y la razón”.
 
TEMA 2: CONCEPTO

Siguiendo a Carlos Sabino (1986), el origen del conocimiento es tan antiguo como el momento en que la especie humana comenzó a crear cultura y a modificar y remodelar el ambiente para sobrevivir. El hombre para sobrevivir debió conocer la naturaleza. El conocer, entonces surgió indisolublemente ligado a la práctica vital y al trabajo de los hombres, como un instrumento insustituible en el proceso del trabajo.
Según las más antiguas narraciones, el pensamiento, en esas lejanas épocas, no se circunscribió exclusivamente al mejoramiento de las condiciones materiales. Junto con éste surgieron simultáneamente las preocupaciones por comprender el sentido general del cosmos y de la vida; la toma de conciencia del hombre frente a su propia muerte, supone la adopción de una actitud que lleva el sello de la angustia frente al propio destino, frente a lo desconocido que no se puede abarcar y entender. De allí surgieron los primeros intentos de elaborar explicaciones globales de toda la naturaleza y con ello el fundamento, primero de la magia, de las explicaciones religiosas más tarde, y de los sistemas filosóficos en un período posterior.
Existe un mundo objetivo y la realidad tiene una contextura independiente del conocimiento que el hombre pueda tener de ella. Esta realidad puede ser alcanzada en su objetividad por medio de la intuición del hombre, por la imaginación y por los procedimientos del proceso del conocimiento, el que se inicia al entrar en contacto los órganos de los sentidos con el mundo exterior.
Mario Tamayo y Tamayo (1983), explica que conocimiento es la "acción del sujeto que conoce sobre la cosa conocida a partir del entendimiento, la inteligencia y la razón natural”.
La actividad de ‘conocer’, según Méndez (1991), "es un proceso intelectual por el cual se establece una relación entre quien conoce y el objeto conocido, tal actitud permite la internalización del objeto de conocimiento por el actor, quien adquiere certeza de la existencia del objeto".
 
La identidad Sujeto-Objeto
En el proceso del conocimiento se encuentran siempre estos dos elementos: sujeto y objeto, entre los cuales se dan relaciones de singular complejidad. Por sujeto entendemos a la persona que elabora el conocimiento, el investigador; el conocimiento es siempre pensado por alguien, está en la conciencia de alguien, es conocimiento para alguien.
Así mismo podemos decir que el conocimiento es siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya se trate de un ente abstracto, ideal, como un número o una proposición lógica, de un fenómeno material o aun de la misma conciencia; en todos los casos, a aquello que está en el proceso de ser conocido lo denominamos el objeto de conocimiento.
Este concepto: “el objeto de conocimiento” es especialmente importante para este curso, porque como veremos más adelante, no se puede iniciar una Investigación Científica si no se tiene perfecta y claramente identificado el objeto de conocimiento
 
La relación Teoría-Práctica
Teoría designa a una construcción intelectual que aparece como resultado del trabajo científico. Una teoría científica es un sistema deductivo en el cual ciertas consecuencias observables se siguen de la con-junción de hechos observados con la serie de hipótesis fundamentales del sistema.
Por su parte, la práctica científica es un conjunto de procesos de producción de cono-cimientos, unificados por un campo conceptual común, inserto en una formación teórica, organizados y regulados por un sistema de normas.
La relación entre Teoría y Práctica podemos explicarla de la siguiente manera: el conocimiento puede ser concebido como la elaboración teórica que el hombre extrae a partir de la práctica, de los hechos. La primera fase de la teoría necesita una exploración empírica, requiere ser llevado de alguna manera hacia la práctica, hacia la confrontación con los hechos, para comprobar o refutar la realidad de sus afirmaciones.
La confrontación entre teoría y práctica nos proporciona un nuevo producto teórico diferente al inicial; en ningún momento este producto teórico será el definitivo por lo que retornaremos otra vez a la práctica.
Luego, la teoría es válida científicamente cuando explica los conocimientos, permite la predicción o anticipación racional de hechos reales y permite su verificación experimental vinculada con la práctica.
Como conclusión: todo conocimiento es el resultado de la relación dialéctica entre el sujeto y el objeto. En una primera aproximación, la relación entre ambos términos está mediada por un juicio susceptible de ser verificado o refutado. La relación teoría-práctica debe ser directa, permanente y dialéctica.
También se ha señalado que para tener acceso a la realidad objetiva en cada área del conocimiento humano se requiere, pues, llevar a cabo un proceso que se ha resumido así:
“De la percepción viva, al pensamiento abstracto y de éste a la práctica: tal es el camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva".
Por lo tanto existen tres acciones. La primera consiste en la exposición de los órganos sensoriales al mundo externo para obtener sensaciones y percepciones.
La segunda acción se refiere a la necesidad de ordenar, darle sentido, a ese mundo aparentemente caótico que se ofrece a primera vista. Esta organización y sistematización de datos empíricos recogidos en el primer momento, se realiza en el pensamiento, donde se analizan y sintetizan a través de un proceso de abstracción, las propiedades, relaciones y conexiones fundamentales del objeto que se estudia.
La tercera acción implica la confrontación del pensamiento abstracto con la realidad a través de la praxis.
El conocimiento, por tanto, es una reproducción mental de la realidad objetiva, y ésta no es estática, puesto que se encuentra en continuo movimiento, por lo tanto el conocimiento sobre ella tiene necesariamente que ajustarse, enriquecerse o eliminarse para dar paso a otro que mejor abarque y explique la realidad objetiva.
En todos los filósofos, pensadores e intelectuales, persiste el interrogante básico: ¿Podemos adquirir conocimientos verdaderos? ¿Podemos conseguir la verdad? ¿Cómo?
En la próxima semana abordaremos la Teoría del Conocimiento que ahonda en esta materia.
 
TEMA 3: OBJETIVO DEL CONOCIMIENTO

En forma histórica, los pensadores han concordado en que el objetivo de la obtención del conocimiento reflexivo, ha sido para:
 
  • El mejoramiento de las condiciones de vida del hombre.
  • La comprensión de la naturaleza.
  • La comprensión de nuestro espíritu.
  • La búsqueda de respuestas a interrogantes de fenómenos que rebasan nuestro poder de comprensión.
  • Comprender el sentido del cosmos, de la vida, de nuestro destino y de la angustia de nuestra propia muerte.
 
TEMA 4: CLASIFICACIÓN DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento científico y el no científico
En el contexto de la filosofía tradicional escolástica es usual referirse a varios tipos de conocimiento y establecer una cierta jerarquía entre ellos. Empezando por el llamado conocimiento vulgar o del sentido común, se pasa al científico y se señalan después otras formas de conocimiento como el artístico, el filosófico, el religioso o teológico.
Dentro de esta perspectiva conservadora, adquieren pleno significado los planteamientos metafísicos respecto a la posibilidad, límites y esencia del conocimiento.
Desde una perspectiva racionalista, el modelo de cualquier forma de conocimiento es el conocimiento científico. Si esta posición se lleva hasta su extremo (Escuela de Viena) puede llegarse incluso a negar que haya otra forma real de conocimiento que no sea el científico.
El Conocimiento se puede clasificar de dos maneras similares:
 
             * Conocimiento pre-científico (estético, dogmático y del sentido común)
             * Conocimiento científico
O bien:
             * Conocimiento Vulgar o Primario
             * Conocimiento Reflexivo o Racional y éste en:
                                                                        – Empírico-Técnico
                                                                                     – Científico
                                                                                     – Filosófico
 
Se incorpora como parte del conocimiento pre-científico, el conocimiento estético, que se caracteriza por ser sensitivo y no reproducible, el conocimiento que se refiere al que se adquiere a diario en nuestra vida a través del sentido común, lo religioso, lo mágico y la experiencia personal. Este conocimiento pre-científico al ser completado, accede al conocimiento científico, en que se aprecia el aspecto exterior del fenómeno, la práctica social produce la elaboración de conceptos; en este proceso el observador capta la esencia del fenómeno. Se produce un proceso de categorización de identificación de relaciones. Se pasa de la sensación al pensamiento y se llega al conocimiento lógico o científico."
Según Ezequiel Ander-Egg (1980), el conocimiento vulgar es el modo común, corriente y espontáneo de conocer y se caracteriza por ser predominantemente superficial, sensitivo, subjetivo, no sistemático y acrítico. En cambio, el conocimiento científico se obtiene a través de procedimientos metódicos con pretensión de validez, utilizando la reflexión, los razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada por la cual se delimitan los objetos y se previenen los medios de indagación.
Cuando el conocimiento se obtiene por el azar, sin un orden o procedimiento, éste es empírico. Cuando el conocimiento se obtiene de manera ordenada y sistemática, es decir, sigue un método en el proceso y busca conocer las causas y leyes que rigen el objeto conocido, éste es el conocimiento científico; que observa, describe, explica y predice su objeto y el mismo como consecuencia de las anteriores, permite orientar la conducta humana respecto de la realidad.
En todo caso, el conocimiento vulgar no debe ser visto como opuesto al conocimiento científico, más bien este tipo de conocimiento práctico, precede históricamente al saber científico y sirve de base de sustentación a este último.
En este curso nos interesa el conocimiento racional científico.
 
TEMA 5: GNOSEOLOGÍA Y EPISTEMOLOGÍA
 
Gnoseología
La gnoseología (del griego γνωσις, gnosis, "conocimiento" o "facultad de conocer", y λόγος, logos, "razonamiento" o "discurso"), también llamada teoría del conocimiento, es una rama de la filosofía que estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento. La gnoseología no estudia los conocimientos particulares, como pueden ser el conocimiento de la física, de la matemática o de nuestros alrededores inmediatos, sino el conocimiento en general.
 
Epistemología
La epistemología (del griego, πιστήμη o episteme, "conocimiento"; λόγος o logos,"teoría"). Es la rama de la filosofía que se ocupa de estudiar qué es el conocimiento científico, sus límites y posibilidades, (qué podemos saber, cuál es el alcance de nuestro saber así como los límites de la certeza), el objeto y el sujeto del conocimiento (qué conocemos y quién conoce), la relación entre el conocimiento y la circunstancia (la historia, la cultura, el individuo), etc.
Es importante aclarar el contenido del concepto "ciencia". El término "episteme", usado por Aristóteles para señalar el conocimiento científico, significa "sobre-seguro", sobre algo firme, estable (epi, prefijo griego, significa "sobre" como en epicentro, epitafio, y stem es una raíz del sánscrito –madre de muchas lenguas europeas, que significaba "roca", "piedra"). De modo que epistemología es el estudio de un saber firme, sólido, seguro, confiable, "sobre-roca". M Martínez (1980).
Existen tres actitudes fundamentales en epistemología (la división es de Kant): escepticismo, dogmatismo y criticismo; sólo la última es una auténtica epistemología.
En inglés, la gnoseología (gnoseology) es la filosofía del conocimiento y de las facultades humanas del aprendizaje y la epistemología (epistemology) es la teoría del conocimiento. Nótese la diferencia del significado del término en Ingles que incorpora las facultades del aprendizaje.
 
epistemology = (philosophy) the theory of knowledge
gnoseology = the philosophy of knowledge and the human faculties for learning
 
En español, el término ‘epistemología’ se reserva para el conocimiento específicamente científico, y por lo tanto es más bien una parte de la filosofía de la ciencia. Sin embargo, por la influencia de la literatura anglosajona, en ocasiones los autores de habla hispana llaman epistemología a la teoría del conocimiento.
En la primera parte de su libro “El Conocimiento Humano” el filósofo y matemático Bertrand Russell (1947), dice:
 
La existencia de electrones y protones – suponiendo que sea científicamente correcto aceptar su existencia – no depende de que sean percibidos; por el contrario, hay todo género de razones para creer que existieron durante épocas incontables antes de que hubiera perceptores en el Universo.
Hace cientos de miles de años, una remota región emitió una enorme cantidad de fotones, que atravesaron el universo en todas direcciones. Unos pocos de ellos entraron por un telescopio y chocaron con una placa fotográfica en la cual causaron cambios químicos que volvieron negras pequeñas partes de la placa que es examinada por un astrónomo. Este tenue efecto sobre una placa minúscula pero altamente adecuada, es nuestra única razón para creer en la existencia de una remota nebulosa comparable en tamaño a la Vía Láctea.
En el orden del conocimiento, lo primero es la breve experiencia subjetiva del astrónomo que contempla unas manchas negras y blancas, y lo último es la nebulosa, vasta, inmensa, remota y perteneciente a un pasado distante.
En qué medida la información que obtenemos de esta fuente poco clara, puede ser purificada en el filtro del método científico y emerger la verdad con una resplandeciente y divina imparcialidad, es una cuestión difícil a la que hay de dedicar mucha atención... esa es una de las tareas de la Epistemología”.
 
TEMA 6: LA VERDAD CIENTÍFICA

Hemos visto que el conocimiento científico pretende conseguir la verdad, por lo que expondremos la definición de la verdad científica.
Aún cuando el concepto de la verdad es objeto de debate entre teólogos, filósofos y lógicos y no hay acuerdo sobre su definición, es más, se debate si es posible obtener la verdad, en el campo de la investigación científica la definición más aceptada, dicha de varias formas, es:
 
  • La coincidencia del conocimiento con su objeto.
  • La verificación de una teoría en la praxis.
  • La coincidencia entre una idea, un pensamiento o un juicio, con la realidad empírica.
  • La coincidencia entre una proposición o un juicio y la Naturaleza.
  • La comprobación de una tesis en la vida real.
  • La concordancia entre la teoría y la práctica.
 
La definición de verdad científica, es particularmente importante para este curso, porque la esencia de las Investigaciones Científicas es justamente esa: conseguir la verdad científica. Por ello estaremos permanentemente confrontando la teoría con la realidad, las ideas con la vida real, el Marco Teórico con los Datos Empíricos.
 
TEMA 7: EL DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Una forma de apreciar el desarrollo del conocimiento y su complejidad, es hacer un recorrido a través de la historia para analizar su evolución:
La teoría del conocimiento, no existe como disciplina independiente en la filosofía griega y en la filosofía medieval. En la filosofía antigua y en la edad media, encontramos múltiples reflexiones acerca del conocimiento insertas en los textos referentes a los problemas ontológicos y psicológicos. Esto tiene lugar en forma especial en Platón y en Aristóteles.
En la Edad moderna, la teoría del cocimiento aparece como disciplina autónoma. Como fundador de ella podemos indicar a J. Locke (1632 – 1704), con su obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" aparecida en 1690. En ella Locke habla de la esencia y la certeza del conocimiento humano.
 
Veamos los inicios:
Los sofistas griegos (circa 500 AC) cuestionaron la posibilidad de que hubiera un conocimiento fiable y objetivo. Gorgias, afirmó que nada puede existir en realidad ni conocerse, y que si su conocimiento fuera posible, no se podría comunicar.
 
Protágoras, mantuvo que ninguna opinión de una persona es más correcta que la de otra, porque cada individuo es el único juez de su propia experiencia.
Platón (428 – 347 AC), siguiendo a su ilustre maestro Sócrates (470 – 399 AC), intentó contestar a los sofistas dando por sentado la existencia de un mundo de ideas, invariables e invisibles, sobre las que si es posible adquirir un conocimiento exacto y certero. Concluyó que la contemplación filosófica del mundo de las ideas es el fin más elevado de la existencia humana.
Aristóteles (384 - 322 AC) mantenía que casi todo el conocimiento se deriva de la experiencia. El conocimiento se adquiere ya sea por vía directa o de forma indirecta, deduciendo nuevos datos de aquellos ya sabidos, de acuerdo con las reglas de la lógica. La observación cuidadosa y la adhesión estricta a las reglas de la lógica, que por primera vez fueron expuestas de forma sistemática por Aristóteles, ayudarían a superar las trampas teóricas que los sofistas habían expuesto.
Las escuelas del estoicismo y del epicureismo coincidieron con Aristóteles en que el conocimiento nace de la percepción pero, al contrario que Aristóteles y platón, mantenían que la filosofía debía ser considerada como una guía práctica para la vida y no como un fin en sí misma.
Tomás de Aquino (y los escolásticos) coincidió con Aristóteles en considerar la percepción como el punto de partida y la lógica como el procedimiento intelectual para llegar a un conocimiento fiable de la naturaleza, pero estimó que la fe en la autoridad de la Biblia, era la principal fuente de la creencia religiosa.
Durante el oscurantismo medieval, la fuerte influencia de la iglesia, por medio de la escolástica y el apego irrestricto a la Biblia, obstaculizó seriamente el desarrollo del conocimiento, llegando a condenar a destacados pensadores, incluso a la hoguera.
 
Racionalismo y Empirismo
Desde el siglo XVII hasta finales del siglo XIX la epistemología enfrentó a los partidarios de la razón (racionalistas) y a los que consideraban que la percepción (empiristas) era el único medio para adquirir el conocimiento.
Para los  racionalistas (Descartes, Spinoza y Leibniz) la principal fuente y prueba final del conocimiento era el razonamiento deductivo basado en principios evidentes o axiomas. En su discurso del método, Descartes (1596-1650) inauguró el nuevo método que podía permitir alcanzar la certeza y el fundamento de la racionalidad.
Para los empiristas (los principales Bacon y Locke) la fuente principal y prueba última del conocimiento era la percepción.
 
Bacon (1561-1626) inauguró la nueva era de la ciencia moderna criticando la confianza medieval en la tradición y la autoridad, y aportando nuevas normas para articular el método científico, entre las que se incluyen el primer grupo de reglas de lógica inductiva formuladas.
Locke (1632-1704), empirista, criticó la creencia racionalista de que los principios del conocimiento son evidentes por una vía intuitiva, y argumentó que todo conocimiento deriva de la experiencia, ya sea de la procedente del mundo externo, que imprime sensaciones en la mente, ya sea de la experiencia interna, cuando la mente refleja sus propias actividades. Afirmó que el conocimiento humano de los objetos físicos externos está siempre sujeto a los errores de los sentidos y concluyó que no se puede tener un conocimiento certero del mundo físico que resulte absoluto.
Berkeley (1685-1753) racionalista, idealista, estaba de acuerdo con Locke en que el conocimiento se adquiere a través de las ideas, pero rechazó la creencia de Locke de que es posible distinguir entre ideas y objetos. Berkeley mantenía que no se puede concebir que la materia exista con independencia de la mente; los fenómenos de los sentidos sólo pueden explicarse suponiendo que hay un dios que provoca de forma continua la percepción en la mente humana. Llegó a demostrar la inexistencia de la materia, sin caer en el absurdo.
Hume (1711-1776) empirista, no aceptó la conclusión de Berkeley de que el conocimiento consistía tan sólo en ideas. Dividió todo el conocimiento en dos clases: el conocimiento de la relación de las ideas (hallado en las matemáticas y la lógica, que es exacto y certero pero no aporta información sobre el mundo) y el conocimiento de la realidad (el que se deriva de la percepción). Hume afirmó que la mayor parte del conocimiento de la realidad descansa en la relación causa-efecto, y al no existir ninguna conexión lógica entre una causa dada y su efecto, no se puede esperar conocer ninguna realidad futura con certeza. Así, las leyes de la ciencia más certeras podrían no seguir siendo verdad: una conclusión que tuvo un impacto revolucionario en la filosofía.

Kant
(1724-1804) intentó resolver la crisis provocada por Locke y Hume. Propuso una solución en la que combinaba elementos del racionalismo con algunas tesis procedentes del empirismo. Coincidió con los racionalistas en que se puede alcanzar un conocimiento exacto y cierto, pero siguió a los empiristas en mantener que dicho conocimiento es más informativo sobre la estructura del pensamiento que sobre el mundo que se halla al margen del mismo. Distinguió tres tipos de conocimiento:
 
  1. Analítico a priori (que es exacto y certero pero no informativo, porque sólo aclara lo que está contenido en las definiciones),
  2. Sintético a posteriori (que transmite información sobre el mundo a partir de la experiencia, pero está sujeto a los errores de los sentidos) y
  3. Sintético a priori (que se descubre por la intuición y es a la vez exacto y certero, ya que expresa las condiciones necesarias que la mente impone a todos los objetos de la experiencia). Las matemáticas y la lógica, de acuerdo con Kant, aportan este último tipo de conocimiento.
Desde los tiempos de Kant, una de las cuestiones sobre las que más se ha debatido en filosofía ha sido si existe o no el conocimiento sintético a priori.

Hegel
(1770-1831) racionalista, idealista, retomó la afirmación racionalista de que el conocimiento de la realidad puede alcanzarse con carácter absoluto equiparando los procesos del pensamiento, de la naturaleza y de la historia. Hegel provocó un interés por la historia y el enfoque histórico del conocimiento que más tarde fue realzado por Spencer (1820-1903) Spencer y Comte (1798-1857) llamaron la atención sobre la importancia de la sociología como una rama del conocimiento y ambos aplicaron los principios del empirismo al estudio de la sociedad.
La escuela estadounidense del pragmatismo, fundada por Pierce (1839-1914), James (1842-1910)  y Dewey (1859-1952), llevó el empirismo aún más lejos al mantener que el conocimiento es un instrumento de acción y que todas las creencias tenían que ser juzgadas por su utilidad como reglas para predecir las experiencias.
A principios del siglo XX los problemas epistemológicos fueron discutidos a fondo y sutiles matices de diferencia empezaron a dividir a las distintas escuelas de pensamiento rivales.
 
Los fenomenologistas afirmaron que los objetos de conocimiento son los mismos que los objetos percibidos. Los neorrealistas sostuvieron que se tienen percepciones directas de los objetos físicos en vez de los estados mentales personales de cada uno. Los realistas críticos adoptaron una posición intermedia, manteniendo que aunque se perciben sólo datos sensoriales, como los colores y los sonidos, éstos representan objetos físicos sobre los cuales aportan conocimiento.
Husserl (1859-1938), elaboró un procedimiento, la fenomenología, para enfrentarse al problema de clarificar la relación entre el acto de conocer y el objeto conocido. Por medio del método fenomenológico se puede distinguir cómo son las cosas a partir de cómo uno piensa que son en realidad, alcanzando así una comprensión más precisa de las bases conceptuales del conocimiento.
Durante el segundo cuarto del siglo XX surgieron dos nuevas escuelas de pensamiento. Ambas eran deudoras del filósofo austriaco Wittgenstein (1889-1951). Por una parte, la Escuela de Viena, adscrita al denominado empirismo o positivismo lógico, hizo hincapié en que sólo era posible una clase de conocimiento: el conocimiento científico. Sus miembros creían que cualquier conocimiento válido tiene que ser verificable en la experiencia y, por lo tanto, que mucho de lo que había sido dado por bueno por la filosofía no era ni verdadero ni falso, sino carente de sentido. A la postre, siguiendo a Hume y a Kant, se tenía que establecer una clara distinción entre enunciados analíticos y sintéticos.
La última de estas recientes escuelas de pensamiento, englobadas en el campo del análisis lingüístico o filosofía analítica del lenguaje común, parece romper con la epistemología tradicional. Los analistas lingüísticos se han propuesto estudiar el modo real en que se usan los términos epistemológicos claves (conocimiento, percepción y probabilidad) y formular reglas definitivas para su uso con objeto de evitar confusiones verbales. El británico Langshaw Austin (1911 - 1960) afirmó, por ejemplo, que decir que un enunciado es verdadero no añade nada al enunciado excepto una promesa por parte del que habla o escribe. Austin no considera la verdad como una cualidad o propiedad de los enunciados o elocuciones.
Como conclusión de esta revisión del desarrollo del ansia del conocimiento, podemos decir que todavía se enfrentan las distintas escuelas de pensamiento. Todos los autores fijan su posición y tratan de rebatir a sus críticos contrarios en los temas que tratan. Aún así, éstas polémicas enriquecen el conocimiento filosófico.
 
 
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SEGUNDA PARTE: TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
 
CONTENIDO DE LA SEGUNDA PARTE
 
Tema 1: Posibilidad del Conocimiento
Tema 2: Origen del Conocimiento
Tema 3: Esencia del Conocimiento Humano
Tema 4: Criterio de la verdad
 
INTRODUCCIÓN
 
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
Extracto del artículo “Teoría del Conocimiento” del sitio
http://www.robertexto.com/archivo11/conocimiento.htm
 
La Teoría del Conocimiento o Gnoseología (del griego gnosis, conocimiento, y logos, razón, discurso, tratado) se llama también, Crítica del Conocimiento y, a veces, Epistemología General (del griego epistéme, conocimiento). También se usó el término Criteriología (teoría del criterio de verdad).
El objeto formal de la teoría del conocimiento, es la verdad del conocimiento humano. Este mismo objeto propio o formal es el principal problema o más bien el problema general de la Gnoseología. Pero dentro de él, cabe distinguir las siguientes cuestiones importantes:
 
  1. La posibilidad de conocimiento: el sujeto ¿puede realmente aprehender el objeto?
  2. Origen del conocimiento: Este ¿proviene de los sentidos, de la inteligencia o de ambos a la vez?
  3. Esencia del conocimiento: ¿Cuál de los elementos recién nombrados juega el rol preponderante en la elaboración del conocimiento?
  4. Criterio de verdad: ¿Cuál es el criterio que se puede adaptar para asegurar la verdad del conocimiento?
 
Analizaremos estas cuatro cuestiones
 
TEMA 1: POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO

La posibilidad del conocimiento ha sido abordada por la Filosofía en forma distinta según sea la corriente de pensamiento que la estudie. Veremos cuatro de ellas.
 
1.1 Dogmatismo:
Es la actitud epistemológica para la cual no existe el problema de la posibilidad del conocimiento. Da por hecho que el sujeto puede conocer sin dificultad al objeto.
Es aquella posición que sostiene que existen verdades primeras y evidentes, sólido fundamento de toda la Filosofía y del sentido común.
Un sistema dogmático, en el buen sentido de la palabra, acepta cuatro verdades primitivas e innegables:
 
  1. la existencia y cognoscibilidad de un mundo material y exterior;
  2. la existencia del yo cognoscente,
  3. el principio de no-contradicción;
  4. la aptitud de nuestra mente para conocer la verdad.
 
1.2 Escepticismo:
Este sistema gnoseológico niega la posibilidad de que el sujeto cognoscente pueda captar el objeto. El conocimiento, como aprehensión real del objeto por el sujeto, es imposible. De lo cual resulta que no podemos emitir juicio alguno.
Hay diferentes clases de escepticismo. El escepticismo que niega la posibilidad del conocimiento en general, recibe el nombre de escepticismo absoluto o radical. Cuando el escepticismo niega la posibilidad de un determinado conocimiento, recibe el nombre del conocimiento cuya posibilidad niega. Así, por ejemplo, existe el escepticismo metafísico, en cuanto niega la posibilidad del conocimiento metafísico. Asimismo, se habla del escepticismo ético y del religioso, pues niega el conocimiento de lo moral y el conocimiento religioso respectivamente. Finalmente, existe el escepticismo sistemático y el escepticismo metódico. El primero niega la posibilidad del conocimiento por principio, sistemáticamente. El segundo lo hace por método: pone en duda lo que naturalmente nos presenta el conocimiento, para separar de esta manera lo verdadero de lo falso y llegar así al saber absolutamente seguro.
El escepticismo absoluto es imposible y evidentemente falso, pues se contradice abiertamente. Al afirmar que el conocimiento es imposible, con eso mismo expresa un conocimiento.
 
1.3 Pragmatismo:
El pragmatismo epistemológico reemplaza el concepto de la verdad, que deriva de la correspondencia entre el pensamiento y el objeto, substituyéndolo por el concepto de lo útil. La verdad para el pragmatismo significa lo valioso y lo útil para la vida.
El pragmatismo se enraíza en el peculiar concepto referente a la naturaleza humana. Para dicha corriente filosófica, el hombre no es un ser pensante, sino un ser de voluntad y acción. El intelecto, como lo observa Essen, no es dado al hombre, según el pragmatismo, para investigar y conocer la verdad; sino para poder orientarse en la realidad. La verdad consiste básicamente, según el pragmatismo, en lo útil y provechoso de la conducta humana.
 
1.4 Criticismo:
El escepticismo y en concomitancia el pragmatismo que, en último análisis es una especie de escepticismo, son ambos la antítesis del dogmatismo. La posición intermedia entre aquellos es el criticismo. Este sistema tiene de común con el dogmatismo que acepta la fundamental confianza en la razón humana. No acepta, sin embargo, la posibilidad del conocimiento y de la verdad en forma ingenua, como lo hace el dogmatismo, sino que examina detenidamente la actividad de la razón humana. La desconfianza en lo referente a determinados conocimientos, como ser: frente a la posibilidad del conocimiento racional de lo absoluto, lo acerca al escepticismo.
La actitud del criticismo es reflexiva y crítica. Es el término medio entre la ingenuidad del dogmatismo y lo absurdo del escepticismo.
Indudablemente la actitud epistemológica del criticismo aporta elementos valiosos a la Teoría del conocimiento; siendo su autor Manuel Kant (1724-1804).
 
TEMA 2:   ORIGEN DEL CONOCIMIENTO

En éste nuestro enfoque acerca del origen del conocimiento, partiremos de un juicio conocido por todos: "Los metales se dilatan con el calor". Analicemos lo que nos suministra nuestra propia experiencia acerca del origen de este juicio. En la formación de este juicio intervienen ante todo, nuestros sentidos. En efecto, mediante el sentido del tacto obtenemos la sensación de calor y mediante la vista verificamos la dilatación del metal. Pero al mismo tiempo percibimos una relación, o sea una conexión entre la acción del calor y el hecho de que el metal se dilate. La dilatación sigue a la acción del calor, es causada por el calor.
Vemos, pues, que en la formación del juicio: "los metales se dilatan por el calor", intervienen dos elementos: uno proveniente de los sentidos y el otro del pensamiento. Surge, pues, el problema, ¿cuál de estos elementos es definitivo en la formación del juicio mencionado? ¿dónde tiene su origen el conocimiento? ¿Acaso en la experiencia que proporcionan los sentidos o en los elementos que elabora el pensamiento? Además, procede esta otra pregunta: ¿En cuál de los elementos citados se funda la validez del conocimiento? Las respuestas a estos problemas fueron muy diferentes a lo largo de la historia del pensamiento filosófico. Veamos las distintas líneas de pensamiento.
 
2.1 Empirismo:
Sostiene que la única fuente del conocimiento humano son los sentidos, es decir, la experiencia sensible. Según el empirismo, el espíritu no aporta nada en la elaboración del conocimiento, pues, es una especie de hoja en blanco en la cual es la experiencia la que escribe. Todos los conceptos aún los más generales y abstractos son, por lo tanto, fruto de la experiencia sensible.
Ahora bien, la experiencia sensible puede ser externa e interna, según que clase de sentidos intervienen en su realización. Existe una forma de empirismo llamada sensualismo, que admite como única fuente de conocimiento la experiencia de los sentidos externos.
Esta actitud epistemológica tiene sus proyecciones en el campo metafísico. En efecto, si todo el conocimiento se reduce a la experiencia sensible, no se podrá llegar jamás al conocimiento suprasensible, capaz de aprehender realidades suprasensibles o espirituales. El empirismo epistemológico lleva, necesariamente al escepticismo metafísico.
 
2.2 Racionalismo:
La fuente única del conocimiento humano, según el racionalismo es la razón. El conocimiento cobra validez si es lógicamente necesario y universalmente válido. Solamente cuando emitimos un juicio acerca de algo que tiene que ser así, siempre y en todas partes, y no puede ser de otra manera, solamente entonces tenemos un juicio verdadero. Así, los siguientes juicios cumplen con estas exigencias: "El todo es mayor que las partes". "Todo efecto tiene una causa". En ambos casos vemos que tiene que ser así y no de otra manera. En efecto, sostener que una parte del todo sea mayor que el todo, equivale a la contradicción de la razón consigo misma.
Los juicios mencionados poseen, pues, una necesidad lógica y una validez universal.
Carecen de estas características los juicios provenientes de la experiencia. Tales como: "los metales se dilatan con el calor", "el agua hierve a 100°", etc. Existe la posibilidad que suceda diferente. No encierran en sí una necesidad lógica. Los juicios que se basan en la experiencia tienen solamente validez hasta donde pueden ser comprobados. Su validez, por lo tanto, es limitada.
No sucede lo mismo, sostiene el racionalismo, con los juicios que se basan en la razón. En efecto, el juicio: "El todo es más grande que una parte de él", no se apoya en la experiencia, sino tiene su fundamento en la razón: es lógicamente necesario y universalmente válido. De donde resulta, que el verdadero conocimiento tiene su fundamento único en la razón.
El origen del racionalismo se encuentra fácilmente en los cultivadores de las ciencias matemáticas, por ser este conocimiento predominantemente conceptual y deductivo.
Sin duda, el racionalismo, por operar con conceptos suprasensibles abre el camino hacia las verdades metafísicas.
 
2.3 Apriorismo:
Es una corriente epistemológica que intenta mediar entre el empirismo y el racionalismo. Manuel Kant (1724-1804), es el autor principal del apriorismo, ante todo hace una crítica de ambas actitudes extremistas y luego procura resolver el problema planteado.
La actitud racionalista, sostiene Kant, es una actitud dogmática; además, aún admitiendo con el racionalismo las ideas innatas, ¿cómo se establece la relación entre ellas y los objetos?
El empirismo por su lado, prosigue la crítica Kantiana, toma en cuenta las relaciones que rigen las impresiones sensibles. Además, el empirismo no explica leyes que rigen el fenómeno y que son la base del progreso científico. Pues, es incapaz de fundamentar una metafísica que el espíritu humano exige.
Prosigue Kant, el racionalismo admite solamente los juicios "analíticos", o sea, juicios en los cuales la idea expresada en el predicado está contenida en la extensión del sujeto. Estos conocimientos a priori, son independientes de la experiencia y, por ende, son inútiles.
El empirismo, a su vez, admite solamente los "juicios a posteriori", es decir, juicios en los cuales la relación entre el sujeto y el predicado se funda en los datos de la experiencia. Dichos juicios tienen el mérito de expresar un contenido concreto, pero son incapaces de fundamentar una ciencia.
Frente a la deficiencia de estas dos actitudes extremistas, Kant presenta su tesis: para hacer posible la ciencia y construirla son necesarios los conocimientos tanto "a priori" como "a posteriori". Gracias a los primeros se podrá establecer las leyes científicas y los segundos permitirán determinar el contenido de la ciencia.
Esta clase de conocimientos se podrá obtener mediante los juicios que Kant llama "juicios sintéticos a priori". Dichos juicios provienen de la forma "a priori" que es la base del conocimiento, y de la experiencia "a posteriori" que es el contenido del conocimiento. Pero ahora aparece también aquí la dificultad que se presentó en el racionalismo ¿Cómo aplicar la forma "a priori" al contenido de la experiencia que es una forma "a posteriori", siendo que una forma es independiente de la otra? Kant resuelve la dificultad diciendo que la forma "a priori", es decir, el elemento racional, es el que establece las relaciones necesarias y universales entre los fenómenos del contenido. Con esto Kant afirma que: "el orden de las cosas los forma la actividad de nuestro entendimiento".La experiencia sensible nos proporciona solamente el contenido, que es un "material caótico"; el sujeto pensante establece la relación, el orden en dicho material. De lo cual resulta que el sujeto es el coordinador y constructor del mundo de la experiencia. De esta manera queda suprimido el problema de la relación entre el pensamiento y las cosas. El orden del pensamiento imprime el orden a las cosas. El conocimiento por lo tanto, tiene su origen en la síntesis inseparable de las leyes del pensamiento y el contenido de la experiencia.
Surge ahora naturalmente la pregunta, ¿cuáles son estas formas a priori que hacen posible el conocimiento? Estas formas "a priori" inherentes a nuestro espíritu son las formas del espacio y del tiempo. Mediante la forma a priori espacio, nuestro espíritu consigue la ordenación externa de nuestras sensaciones y mediante la forma a priori tiempo, nuestro espíritu establece el orden interno. Así por ejemplo la forma "a priori" establece el diseño de las figuras geométricas en el espacio y los nuevos aspectos de los números en el tiempo: 5 más 7= 12.
Todo esto lo realiza el espíritu mediante la intuición, que es el primer grado de la actividad "a priori".
Pero el espíritu, además de intuir, puede pensar. Así se llega al segundo grado de la síntesis, que implica una relación más estrecha entre las diferentes intuiciones. Esa nueva síntesis se realiza mediante el juicio. Las formas del juicio son las categorías en las cuales tienen su origen los conceptos. Así las cualidades que constantemente persisten en el espacio, se tornan sustancia y las que persisten en el tiempo, en causa. Sustancia y causa no tienen valor por sí mismos, sino que son dos formas, dos categorías del pensamiento. Es el pensamiento, pues el legislador de la naturaleza y el constructor del mundo. La validez de la categoría nos permite el conocimiento universal y necesario.
Kant opina que de esta manera ha superado al racionalismo y al empirismo.
 
TEMA 3: ESENCIA DEL CONOCIMIENTO HUMANO.
 
Las teorías epistemológicas que procuran determinar la esencia del conocimiento son muchas. Nos detendremos brevemente en dos: El Idealismo y el Realismo.
 
3.1 El Idealismo.
Es el sistema filosófico que propone la idea como principio del ser y del conocer, por encima de cualquier consideración práctica.
Podemos comprender mejor qué es el idealismo si lo comparamos con el realismo, la posición filosófica opuesta:
a)  para el realismo
-          la realidad conocida existe aunque nosotros no la conozcamos;
-          a la realidad conocida no le afecta para nada el hecho de que nosotros la conozcamos, su ser no queda modificado por el acto de conocimiento, por el hecho de haberla conocido o de estar ahora conociéndola;
-          en resumen, la cosa conocida es independiente del sujeto cognoscente;
b) para el idealismo
-          la realidad conocida tiene existencia sólo en la medida en que nosotros la conocemos;
-          a la realidad conocida le afecta o influye el hecho de ser conocida por nosotros, es como es, porque nosotros la conocemos;
-          en resumen: la realidad conocida no es independiente del sujeto cognoscente.
Hay una distinción entre el idealismo metafísico y el idealismo epistemológico.
Llamase idealismo metafísico al sistema filosófico que sostiene que el fundamento de toda realidad son las fuerzas espirituales o potencias ideales.
El Idealismo epistemológico sostiene la prioridad del pensamiento sobre lo real. La conciencia constituye el mundo de lo real. Al suprimir los objetos reales deja solamente los contenidos de la conciencia.
 
3.2 El Realismo.
Esta actitud epistemológica acepta la existencia de las "cosas reales" fuera de la conciencia. La prioridad del objeto sobre el sujeto. Esto último se puede entender de diferentes maneras y de ello proceden las diferentes clases de realismo.
a) Realismo Indirecto.- en esta actitud epistemológica, la prioridad del objeto respecto del sujeto significa principalmente la parte de pasividad que nuestro conocimiento comporta en razón de la receptividad sensible. El conocimiento, afirma dicho sistema, que nosotros adquirimos de las cosas, es basado en sensaciones pasivamente recibidas. Estas de suyo son objetivas, pues, ellas son asidas por la conciencia como un efecto, de la acción de los objetos que actúan como causas.
b) Realismo Inmediato.- esta actitud excluye la noción de causalidad cuando se trata de la prioridad del objeto respecto del sujeto y le da un sentido mucho más amplio. La prioridad del objeto significa para el realismo inmediato el punto de partida del conocimiento humano. Más exactamente, a la base de nuestras nociones abstractas y de nuestras afirmaciones, hay una presencia de lo real delante de la conciencia. Esto real inmediatamente presente, es sin duda, el real sensible, captado por los sentidos; mas este real es al mismo tiempo inteligible, y como tal, presente a través de los sentidos, a la conciencia intelectual.
Según ese realismo inmediato, no se niega que la conciencia humana aporta en la elaboración final del conocimiento una parte considerable. La presencia inmediata no es más que un catalizador del proceso cognitivo. En el realismo inmediato se acentúa, ante todo, la dualidad sujeto-objeto inherente a todo acto del conocimiento humano. Nos pone el sujeto frente al objeto; destaca la prioridad del objeto respecto del sujeto y pone en evidencia la actitud activa de la conciencia en el acto de conocer.
 
TEMA 4: CRITERIO DE LA VERDAD.

Antes de enfocar dicho problema, aclararemos el término "verdad". En la vida diaria hablamos de "oro verdadero", de "amigo verdadero", de "cuadro hermoso", etc. En todos estos casos queremos afirmar que lo que es, "es". Y en eso cabalmente consiste la verdad. Sin embargo, debemos distinguir claramente entre la verdad ontológica y la verdad lógica.
 
a) Verdad Ontológica.- expresa el ser de las cosas, en cuanto corresponde exactamente al nombre que se le da; es la conformidad de un objeto con su naturaleza, representada por la idea. Poseer esta verdad, es conocer las cosas tal cual ellas son. Por ej. , "este metal es oro" expresa una verdad ontológica, si el metal indicado es realmente oro.
b) Verdad Lógica.- yo puedo emitir también un juicio que expresa conveniencia o disconveniencia entre dos ideas; por ej. ,"este oro es puro". En este caso se trata de la verdad lógica que expresa la conformidad del espíritu con las cosas, es decir, conformidad del espíritu con la verdad ontológica.
 
La historia de la filosofía nos expone numerosos criterios de verdad que adoptan los diferentes sistemas filosóficos. Se pueden dividir en: a) Criterios externos y b) Criterios internos. Estos a su vez se subdividen en: interno-subjetivos e interno-objetivos.
a) Criterios externos:
-          La revelación: Este criterio afirma que la sola razón humana no puede salir por sus propias fuerzas de la probabilidad, por lo tanto, necesita de la revelación por parte de Dios para llegar a la certeza.
-          El tradicionalismo: En este sistema la tradición es el criterio de verdad. Lo que se conforma con la tradición es verdadero; lo que a ella contradice, falso.
-          El consentimiento común o de la razón universal: El criterio de verdad es la autoridad que tiene la conformidad de juicios y pareceres de los hombres.
-          La utilidad.- El pragmatismo sostiene que los juicios son verdaderos si de ellos fluyen resultados útiles para el hombre.
b) Criterios internos subjetivos:
-          Según Protágoras (480 – 410 AC), "el hombre es la medida de todas las cosas", y por lo tanto es verdadero aquello que a cada uno le parece serlo.
-          Criterio del instinto ciego: El alma humana tiene una facultad especial llamada "sentido común", que viene a ser una especie de instinto que irresistiblemente nos lleva a admitir como verdaderos ciertos principios, aunque no veamos la razón de su verdad.
-          Criterio del sentimiento: El criterio de la verdad es una especie de sentimiento superior por el cual espontánea e irresistiblemente creen los hombres.
-          Criterio del imperativo categórico.- Kant sostiene que la certeza moral es una creencia y no una visión intelectual objetiva.
c) Criterio interno objetivo:
Según esta posición filosófica, el criterio de la verdad es la evidencia.
-          René Descartes (1596-1650) sostiene que la idea clara y distinta del sujeto es el criterio de la verdad.
-          Criterio de la evidencia. Llamase evidencia la plena claridad con que la verdad se impone a la adhesión de la inteligencia. Según esta opinión, el criterio de la verdad es algo necesario y a la vez suficiente para que el espíritu dé su asentimiento sin miedo a errar.
 
CIERRE:
 
Como se puede apreciar, la Teoría del Conocimiento es un tema filosófico complejo, polémico y controversial. La gran mayoría de los filósofos han afrontado y han desarrollado el tema. Hay abundante literatura al respecto. Para los efectos de este curso, basta conocer las diferentes líneas de pensamiento y centrarse en el concepto de conocimiento científico y verdad científica.
 
 
 
 
 
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