Capítulo 1: Génesis
Mayo-1986
Contenido:
El Caos, la Tierra, la Noche, el Erebo, el Tártaro, el Destino
Al principio no había nada, sólo desorden y tinieblas por doquier. Todo estaba dominado por el CAOS, que existía desde siempre, para los griegos era una especie de espíritu abstracto e indeterminado, confusión de los elementos y personificado en una divinidad solitaria quién, para su propia complacencia decidió crear el Mundo.
El Caos al despertar de ese abismo insondable, su ímpetu innovador le hizo crear a Gea: la Tierra; a Nyx: la Noche; al Hado: el Destino; al Erebo: el mundo subterráneo o más allá y al lúgubre Tártaro donde fueron confinadas las tinieblas que antes lo cubrían todo.
Otros dicen que Caos nació de la Niebla y que la Niebla fue la primera en existir. Que Caos es una mezcla de cosas, tosca y desordenada. También se ha dicho que este Caos existía desde el comienzo junto con Nyx, el Erebo y el Tártaro y por eso algunos consideran al Caos de la misma manera que a Nyx o al Erebo.
Hesíodo ha interpretado que Eros (el amor, la atracción) fue uno de los primeros en surgir del Caos y que al propiciar las uniones, originó todas las cosas.
Otros dicen que Nyx, puso un huevo en el Erebo de donde nació Eros y donde comenzó todo.
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DEL CAOS SURGIERON LAS PRIMERAS DIVINIDADES:
LA TIERRA o GEA, también GAIA,
LA NOCHE o NYX,
EL DESTINO,
EL EREBO y
EL TÁRTARO.
Veamos las características de cada uno de ellos:
GEA o GAIA, la Madre Tierra, fuente inextinguible, permanentemente fértil y fecunda. Germen primordial de donde nacieron todas las razas divinas y mortales, madre de todo ser viviente. Engendró primero a un ser igual a ella que la cubriera permanentemente, el cielo estrellado: URANO. Éste roció a su madre con una fértil lluvia dando a luz yerbas, flores y árboles y las bestias y aves propias de ellos. Esa misma lluvia hizo fluir a los ríos y cubrió las depresiones con agua de manera que se formaron los ríos, los lagos y los mares.
La NOCHE (Nyx): Hay dos versiones del origen de la Noche: una dice que surgió del Caos, junto con Gea, el Erebo, el Tártaro y el Destino, la otra dice que es hija del Cielo y de la Tierra.
Hay opiniones que dan mucha importancia a Nyx, la Noche, por cuanto dicen que es la progenitora de Eros quien propició las uniones originando así todas las cosas.
Una de las características de Nyx es que ella no estuvo de acuerdo con la rebelión de Cronos contra su padre Urano, como veremos más adelante, por lo que creó una nutrida y terrible prole con la que manifiesta su descontento.
En todo caso es una divinidad respetada y temida por todos, incluso por los que la usan para cometer fechorías.
El EREBO: significa "tenebroso", es el lugar por donde los muertos tienen que pasar inmediatamente después de fallecer. Representa a las tinieblas del mundo de los muertos.
Después del ascenso de Zeus como soberano supremo, el Erebo pasó a formar parte del Hades: el Mundo de los Muertos. Homero lo ubica bajo el Jardín de las Hespérides.
El TÁRTARO: es un lugar de prisión, de destierro y de castigo, donde residen los condenados y los castigados por los dioses. Allí moran las Erinias (las Furias), las Gorgonas, las Arpías y mil otros engendros y temibles divinidades de tortura y de castigo.
También dicen que es un oscuro abismo tan profundo y tan lejos de la Tierra, como la Tierra está del Cielo. Es un lugar tenebroso que pasó a formar parte del HADES, después de la guerra de los Titanes. Allí fueron confinadas las tinieblas del Caos.
El DESTINO, el HADO, también el FATUM. Es la divinidad ciega e inexorable que gobierna el destino de los mortales y de los dioses a la que todos deben someterse, incluso Zeus. Nadie puede cambiar su rumbo; es el curso implacable en virtud del cual suceden todos los acontecimientos. En la tragedia griega era la fatalidad.
Hay dos versiones de su origen: según algunos surgió del Caos y según Hesíodo es hijo del Caos y de la Noche.
Las Moiras o Parcas son las encargadas de hacer cumplir su mandato.
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VEAMOS CÓMO SE DESARROLLARON LOS ACONTECIMIENTOS DESPUÉS DE LA APARICIÓN DE GEA Y URANO:
El Cielo, en la mitología griega, es donde están las estrellas, el sol, la luna y las nubes. Pero también, como es usual en la mitología, es una divinidad viviente dotada del poder y de la inteligencia de lo divino, capaz de relacionarse con otros seres y procrear hijos.
El Cielo griego, no tiene ninguna semejanza con el Cielo católico, el Paraíso, el Nirvana ni ningún otro concepto similar de otras religiones. Los dioses habitan el monte Olimpo, los mortales la Tierra y los muertos están en el Hades.
Urano se unió a Gea y nacieron tres grupos de hijos. Los primeros fueron los gigantes Hecatoncheires (de cien manos), luego los Cíclopes y por último los Titanes.
Algunos dicen que la Noche (Nyx) es hija de Urano y de Gea.
Los Gigantes y los Titanes dominaron la tierra gobernados por Urano, quién se constituyó así, en el primer Soberano del Mundo. Reinó sobre sus hijos durante muchos y felices años.
Sin embargo a Urano no le gustaron sus primeros hijos, los Gigantes de Cien Manos y los Cíclopes, les temía por sus facultades y por su fuerza, por lo que fueron relegados al Tártaro. Su madre, la diosa Gea, descontenta por la suerte de sus primeros hijos, convenció a sus otros hijos: los Titanes, que habían quedado libres, para que destronaran a su padre y liberaran a sus hermanos.
Éstos liderados por el titán Cronos liberaron a sus hermanos, luego Cronos castró y mató a su padre y usurpó su trono. Urano al morir de manos de su hijo Cronos, lo maldijo y profetizó que le pasaría lo mismo que le estaba ocurriendo a él: un hijo le derrocaría y le mataría.
De la Sangre de Urano, nacieron las Erinias: Alecto, Megera y Tisífone, las estrictas e implacables reparadoras de las transgresiones morales, guardianas de los derechos de la familia y garantizadoras de las leyes de la Naturaleza.
Cronos arrojó al mar los genitales de Urano su padre, los que fueron rodeados por espuma y de ellos, dice una versión, nació la diosa Afrodita.
Después de su victoria, Cronos relegó nuevamente a sus hermanos, los Hecatoncheires y los Cíclopes al Tártaro, para tranquilidad de su reinado.
Cronos se transformó en el segundo Soberano del Mundo, se unió con su hermana la titánida REA o RHEA, (Cibeles) y juntos dominaron los dos reinos: el Cielo y la Tierra poblados por sus hermanos Titanes, quienes se unieron entre ellos como parejas, tuvieron muchos hijos y dominaron el Universo por muchos años. (Los titanes se ven en detalle en el Capítulo 3).
Aunque parezca increíble, el período en que gobernó quién castró y mató a su padre, fue el período llamado la Era de Oro, que fue la Primera Edad del hombre, un período de paz, tranquilidad y abundancia.
Cronos (Saturno para los romanos) es también el dios del Tiempo, representa la Eternidad, y el hecho de devorar a sus hijos simboliza el sentido destructor del Tiempo: todo lo que ha nacido de la materia está condenado a la decadencia y a la destrucción. Así mismo refleja el espíritu destructor de la Naturaleza y del transcurrir de la vida. Los romanos celebraban grandes fiestas en su honor, en el solsticio de invierno del hemisferio norte (Diciembre), llamadas Saturnales. La fecha de esas fiestas fue elegida por el catolicismo para la celebración del nacimiento de Jesús.
Uno sólo de los titanes no participó en la rebelión de Cronos, fue el titán Océano, quién no estaba de acuerdo con el crimen de sus hermanos, por lo que se esparció por los rincones más remotos de la tierra a vivir en paz. Se unió con su hermana Tetis, procrearon miles de hijos e hijas (las Oceánidas) que fueron las diosas de los manantiales y de los ríos.
La diosa Noche, Nyx, tampoco estaba de acuerdo con el crimen cometido por Cronos al matar a su padre, el dios Urano, por lo que para vengarlo, engendró una prole de temibles divinidades.
El mayor temor de Cronos era que se cumpliera la maldición de su padre, por lo que para evitarlo devoraba a sus hijos al nacer, impávido ante el dolor de su esposa Rea. Así devoró a sus cinco primeros hijos: Hera, Deméter, Hestia, Hades y Poseidón. Cuando nació Zeus, el sexto hijo, Cronos fue engañado por Rea: le entregó una piedra envuelta en pañales que Cronos devoró sin mirar, creyendo que era su hijo.
Rea escondió a su hijo Zeus en una caverna en la isla Creta, donde las Ninfas, las Dríadas y demás divinidades de aquella isla, lo escondieron, lo protegieron, lo criaron y cuidaron. Fue amamantado por la cabra Amaltea. Escapó así de su padre Cronos.
El joven Zeus se enteró de la historia de sus hermanos y decidió rescatarlos. Ayudado por el dios Océano y una de sus hijas, la oceánida Metis, quién le dio una pócima para que, su padre Cronos, vomitara a sus hermanos. Metis fue luego la primera esposa de Zeus.
Una vez hecha esa proeza, se alió con los Cíclopes y con los Gigantes de Cien Manos e inició una terrible guerra contra los poderosos Titanes. Los Cíclopes forjaron las armas: de Zeus: el rayo; de Poseidón: el tridente y de Hades: el casco de la invisibilidad.
En la guerra de los dioses contra los titanes, después de feroces batallas, que duraron muchos años y en la que las montañas y los bosques saltaron por todas partes y los cielos se poblaron de truenos y rayos, los titanes fueron finalmente derrotados por Zeus y sus hermanos y fueron confinados en el Tártaro. Algunos titanes fueron encomendados a ejecutar tareas específicas, por ejemplo, el Titán Atlas fue obligado a sostener a la Tierra en sus hombros.
Gea, la Tierra, se sintió ofendida cuando Zeus y sus hermanos derrotaron a sus hijos los Titanes, por lo que engendró a los gigantes Aloes quienes combatieron a Zeus pero fueron derrotados. Hay otra versión del origen de los gigantes Aloes. (ver los gigantes Aloes)
Gea pese a la derrota, todavía molesta por la rebelión de los Olímpicos que causó la muerte de su hijo Cronos, yació con el Tártaro y dio a luz al monstruo Tifón para que destrozara a Zeus. No obstante Zeus, arrojó sus rayos contra Tifón y con la ayuda de Hermes y de las Moiras lo venció y lo arrojó al interior del monte Etna en Sicilia desde donde todavía de vez en cuando arroja su fuego hacia el cielo. (ver más de Tifón)
Liberados de los titanes, Zeus y sus hermanos bañaron de luz el Mundo, lo ordenaron y lo dividieron en tres Reinos:
Ø el Reino de la Tierra y los Cielos dominado por Zeus (Júpiter)
Ø el Reino de los Mares dominado por Poseidón (Neptuno)
Ø el Reino de los Muertos dominado por Hades (Plutón)
Se indica entre paréntesis el nombre que los romanos les dieron a los dioses griegos.
Pese a la división del Universo en esos tres Reinos, Zeus es reconocido y respetado como el padre y soberano de todos los dioses, de los hombres y de todos los seres vivientes. Es también dispensador de justicia, a quién todos recurren y todos deben obediencia y pleitesía.
En la Mitología Griega se llama "cielo" al lugar donde están las nubes y las estrellas. El reino de los muertos y de las tinieblas, el Hades, que significa lo invisible, gobernado por el dios Hades, está formado por el Erebo, los Campos Elíseos y el Tártaro.
Para los griegos de los tiempos Homéricos, el Mundo era plano, circular y estaba circunscrito a lo que ellos conocían de Europa, parte de África y parte de Asia y el centro estaba en Grecia, como se ve en las figuras que sigue.
Los dioses, una vez organizado y ordenado el universo, se fueron a vivir al Monte Olimpo en Tesalia, donde se alimentan con Ambrosía, que es nueve veces más dulce que la miel y que confiere la inmortalidad. Su bebida es el delicioso Néctar.
Por residir en el Olimpo, a Zeus y sus 11 compañeros se les llama los Dioses Olímpicos. Ellos son: Zeus (Júpiter), Hera (Juno), Atenea (Minerva), Hestia (Vesta), Deméter (Ceres), Afrodita (Venus), Ares (Marte), Hermes (Mercurio), Poseidón (Neptuno), Hefestos (Vulcano), Apolo (Apolo) y su melliza Artemisa (Diana).
No están entre los Olímpicos: Hades (Plutón) dios del inframundo ni Dioniso (Baco) dios del vino y del placer.
Los Dioses Olímpicos
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Sin embargo Zeus, temeroso de que la tradición se repitiera y uno de sus hijos lo destronara, al saber que su primera esposa la oceánida Metis, estaba embarazada esperando a Atenea, la devoró. Más tarde se enamoró de su hermana, la hermosa Hera, con quién se unió pero no quiso tener hijos, por lo que Hera, molesta, tuvo por partenogénesis (sin la intervención de Zeus) a Hefesto su primogénito. Zeus, a pesar de sus temores, reaciamente, tuvo tres hijos con Hera: Ares, Hebe e Ilitía.
Zeus evitaba los hijos legítimos, pero ello no le impidió tener muchos hijos fuera del matrimonio, de otras diosas y otras divinidades, hijos que también fueron dioses o divinidades importantes. También tuvo hijos de mujeres mortales, que fueron semidioses que ayudaron a los hombres.
Son hijos de Zeus, entre otros: Apolo, el dios de la belleza, que guía el carro del Sol; Artemis (Diana) la cazadora, hermana melliza de Apolo, diosa de la Luna; Palas Atenea la diosa de la sabiduría, es tal vez la hija más importante de Zeus.
Los dioses están en permanente contacto con los hombres y con ellos han compartido aventuras, guerras y conquistas; han tenido incluso hijos de las mortales mujeres, los que como semidioses, ayudaron a los hombres y fueron héroes y reyes famosos. Entre otros: Hércules, Helena, Eneas y Aquiles.
Más adelante veremos detalles de la vida de éstos y otros dioses, divinidades y héroes.
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