Contenido:
Arpías   Centauros   Cíclopes   Equidna, Tifón e hijos   Erinias (Furias)   el dios Pan
Gigantes   Gorgonas   Grayas   Nereo y las Nereidas   Pegaso   Sirenas 

Oct-2014

 

Las Harpías o Arpías eran inicialmente seres con apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo: valiéndose de su capacidad de volar, robaban continuamente la comida de aquél, antes de que pudiera tomarla. Esto las llevó a pelear con los Argonautas.

 

En tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos con cuerpo de ave de rapiña, horrendos rostro de mujer, orejas de oso y afiladas garras, que acarreaban consigo tempestades, pestes e infortunio. Esta es la forma que acabó por imponerse y que ha pervivido hasta la actualidad.

 

Las Harpías eran hijas de Electra y Taumante y hermanas de Iris. Hesíodo las describe en su Teogonía como criaturas de «adorables cabellos», lo cual entronca con su aspecto originalmente bello.

 

Su mito definitorio está ligado a Fineo, rey de Tracia que tenía el don de la profecía. Zeus, furioso con él por haber revelado sin consentimiento secretos de los dioses del Olimpo, le castigó confinándolo en una isla con un festín del que no podía comer nada, pues las Harpías siempre robaban la comida de sus manos justo antes de que pudiera tomarla. Este castigo se prolongó hasta la llegada de Jasón y los Argonautas, que enviaron tras las Harpías a los héroes alados Calais y Zetes, los Boréadas. Éstos lograron espantarlas, pero no las mataron a petición de Iris, quien prometió que Fineo no volvería a ser molestado. Agradecido por su ayuda, Fineo explicó a los Argonautas cómo superar las Simplégades para poder continuar su periplo.

 

A la versión básica de este mito se le fueron añadiendo nuevos detalles con el discurrir del tiempo: las Harpías ya no robaban la comida sino que la ensuciaban con sus excrementos, corrompiéndola. Pronto empezaron a ser vistas como difusoras de suciedad y enfermedad, adquiriendo así su más célebre apariencia monstruosa.

 

Bajo esta nueva forma fueron también impartidoras de castigo, raptando a la gente y torturándola de camino al Tártaro en un difuso solapamiento con las Erinias. Eran despiadadas, crueles y violentas, y vivían en las islas Estrófades. Se las consideraba personificaciones de la naturaleza destructiva del viento.

 

Según Hesíodo, las Harpías eran en principio dos:

 

* Aelo o Nicótoe (‘viento tempestuoso’)

* Ocípete (‘vuelo rápido’)

 

Posteriormente los romanos añadieron a Celeno (‘la oscura’), la más malvada de todas. Homero nombra en la Ilíada a otra llamada Podarge (‘pies veloces’), madre de Janto y Balio (caballos de Aquiles) tras unirse con el viento Céfiro.

 

 También se hace a las Harpías madres de Flógeo y Hárpago, caballos de los Dioscuros (Cástor y Pólux).

  

 

Sep-2014

 

Los centauros eran criaturas con el cuerpo de un caballo y la cabeza y el torso de un hombre.

 

Descendían de Ixión, uno de los lapitas, rey de Tesalia, el primer humano que mató a uno de los miembros de su familia. Abandonado y aborrecido por todos a causa de que había cometido ese crimen, imploró perdón a Zeus, que se apiadó de él y, purificándole, le invitó a la mesa de los dioses. Pero Ixión intentó seducir a Hera, la mujer de Zeus, que indignada se lo contó a su marido.

 

Para probar si las proposiciones eran ciertas, Zeus creó una nube con la forma de su mujer, y la hizo aparecer ante Ixión, que cayó en la trampa. De la unión de Ixión con la falsa Hera, nació el primer Centauro, que cuando llegó a adulto engendró con yeguas magnesias la raza de los hombres-caballo o centauros, que por eso eran llamados ixiónidas.

 

La mayoría de los escritores griegos consideraban que los centauros eran seres incivilizados, fuertes, siempre dispuestos a pelear y proclives a la ebriedad. Según la Ilíada, eran unos animales salvajes de pelo erizado que habitaban las montañas de Tesalia y la Odisea nos los presenta con los instintos brutales y sensuales característicos de los sátiros u hombres primitivos.

 

Los centauros vivían en los bosques que rodeaban el monte Pelión en Tesalea y se les consideraba bestias sin civilizar. Siempre estuvieron en conflicto con la localidad vecina de los lapitas, ya que durante la boda de su rey Pirito habían acudido para raptar a la novia y a otras mujeres. La batalla que se desencadenó acabó con la vida de muchos centauros. Los héroes Teseo y Néstor lucharon contra ellos.

 

Heracles tuvo varios enfrentamientos muy violentos con los centauros. En cierta ocasión, cuando había sido invitado por el centauro Folo y se encontraba cazando al jabalí Erimantisque, se quejó de que no le habían servido vino pese a que había una jarra llena al lado. Así empezó una pelea en la que Heracles mató a varios centauros con sus flechas. También murió su anfitrión Folo.

 

El centauro Neso fue el que llevó a cabo la venganza sobre Heracles. Después de un primer intento de violar a Deyanira, mujer de Eracles, y recibir un flechazo mortal, el vengador diseñó un plan muy astuto. Acudió a Deyanira para susurrarle un método eficaz en caso de que Heracles perdiese interés por ella, indicándole que tomase parte de la sangre que manaba de su herida para que en el momento en el que tuviese dudas de él vertiese un poco sobre sus ropas. De esta manera nunca le podría ser infiel. Así guardó una jarra con la sangre de Neso sin que lo supiese su marido.

 

Años después, cuando la incertidumbre y los celos se apoderaron de ella, Deianeira siguió el consejo de Neso con desastrosas consecuencias. Al ponerse sus ropas cubiertas de sangre, Heracles sufrió quemaduras que le causaron una muerte extremadamente dolorosa.

 

 

QUIRÓN

 

Quirón fue un centauro excepcional. Era distinto al resto de su especie ya que él era hijo de Cronos y Filera. Su aspecto de centauro se debía a que Cronos había hecho el amor con la ninfa Filera mientras mantenía forma de caballo, para no levantar las sospechas de su esposa Rea.

 

Mientras que el resto de centauros eran bestias muy rudas, el inmortal Quirón se distinguía por su carácter civilizado lleno de sabiduría, inteligencia y fraternidad. Era un gran músico y fue famoso por su extenso conocimiento en el campo de la medicina.

Los héroes de la Ilíada no dejaban de alabar las pócimas de hierbas con que trataba las heridas de guerra. Apolo, amigo personal de Quirón, le encomendó la educación de su hijo Asclepio, dios de la medicina, lo que el centauro consideró un gran honor, pero no fue el único, pues también se encargó de la instrucción de Jasón, Acteón y Aquiles, entre otros, debido a su enorme paciencia. Gracias a Apolo, Quirón se convirtió en un extraordinario arquero.

 

Quirón vivió en una cueva del monte Pelión en Tesalia. Estuvo casado con Chanclo y tuvo una hija. Peleo recibió el apoyo de Quirón cuando cortejó a la bella diosa del mar, Tetis en una relación de la cual nacería el gran héroe Aquiles.

 

Por desgracia, el buen centauro tuvo un final cruel y doloroso, pues durante una visita de Heracles al centauro Folo, se desencadenó una pelea con otros centauros por una crátera de vino y Quirón fue asaeteado de forma accidental por el héroe. Los dolores que sufrió fueron tan severos que renunció a su inmortalidad.

 

Tras su muerte, Zeus decidió situarle en el firmamento como la constelación del Centauro.

 

 

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Oct-2004

 

Los Cíclopes eran gigantes de un solo ojo en la frente que tuvieron destacadas actuaciones en la mitología griega. Existen dos generaciones de cíclopes:

 

La primera generación de cíclopes estaba formada por los hermanos: Arges, Brontes y Steropes. Estos 3 cíclopes, junto a los titanes y los gigantes de las cien manos, eran hijos de Gaia y Urano. Se convirtieron en los herreros forjadores de los Dioses dada su gran aptitud para manejar el metal.

 

Los Cíclopes forjaron las armas para la guerra contra los Titanes: para Zeus, el rayo; para Poseidón el tridente y para Hades el casco de la invisibilidad.

 

Durante el reinado de Urano, los cíclopes y los gigantes fueron relegados al Tártaro porque Urano les temía por sus facultades y por su fuerza. Su madre Gea se confabuló con sus otros hijos los titanes, para y rescatar a sus hermanos. Los titanes liderados por Cronos derrocaron y mataron a Urano. Antes de morir Urano maldijo a su hijo Cronos diciéndole que a él le pasaría lo mismo: un hijo lo destronaría.

 

En su reinado, Cronos, volvió a relegar al Tártaro a los cíclopes y a los gigantes y gobernó con los titanes, que poblaron su reino. Para evitar la maldición de su padre, devoró uno a uno a los hijos que tuvo con su esposa Rea (Cibeles).

 

Pero Rea engañó a Cronos y cambió a su último hijo Zeus, por una piedra envuelta en pañales. Zeus ya adulto, hizo que Cronos vomitara a sus hermanos, rescató a los cíclopes y los gigantes y aliados con ellos, en una feroz y larga guerra derrotó a Cronos y se repartió el mundo con sus hermanos Hades y Poseidón.

 

Más tarde cuando Zeus cegó con un rayo al hijo de Apolo: Asclepio (Esculapio) porque no sólo sanaba sino que resucitaba a los hombres, Apolo destruyó a los Cíclopes por haber forjado el rayo de Zeus. Por ello Apolo fue castigado por Zeus expulsándolo temporalmente del Olimpo.

 

La segunda generación de cíclopes eran descendientes de Poseidón, no poseían habilidades para la metalurgia. Se dedicaban al pastoreo en Sicilia, donde vivían sin leyes. En la Odisea aparecen con las mismas características físicas, pero pacíficos: pastores de ovejas y cabras, se alimentaban de queso y leche. De vez en cuando se convertían en antropófagos cuando algún incauto caía en  sus ma­nos.

 

Odiseo (Ulises) en su regreso de Troya cayó en manos de uno ellos: Polifemo, sin embargo con astucia Odiseo se libró de él y lo cegó con una tea, echándose así encima el odio de Poseidón para el resto de su viaje de regreso.

 

También se dice que los cíclopes acompañaron a Dioniso en su campaña en la India.

 

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Oct-2014

 

 

Equidna era una monstruosa ninfa, considerada en unas fuentes literarias, hija de Tártaro y Gea y en otras de Forcis y Ceto.

 

Llamada a veces ‘vientre de dragona’, es descrita por Hesíodo como un monstruo femenino, madre con Tifón de todos los monstruos importantes de los mitos griegos. Tenía el torso de una bella mujer de temibles ojos oscuros pero cuerpo de serpiente.

 

Cuando ella y su hermano Tifón atacaron al monte Olimpo, Zeus los derrotó, pero les permitió seguir viviendo, así como a sus hijos, como desafío para los héroes futuros.

 

Equidna moró desde entonces en una cueva del país de los Arimoi, un remoto lugar desértico situado en Asia Central, probablemente en Siria.

 

En una ocasión, Equidna asaltó a Heracles durante uno de sus viajes para robarles los bueyes de Gerión, y cuando éste fue a reclamarlos, Equidna le dijo que no se los entregaría a menos que el héroe tuviese sexo con ella. Heracles lo hizo y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites.

 

Posteriormente el gigante Argos la mataría mientras dormía en una cueva de Sicilia.

 

 

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Tifón o Tifeo era un monstruo terrorífico, fue el último hijo de Gea, esta vez con el Tártaro, el más profundo e inhóspito lugar del inframundo.

 

Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado cuya estatura era tal que podía alcanzar las estrellas. Poseía cabezas de dragón por dedos y tenía 100 cabezas de serpiente con lenguas negras y ojos de fuego que brotaban de sus hombros. Todas sus cabezas tenían sus propias voces, produciendo indescriptibles sonidos. Una podía hablar el lenguaje de los dioses, mientras otras podían mugir como un toro, rugir como un león, otras ladrar como una jauría de sabuesos o hacer extraños sonidos seseantes… Su fuerza y los ruidos eran aterradores y con ellos Tifón pretendía dominar el mundo. Tifón podía abrasar todo lo que se le opusiese con su ígnea mirada, así como vomitar fuego y lava de su boca y crear huracanes y terremotos moviendo sus alas.

 

Tifón intentó destruir a Zeus por haber derrotado a los Titanes. Inicialmente dominó a Zeus y le arrancó sus tendones, dejándolo cojo, pero éstos fueron recuperados por Hermes y devueltos al cuerpo de su dueño; tras ello, Zeus procedió a luchar con Tifón una vez más. Cuando puso sus ojos sobre Tifón, Zeus hizo temblar los cimientos del Olimpo. Sus rayos y el fuego del monstruo causaron tal estrépito en la tierra, en los mares y en el cielo que incluso Hades y los titanes encerrados en el Tártaro temblaron de miedo.

 

Zeus reunió todos sus rayos y truenos y descendió del Olimpo para golpear a Tifón y a todas y cada una de sus 100 cabezas. En llamas, el monstruo huyó y se derrumbó derrotado, causando fuegos y arrasando todo aquello que tocaba. Tras su victoria Zeus confinó a Tifón en el Tártaro.

 

Hay una versión que dice, que la última confrontación entre el rey de los dioses y el monstruo tuvo lugar en una montaña de Tracia, que culminó con Zeus persiguiendo a Tifón por la costa sur de Italia y enterrando al monstruo debajo de la isla de Sicilia, donde hasta el día de hoy el volcán del monte Etna sigue emitiendo el aliento caliente y venenoso del monstruo.

 

Según otra versión, tras la aparición de Tifón, los dioses huyeron despavoridos a Egipto y se ocultaron haciéndose pasar por animales. Apolo se convirtió en cuervo, Dioniso en ciervo, Artemisa en gato, Hera en vaca blanca, Afrodita en pez y Hermes en ibis. Incluso Zeus asumió una nueva forma, cambiándose a sí mismo en un carnero, motivo por el cual el dios Amón de los egipcios se identifica con Zeus y es representado con cuernos de carnero. Según el historiador Herodoto, Tifón murió en Egipto a manos de Apolo, que en Egipto se identifica con Horus, hijo del dios de la muerte y de la diosa de la resurrección, Osiris.

 

 

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Tifón se unió con la monstruosa Equidna, su hermana,  y procrearon los monstruos más importantes de los mitos griegos:

 

CERBERO: Perro de tres cabezas que custodia la puerta del Hades.

ORTRO: Perro de dos cabezas, guardián de la cabaña y los bueyes rojos del gigante Gerión.

QUIMERA: Monstruo horrible con el cuerpo de una cabra, los cuartos traseros de una serpiente o un dragón y la cabeza de un león, o bien en otras versiones tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón, que nacía en la cola. Vomitaba fuego por una o más de sus cabezas y por su trasero. Era sumamente rápida. La Quimera azotaba con su fuego y cometía pillajes, robándose los rebaños en la ciudad de Licia. Fue muerta por Belerofonte.

ESFINGE: Demonio de destrucción y mala suerte, que se representaba con rostro de mujer, cuerpo de león y alas de ave. La más famosa es la esfinge de Tebas.

HIDRA de LERNA: Monstruo acuático con forma de serpiente policéfala  y aliento venenoso (el número de cabezas va desde tres, cinco, nueve hasta cien, e incluso diez mil según la fuente). Poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada. Su guarida era el lago de Lerna en el golfo de la Argólida. Bajo sus aguas había una entrada al Inframundo que la Hidra guardaba. Heracles la mató en su segundo trabajo.

LADÓN, el Dragón de 100 cabezas cuidador del jardín de las Hespérides

LEÓN de NEMEA: de piel impenetrable, fue muerto por Heracles en su primer trabajo, estrangulándolo.

El ÁGUILA que castiga a PROMETEO: Águila gigante que, en el Erebo, le roe permanentemente el hígado, al ladrón de la inteligencia de los dioses. También llamada Ethon.

El DRAGÓN de la CÓLQUIDA: Tenía la capacidad de no dormir nunca y era el encargado de custodiar el vellocino de oro. A veces se me menciona como serpiente.

La CERDA de CROMIÓN: Fue una cerda monstruosa que fue el terror de la zona de Cromión entre Megara y Corinto, antes de ser muerta por Teseo. 

Oct-2014

 

Las Erinias son personificaciones femeninas de la venganza, que perseguían a los culpables de ciertos crímenes. También se las llamaba Euménides (‘benévolas’), antífrasis utilizada para evitar su ira cuando se pronunciaba su verdadero nombre. Según la tradición, este nombre se habría empleado por primera vez tras la absolución de Orestes por el Areópago (descrita más adelante), y más tarde se usó para aludir al lado benigno de las Erinias.

 

Según Hesíodo, las Erinias surgieron de la sangre derramada por Urano cuando su hijo Crono lo castró y la mató.

 

Hay otras versiones de su origen: Para Epiménides, eran hermanas de las Moiras, hijas de Crono y Eurínome. Para Esquilo, hijas de Nix, la Noche. Y para Sófocles, hijas de Gea y Skotos, las Tinieblas. En la tradición órfica, eran hijas de Hades y Perséfone (esta relación con el mundo infernal aparece también muy claramente en la Ilíada).

 

Son tres:

 

* Alecto (‘la implacable’), que castiga los delitos morales.

* Megera (‘la celosa’), que castiga los delitos de infidelidad.

* Tisífone (‘la vengadora del asesinato’), que castiga los delitos de sangre.

 

Se representa a estas horridas deidades vengadoras como genios femeninos con serpientes enroscadas en sus cabellos, portando látigos y antorchas, y con sangre manando de sus ojos en lugar de lágrimas. También se decía que tenían grandes alas de murciélago o de pájaro, o incluso el cuerpo de un perro.

 

Es probable que al hablar de las Euménides nos estemos refiriendo también a las Moiras en la misma mitología griega las cuales personificaban el destino de los hombres. Las similitudes en sus características no son pocas y se tiene en cuenta que el folclor y la abundancia de pueblos los cuales fueron influenciados por la cultura griega, pudieran haber hecho variaciones a leyendas ya antes contadas.

 

Características

 

Las Erinias son fuerzas primitivas anteriores a los dioses olímpicos, por lo que no se someten a la autoridad de Zeus. Moraban en el Erebo (o en el Tártaro según otras tradiciones), del que solo volvían a la Tierra para castigar a los criminales vivos; durante su estancia en el inframundo, sometían a los eternamente condenados a torturas sin fin. A pesar de su ascendencia divina, los dioses del Olimpo muestran hacia estos seres una profunda repulsión mezclada con temor reverencial, y no las toleran.

 

Son las encargadas de castigar los crímenes durante la vida de sus autores materiales, y no más tarde. No obstante, siendo su campo de acción ilimitado, si el autor del crimen muere lo perseguirán hasta el inframundo. Justas pero sin piedad, ningún rezo ni sacrificio puede conmoverlas ni impedir que lleven a cabo su tarea. Rechazan las circunstancias atenuantes y castigan todas las ofensas contra la sociedad y la naturaleza, como el perjurio, la violación de los ritos de hospitalidad y, sobre todo, los crímenes o asesinatos contra la familia. La tortura solo cesaba si el criminal encontraba a alguien que le purificase de sus crímenes.

 

La diosa Némesis representa un concepto similar, y su función se solapa con la de las Erinias, con la diferencia de que aquélla castigaba las faltas cometidas contra los dioses. Por su parte, la diosa Niké tenía originalmente un papel parecido, como portadora de una victoria justa. Castigaban el hibris o exceso. Prohibían a los adivinos revelar fielmente el futuro para que este conocimiento no acercara al hombre a los dioses.

 

Las Erinias solían ser comparadas con las Gorgonas, las Grayas y las Arpías debido a su espantosa y oscura apariencia y al poco contacto que mantenían con los dioses olímpicos. Atormentan a los que hacen el mal, persiguiéndolos incansablemente hasta volverlos locos. En un sentido más amplio, las Erinias representan la rectitud de las cosas dentro del orden establecido, protectoras del cosmos frente al caos.

 

Los romanos cambiaron el cariz de las Erinias, las llamaron FURIAS y fueron para ellos las diosas infernales encargadas de ejecutar los castigos que los dioses le imponían a los hombres. También para los romanos las FURIAS eran las diosas de la venganza. El filósofo Heráclito decía que si Helios decidiera cambiar el curso del Sol a través del cielo, ellas se lo impedirían.

 

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Sep-2014

 

PAN, dios pastoril y benigno de la mitología griega, mitad hombre, mitad macho cabrío, era el dios de los pastores y rebaños. Inventor de la flauta que lleva su nombre, vive en la profundidad de los bosques. Simboliza el espíritu vital o fecundante de la naturaleza v los instintos primarios y elementales.

 

En la mitología romana se identifica a este dios como un Fauno. No debe confundirse al dios Pan con los lujuriosos sátiros dionisíacos, pese a que tiene la misma contextura humano-caprina. Su carácter es distinto.

 

Pan tiene diecinueve genealogías diferentes; entre ellas se atribuye su paternidad a Hermes, con una de las ninfas, se mencionan a: Dríope, Timbris, Sose, Calisto y Orneo. Se dice que, apenas nacido, escapó a las montañas, donde Hermes tuvo que buscarlo para llevarlo al Olimpo envuelto en una piel para ocultarlo. Una vez allí, lo llamaron Pan, puesto que era la diversión de todos.

 

Otra tradición atribuye su nacimiento de Penélope, cuando Odiseo la repudió por sus infidelidades y que, una vez abandonada, concibió al dios Pan con Hermes. Otras tradiciones apuntan a que fue hijo de Zeus y de la ninfa Hibris o de Zeus y Calisto.

 

Pese a su aspecto, fue un gran seductor, era un dios sensual, que perseguía a las ninfas que deseaba y que tuvo descendencia con varias de ellas. Otros dicen que estaba dotado de una gran potencia sexual y que acechaba continuamente a las ninfas.

 

Su descendencia, varía según el autor. En las Dionisíacas de Nono se nos dice que Pan engendró a los doce Panes, una raza de sátiros menores que colaboraron con Dionisio. En otras fuentes aparece como padre de Croto (con Eufeme), Acis (con Simetis), Eurimedonte (sin especificar la mujer), Creneo (con la ninfa Isménide o Ismenis), Iinge (con la ninfa Eco) y finalmente el también célebre Sileno (habido con la Oceánide Melia).

 

Cuenta la leyenda que Pan estaba enamorado de la ninfa Sírinx, ésta huyó de sus persecuciones y se ocultó en la corriente del río Laón. Allí quedó acorralada y pidió ayuda a sus hermanas ninfas quienes la convirtieron en un cañaveral. Cuando Pan llegó, sólo pudo abrazar las cañas que se mecían por el viento. El rumor que producían le causó tal agrado que decidió construir un nuevo instrumento musical con ellas. Así, creó la flauta siringa, en recuerdo de su amada ninfa de igual nombre. La flauta (distinta de la doble flauta de los sátiros) también lleva el nombre del dios: Flauta de Pan.

 

Se le consideraba dios de la música y de la danza. Antiguas leyendas refieren que los pastores creían oír la música de Pan cuando silbaba el viento en los pinares de Arcadia.

 

Se dice que Pan era especialmente irascible si se le molestaba durante sus siestas. Los habitantes de Arcadia tenían la creencia de que, cuando una persona dormía la siesta, no se la debía despertar bajo ningún motivo ya que, de esa forma, se interrumpía el sueño del dios Pan.

 

Por último, como deidad, Pan representaba a la naturaleza salvaje. De esta forma, se le atribuía la generación del miedo enloquecedor. De ahí la palabra pánico que, en principio, significaba el temor masivo que sufrían manadas y re-baños ante el tronar y la caída de rayos. 

 

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Nov-2004

 

En la Mitología Griega hay una gran cantidad de gigantes que aparecen en una variedad de mitos y leyendas. Algunos tienen una estructura monstruosa y otros de formas humanoides. La palabra Gigante en griego antiguo significa nacido de la Tierra.

 

Se pueden agrupar en dos categorías:

 

A) Los Gigantes primigenios nacidos de Gea y Urano que, aliados con Zeus, lucharon contra los Titanes derrotándolos y estableciendo el reinado de Zeus y los Olímpicos.

B) Los Gigantes que aparecieron con posterioridad.

 

A) GIGANTES PRIMIGENIOS HIJOS DE GEA Y URANO:

 

Los Gigantes de Cien Manos o Hecatoncheires.

 

Era tres: Briareo, Coto y Giges. Fueron los primeros hijos de la Gea y de Urano. Otros dicen que nacieron de la sangre de Urano cuando fue castrado y muerto por Cronos. Eran seres inmensos, de cincuenta cabezas, cien manos, con serpientes como pies, de un estampa atroz, de fuerza incalculable, que eran responsables de todo lo que el hombre no hacer puede medir ni dominar ni calcular, como las tormentas, las catástrofes y los terremotos.

 

Los Cíclopes.

 

Eran gigantes de un solo ojo en la frente que tuvieron destacadas actuaciones en la mitología griega. Los primigenios eran tres  hermanos: Arges, Brontes y Steropes.

 

Fueron los herreros de los Dioses dada su gran aptitud para manejar los metales. Forjaron las armas de los dioses para la guerra contra los Titanes: para Zeus, el rayo; para Poseidón el tridente y para Hades el casco de la invisibilidad.

 

Entre los Titanes, que también eran hijos de Gea y de Urano, hay algunos que son descritos como gigantes, como Atlas que sostiene a la tierra sobre sus hombros.

 

 

B) GIGANTES QUE APARECIERON CON POSTERIORIDAD:

 

Otra familia de Cíclopes, hijos de Poseidón, el más famoso es Polifemo, cegado por Odiseo (Ulises) en el viaje de retorno a Ítaca.

 

 

Los Alóadas son dos gemelos Oto y Efialtes, hijos de Poseidón y de Ifimedia, esposa de Aloeo, que crecían una braza cada año. Fueron azuzados por Gea contra los Olímpicos.

 

Los Alóadas comenzaron su lucha contra los Olímpicos cuando tenían 9 años. Para llegar al cielo, colocaron el monte Pelion y el monte Ossa uno encima del otro con intención de llegar al monte Olimpo.

 

Un oráculo había dicho que ninguno de los Alóadas podía morir de mano de los dioses a menos que un mortal los ayudara, así es que cuando Heracles, enviado por Atenea, fue en su ayuda, precipitó su destrucción por parte de los dioses.

 

Otra versión cuenta que aprovechando que los Alóadas pretendían a las diosas Artemisa y Hera, Apolo ideó una treta enviándole un mensaje a Oto diciéndole que Artemisa consentía en acostarse con él, lo que provocó la envidia de su hermano Efialtes que provocó en una pelea entre ellos donde terminaron matándose entre ellos.

 

Se dice que los Alóadas encadenaron al dios Ares y lo encerraron en una vasija de bronce por 13 meses hasta que la treta de Apolo funcionó y los Alóadas fueron confinados en el Tártaro

 

Se encuentran amarrados con serpientes a una columna del Tártaro, donde son permanentemente hostilizados por una lechuza.

  

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Entre otros gigantes posteriores a los primigenios, también podemos mencionar:

 

Antífates, hijo de Poseidón y Gea, rey de los Lestrigones, gigantes antropófagos que encontró Odiseo en su viaje.

Anteo, hijo de Poseidón y Gea. Siempre vencía en sus peleas, porque cuando tocaba la tierra, su madre le daba fuerzas de nuevo. Muerto por Heracles, quien lo levantó en vilo y lo asfixió.

Argos, tenía cien ojos. Guardián muy efectivo, fiel sirviente de Hera. Su gran azaña fue matar al monstruo Equidna cuando ésta dormía en su cueva.

Caco, hijo de Hefesto, mitad hombre y mitad sátiro que vomitaba llamas y humo. Robó algunos de los bueyes de Gerión a Heracles mientras dormía, por lo que éste le mató.

Crisaor, engendrado por Medusa cuando fue violada por Poseidón en un templo de Atenea, por lo que ésta la transformó en una Gorgona.

Eurimedonte, antiguo rey de los gigantes.

Gerión, gigante alado hijo de Crisaor y Calírroe, con tres cuerpos humanos unidos por la cintura. Era invencible en la batalla y dueño de una gran sabiduría. Su ganado era guardado por un pastor y por Ortro, un perro de dos cabezas. Uno de los trabajos de Heracles fue robar dicho ganado, tras lo cual mató a Gerión cuando éste le buscaba para vengarse.

Orión, hermoso gigante, gran cazador, que podía caminar sobre el agua. Muerto por Gea quién le envió un Escorpión que lo picó en un talón, por amenazar con acabar con todos los animales de la tierra.

Talos, gigante de bronce que defendía a la isla de Creta de los piratas. Le mató la bruja Medea cuando los argonautas intentaban desembarcar en la isla.

Ticio, gigante lujurioso que intentó violar a Leto. Fue derrotado por Apolo y encadenado en el Tártaro, donde dos buitres le comen eternamente su hígado. 

 

 

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Oct-2014

 

Las Gorgonas eran tres seres mitológicos preolímpicos de forma femenina, que se llamaban Esteno, Euríale y Medusa. Eran hijas de las divinidades marinas Forcis y Ceto. De las tres, sólo la Medusa era mortal y era considerada la Gorgona por excelencia.

 

La cabeza de estos monstruos tenía serpientes en vez de cabellos, tenían grandes colmillos de jabalí, manos con garras de bronce y alas de oro. Poseían la facultad de convertir en piedra al que osara mirarlas directamente a los ojos.

 

Vivían en el Occidente extremo, todos les temían, y sólo Poseidón fue capaz de unirse a Medusa y darle dos hijos: el caballo alado, Pegaso y el gigante Crisaor. Otros dicen que Pegaso y Crisaor brotaron de la sangre de la Medusa cuando Perseo la degolló.

 

Las leyendas se centran en Medusa, pues aunque según la tradición fue siempre un monstruo, hay otra según la cual, era una hermosa joven que fue violada por Poseidón en uno de los templos de Atenea, por lo que ésta la castigó transformándola en una Gorgona.

 

Perseo le dio muerte por exigencia del tirano Polidectes. Perseo logró, con la ayuda de Atenea, cortarle la cabeza elevándose en el aire gracias a las sandalias aladas facilitadas por Hermes, y para no mirarla directamente, usó como espejo su brillante escudo.

 

Perseo se quedó con la sangre, a la cual se le atribuían cualidades mágicas: la que brotó de lado izquierdo era un veneno mortal y la del lado derecho curaba y resucitaba al que la bebiera.

 

Perseo usó la cabeza de la Medusa para convertir en piedra al tirano Polidectes y a toda su familia y así liberar a su madre. También con ella transformó al titán Atlas en piedra, constituyendo así a la actual cordillera Atlas de África.

 

Finalmente la cabeza de la Gorgona pasó ser parte de la égida o escudo de Zeus, que a veces porta Palas Atenea, volviendo a aquel escudo aún más temible.

 

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Oct-2014

 

Las Grayas o Greas eran tres hermanas hijas de Forcis, el ‘anciano hombre del mar’ y Ceto, la personificación de los peligros del mar, por lo que a veces son consideradas deidades marinas, personificaciones de la espuma del mar.

 

Las Grayas nacieron ya ancianas y con cabellos grises y fueron haciéndose más y más viejas, aunque los poetas las designaban a veces eufemísticamente como «hermosas».

 

Sus nombres eran:

Dino (‘temor’)

Enio (‘horror’)

Pefredo o Penfredo (‘alarma’)

 

Tenían un solo ojo y un único diente para las tres, que compartían y usaban por turnos, durmiendo las dos a las que no les tocaba usarlo. Vivían en una cueva situada muy lejos hacia el ocaso, en un lugar donde siempre era de noche.

 

Las Grayas sólo aparecen en la leyenda de Perseo. Cuando el héroe fue en busca de la Medusa, las visitó primero porque eran las guardianas del camino que llevaba a sus hermanas, las Gorgonas.

 

Perseo, informado por Hermes y Atenea de que las Grayas sabían esto, les robó el ojo cuando lo pasaban de una a otra y las obligó, bajo la amenaza de no devolverles el único ojo, a revelarle el secreto de dónde podía encontrar a las Gorgonas. Pese a ello Perseo arrojó el ojo al lago Tritonis, dejándolas ciegas.

 


 

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Oct-2014

 

Nereo es el mayor de los hijos de Gea, fue concebido con su propio hijo: Ponto, dios del mar. Nereo es el dios de las olas del mar. Algunos dicen que fue también uno de los educadores de Afrodita.

 

La oceánida Doris le dio cincuenta hijas maravillosas, las NEREIDAS, todas ninfas del mar. Vivía en el mar Egeo, acompañado siempre por sus hijas, que le entretenían con sus cantos y sus danzas. Era capaz de cambiar de forma, tenía el don de la profecía y ayudaba a los héroes que, como Heracles, fuesen capaces de capturarle incluso cuando cambiaba de forma.

 

Profetizó a Paris los males que traerían a su patria el rapto de Helena y a Heracles le ayudó, por la fuerza, a buscar las manzanas de oro que le había ordenado encontrar su primo Euristeo.

 

Nereo era conocido por su veracidad y virtud. Le llaman el Viejo Caballero del Mar porque es digno de confianza, y apacible, y nunca olvida qué es correcto, sus pensamientos son benignos y rectos.

 

Varios dioses del mar se ajustan a este mismo tipo, a los que Homero llamó “Ancianos Hombres del Mar” y también “Los Viejos del Mar”: Nereo, Proteo, Glauco y Forcis. Todos ellos tienen la facultad de cambiar de forma, son profetas y engendraron tanto ninfas de radiante belleza como monstruos.

 

A las Nereida se las consideraba ninfas benévolas del Mar Mediterráneo, que vivían en las profundidades, no obstante, emergían a la superficie para ayudar a marineros que surcaban los procelosos mares. Por ejemplo ayudaron a los Argonautas.

 

Simbolizaban todo aquello que hay de hermoso y amable en el mar. Cantaban con voz melodiosa y bailaban alrededor de su padre. Se las representa como bellísimas muchachas, coronadas por ramas de coral y portando el tridente de Poseidón, de cuyo séquito formaban parte.

 

A veces los antiguos describieron a las Nereidas con el cuerpo cubierto de escamas y formas de pez, por lo que se las confunde con las sirenas, pero las Nereidas protegían a los barcos, y no cantaban para atraer a los marinos, sino para complacer a su padre.

 

Se aparecen a los hombres, montadas en delfines, hipocampos y otros seres marinos. Los griegos las adoraban en altares situados en playas y acantilados, donde se les ofrendaba leche, aceite y miel.

 

Las más célebres, entre otras eran:

Tetis, mujer de Peleo y madre de Aquiles,

Galatea, amante de Acis y que enamoró al cíclope Polifemo y

Anfítrite, mujer del poderoso Poseidón. 

 





 
 

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Oct-2014

 

Pegaso era un caballo alado. Fue el primer caballo que llegó a estar entre los dioses. Pegaso se encargaba de traerle los rayos a Zeus.

 

Tenía el poder de hacer surgir agua donde golpeara con sus cascos. Golpeó el suelo del monte Helicón y de este golpe surgió un manantial que se considera también la fuente de la inspiración poética.

 

Suele representarse como un caballo blanco o negro y tiene dos alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire.

 

De sus orígenes hay varias versiones: La más conocida es que nació del chorro de sangre que brotó cuando Perseo decapitó a la Medusa. Otra versión sostiene que nació en la tierra, fecundada por la sangre derramada de la Medusa. Y una tercera versión dice que nació del encuentro entre Poseidón y Medusa.

 

Pegaso era brioso e indomable. A pesar de los intentos que muchos hicieron por domar al mágico y veloz caballo, sólo Belerofonte lo consiguió gracias a una brida mágica que le obsequió la diosa Atenea.

 

Belerofonte, con la ayuda de Atenea, a lomos del équido alado logró dar muerte a la Quimera, bestia de múltiples cabezas (entre ellas una de león y otra de cabra) que asolaba los territorios de Licia. Gracias a este corcel Belerofonte pudo también obtener una victoria sobre las amazonas.

 

El ambicioso Belerofonte intentó subir montado en él al Olimpo para convertirse en un dios, pero Zeus, molesto por su osadía, envió a un tábano que picó el lomo de Pegaso encabritándolo y precipitando al vacío a Belerofonte. No murió pero quedó lisiado y condenado a vagar apartado del resto del mundo todo el resto de su vida recordando su gloria pasada.

 

Zeus lo convirtió en la constelación estelar que se encuentra entre Piscis y Andrómeda para que fuera eterno. 

 

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 8.12 SIRENAS

Oct-2014

 

En la mitología griega las sirenas genios marinos, mitad mujeres y mitad aves. Esta descripción contradice la visión de las artes posteriores a la Grecia clásica, en que son representadas como seres mitad mujer y mitad pez.

 

Son criaturas algo difusas debido al remoto y rico trasfondo de su origen, ligado al mundo de los muertos.

 

Si bien es un tema que es objeto de debate, es posible que, en un principio, los griegos hubieran visto a las aladas sirenas como las encargadas de transportar las almas al Hades, función que posteriormente acabaría asumiendo el dios Hermes. Hay dibujos de sirenas-aves en grabados de ritos funerarios y en tumbas.

 

Su origen no está claro. Según las versiones más comunes, son hijas de Melpómene (musa de la tragedia) y de Aqueloo (dios del río homónimo y el primogénito de los dioses-ríos). Otras versiones las hacen hijas de Terpsícore (musa de la poesía y la danza) y de Aqueloo o también del dios Forcis. Según la versión de Libanio, nacieron de la sangre de Aqueloo, que fue derramada por Heracles (Hércules) cuando Aqueloo lo agredió transformado en toro.

 

Su especialidad era la música. Se cree que una tocaba la lira, otra cantaba y otra tocaba la flauta. Tienen una voz mágica, musical, prodigiosamente atractiva e irresistiblemente hipnótica.

 

La primera mención de las Sirenas que se conoce en las leyendas griegas, es en La Odisea, cuando Odiseo se enfrenta a su canto en el mar. Allí aparecen sólo dos, pero otras tradiciones hablan de tres: Pisínoe, Agláope y Telxiepia,  o incluso de cuatro: Teles, Redne, Molpe, y Telxíope.

 

Para el poeta y mitógrafo Ovidio, las sirenas no siempre tuvieron esa forma, sino que en un principio eran mujeres muy hermosas compañeras de Perséfone, antes de que fuera raptada por Hades. Cuando sucedió el secuestro, ellas les pidieron a los dioses que les dieran alas para poder ir en busca de su amiga.

 

Otra versión dice que su transformación fue un castigo de Deméter, madre de Perséfone, porque no defendieron a su hija de Hades e impedir el secuestro. También se dice que Afrodita les quitó su belleza, porque despreciaban las artes del amor.

 

De acuerdo con el mito más difundido, vivían en una isla del Mediterráneo que tradicionalmente se ubicaba frente a la costa italiana meridional, más específicamente frente a la Isla de Sorrento, otros dicen que es la isla de Capri, y con sus melodiosos cantos atraían a los marinos, que hipnotizados por tan bellas melodías, perdían el control del barco que se estrellaba contra los arrecifes. Entonces las Sirenas devoraban a los marineros dejando la costa repleta de huesos.

 

Varios héroes pasaron por su isla incólumes, gracias a ardides o a la ayuda de algún dios. En el caso de los Argonautas, se cuenta que pasaron muy cerca de la isla de las sirenas, pero que Orfeo, que cantaba maravillosamente, hizo uso de su talento con tanta armonía y tan melodiosamente, que no escucharon a las sirenas por lo que se salvaron de su terrible destino. Butes, uno de los argonautas, no pudo soportar la tentación y se lanzó al mar, pero Afrodita lo rescató.

 

De igual manera, Odiseo (Ulises), cuando se iba acercando a la temida isla, por consejo de Circe, ordenó a sus hombres que se taparan los oídos con cera, y él que no podía con la curiosidad de escucharlas, se hizo amarrar al mástil, con orden de que pasara lo que pasara, no lo desataran. Al escuchar los cantos de las sirenas quiso soltarse pero sus compañeros no se lo permitieron. Cuenta la leyenda, que las sirenas devastadas por su fracaso, se lanzaron al mar y murieron ahogadas.

 

También se cuenta que las sirenas perdieron sus plumas como castigo por retar a las Musas a una competición de canto que perdieron, y que cuando Orfeo y Ulises se resistieron al efecto de sus voces, se arrojaron al mar, convirtiéndose en escollos o pereciendo. En esta última versión, el cuerpo de una de ellas, Parténope, fue arrastrado por las olas hasta la orilla y en torno a su sepulcro se fundó la actual Nápoles.

 

En la mitología Griega, sólo existe Tritón con cuerpo mitad hombre y mitad pez, no hay una versión femenina, es decir mitad mujer mitad pez. Para la mitología griega las sirenas son mitad mujer mitad ave.

 

Tritón es el dios mensajero de las profundidades marinas. Es hijo de Poseidón y de la nereida Anfítrite.

 

A veces se representa también a Nereo con cola de pez, pero es más frecuente representado con aspecto de hombre viejo con bastón.

 

Los antiguos describieron a las Nereidas con el cuerpo cubierto de escamas y con  forma de pez, por lo que a veces se les confunde con las sirenas.

 

LAS SIRENAS EN OTRAS MITOLOGÍAS

 

Difícil es dilucidar el verdadero origen de las sirenas. Se dice que la primera mujer-pez conocida fue Atargatis, la diosa de la luna, protectora de la fecundidad y el amor. Es una diosa de la mitología asiria, a la que representaban en forma de pez con cabeza, brazos y pecho de mujer. Atargatis, perseguida por Mopsos, se sumergió en el lago Ascalón con su hijo, y se salvó gracias a su cola de pez.

 

Esta leyenda se confunde con la de la diosa siria Derceto, que también se arrojó a las aguas del mismo lago, después de matar a uno de sus sacerdotes y abandonar a la hija de ambos en el desierto. Derceto recibió la cola de pez como símbolo de su pecado, y su hija, criada por las palomas, se convirtió en Semíramis, reina de Babilonia.

 

Hasta en los mapas del Renacimiento podía leerse la frase “Hic sunt sirenae” (Aquí están las sirenas) escrita en medio de las áreas destinadas a los océanos. Cristóbal Colón, también asegura que él y sus hombres las vieron, aunque no tan bellas como cuentan las historias

 

Las criaturas mitad mujer mitad pez se remonta también a la Edad Media y a las leyendas celtas y germánicas y a la influencia de la mitología y del folklore nórdico.

 

Las leyendas irlandesas e inglesas hacen también referencias a la presencia de sirenas a lo largo de sus costas, mientras que la mitología germánica las ve surgir de la espuma de las olas. La tradición bretona relata que Ahez, hija del rey Grallon, habría sido sumergida en las aguas por haber entregado la ciudad de Ys al diablo y a las olas, y se habría convertido en sirena.

 

El primer ser con cola de pez registrado por la historia fue Ea, un dios pez, más conocido como Oannes, una de las tres grandes deidades de los babilonios. Ejercía dominio sobre el 'mar y también era el dios de la luz y de la sabiduría, además de haber sido quien llevó la civilización a su pueblo. Oanne fue originalmente el dios de los acadios, pueblo semita del extremo norte de Babilonia; los babilonios derivaron de él su cultura y ya en el año 5000 a.C. se le adoraba en Acad.

 

En el Medio Oriente, las primeras historias de sirenas surgieron en la Asiria, 1000 A.C., y en ellas se representaba a las sirenas con cuerpo de pez y torso y rostro de mujer.

 






 

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