SITIO DE LISANDRO REYES ARMSTRONG
El sitio del TATA-LICA

3ra Parte: Era Imperial

DESDE:  221 AC          HASTA:  1911 DC
14  Dinastías:   Qin 221 AC,   Han 207 AC,   Tres Reinos 220 DC ,   Jin (Chin) 222,   Dinastías del Sur y del Norte,   Sui 581,
Tang 618,   Liao 907,   Song 960,   Jin 1115  (Tartara),   Yuan 1279  (Mongola),   Ming 1368  y   Qing 1644 (Manchú)
  
 
DINASTÍA QIN                  221 AC
 
Fue una de las dinastías que menos tiempo se mantuvo en el poder, catorce años, pero que realizó grandes e importantes transformaciones cuya su influencia se deja sentir hasta el presente. Destacó el primer emperador Qinshihuang, (también Qin Shi Huang Di), que fue el artífice y creador de los enormes logros de la dinastía. Gobernó con mano de hierro en forma despótica y cruel. Se auto-denominó como Primer Emperador y pretendía que sus sucesores de denominaran Segundo Emperador, Tercer Emperador, etc...
Territorio: Abarcó la parte principal de la China actual



Características: El emperador Qinshihuang desmanteló el sistema feudal de los Zhuo y comenzó la unificación deChina, confiscando las tierras de los reyes y príncipes, repartiéndolas entre los campesinos; demuele las fortificaciones de las ciudades y las murallas del interior y acaba con los regionalismos mediante masivos trasplantes de población. Obligó a 120.000 nobles a trasladarse a su capital, Xianyang, donde los convierte en sus cortesanos manteniéndolos así bajo su control. Hizo construir para ellos, lujosos palacios en las cercanías de la capital, donde vivieron del estipendio gubernamental. Mantiene la estructura de gobierno legalista Qin, de tres ministros y tres canales de administración: civil, militar y supervisión, que se extienden por todo el país. Se crean 36 prefecturas, cuyo gobierno queda en manos de funcionarios nombrados por el Emperador.
El esquema legalista de gobierno, basado en que la autoridad del gobernante emana de las normas del derecho, y no de normas morales (como las confucianas) y que la sociedad puede ser gobernada con la sola aplicación de las leyes, se endureció y se llevó a extremos. Se decretaron leyes duras y estrictas, con premios para los que lograran las metas fijadas y fuertes castigos para los que no las lograran. Hubo castigos horribles para los que delinquían, los delitos de traición o rebelión podían llevar al culpable a ser hervido vivo en un caldero o descuartizado por carros o cortado por la cintura en dos pedazos. Los delitos menores recibían mutilaciones
Cultura: La concentración de los 120.000 nobles en los lujosos palacios cercanos a la capital hizo de aquello un activo polo de desarrollo cultural que atrajo a comerciantes, artistas, joyeros y artesanos, pero debido a las críticas de los intelectuales, Qinshihuang, absolutamente intolerante y en su estilo, puso en marcha lo que llamó una unificación cultural: hizo quemar los libros de filosofía y de historia opuestos a su pensamiento y masacró, enterrando vivos, a 460 político-intelectuales, la mayoría Confucionistas. Obsesionado con la posibilidad de ser asesinado, construyó para su residencia, un inmenso y lujoso palacio con tantas habitaciones que nadie sabía dónde se encontraba y donde dormía.
También estaba obsesionado con la inmortalidad, por lo que se rodeó de alquimistas, astrónomos y médicos con la pretensión de que le ayudasen en su propósito de lograrla. Tal obsesión, unida a su gusto por lo monumental y la magnificencia imperial, dio como resultado la construcción de su grandiosa tumba que es uno de los monumentos más asombrosos de la historia del arte: en su viaje a la inmortalidad le acompañarían sus servidores, concubinas y su ejército: mandó enterrar junto a su tumba una reproducción de 6.000 guerreros, en terracota, de sus fuerzas armadas. (La tumba fue descubierta recién en 1974).
Logros: Unificación de las leyes para todo el territorio aboliendo las leyes locales de los antiguos feudos; unificación de los caracteres chinos de escritura y establecimiento de un primer intento de lexigrafía, con el fin de que los funcionarios pudieron entenderse en todas las prefecturas del imperio; se unifican las monedas, pesos y medidas; se construye una extensa red de carreteras del mismo ancho, lisas y arboladas; se estandariza el ancho de los ejes de los carros para que puedan llegar a todo el imperio; mejora la agricultura con mayor irrigación y con el uso de fertilizantes y en el ejército implanta la cerbatana de hierro.
La Gran Muralla: En el norte los xiongnu se habían convertido en una constante amenaza por lo que son expulsados  hacia el Norte y se construye la Gran Muralla que se extiende, por más de 6.000 Km, sin interrupciones desde el desierto hasta el mar.
El canal Lingqu: Las escarpadas montañas que separan las cuencas de los ríos Yangtze  y Xijiang dificultan el paso hacia el sur de China, por lo que Qinshihuang hizo construir el canal Lingqu  de 36,4 km, que por ser la única vía de comunicación con el Norte, tendrá gran repercusión sobre el desarrollo posterior del sur de China. Permitió  la navegación fluvial de más de 2000 km desde la latitud de Pekín hasta la actual Hong Kong.
Es el canal más antiguo del mundo, fue equipado con treinta y seis esclusas en el año 825 DC y se ha mantenido unido a otros canales construidos más tarde, como una de las principales vías de comunicación con el sur hasta principios del siglo XX. Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Gracias al canal Lingqu, los chinos consiguieron atravesar las provincias de Guangxi y Guangdong, hasta el puerto de Cantón y el norte de Vietnam, dividiendo la región en tres comandancias. Para garantizar la presencia china, en los años siguientes serán deportados al sur como colonos más de 500.000 convictos.
En las obras que realiza: la Gran Muralla, el canal Lingqu, sus palacios imperiales, su magnífica tumba y el vanguardista sistema de carreteras que comunicaba todas las regiones de China, se llegaron a emplear a casi dos millones de personas: condenados, deportados y campesinos en trabajo forzado, en gran parte producto de las estrictas y duras leyes del sistema.
Fin de la Dinastía Qin: Qinshihuang murió en el año 210 AC, su ministro Li Si y el eunuco Zhao Gao conspiraron para inducir al suicidio al príncipe heredero. Pronto Zhao Gao se deshizo de Li Si y quedó como ministro. Fue eliminando a sus opositores y a la familia imperial y gobernó con una crueldad que colmó la paciencia del pueblo chino. Una ola de rebeliones se extendió por China. En los últimos días de la dinastía Qin, solo quedan los generales Liu Bang y Xiang Yu rivalizando para tomar el poder y convertirse en sucesor del Imperio. En la corte, el eunuco Zhao Gao se hace fuerte, hace asesinar al segundo Emperador y trata de pactar con Liu Bang, quien estaba en las cercanías amenazando a la capital, pero es rechazado. Asciende el tercer Emperador, que dura sólo 46 días, hace ejecutar a Zhao Gao y entrega el poder a Liu Bang en 206 AC. Éste no asume como Emperador ni saquea la ciudad, sino que entrega el poder al general Xiang Yu que, en las cercanías de la capital, lo amenaza con un ejército que lo cuadruplica en fuerzas. Las tropas de Xiang Yu arrasan la ciudad, saqueando sus riquezas, incendiando sus palacios y bibliotecas y exterminando a la familia imperial. No hubo un sucesor inmediato sino que después de siete años de guerras, Liu Bang derrota a sus rivales y asciende como primer emperador de la dinastía Han en 202 AC .
La dinastía Qin sucumbe víctima de los enormes odios que ha despertado. El régimen legalista que, mediante la aplicación de leyes rigurosas había proporcionado la hegemonía al Reino de Qin, convirtiéndolo en una dinastía, fracasa ahora ante un pueblo explotado por las continuas levas para las grandes obras imperiales, oprimido por durísimas leyes e inhumanos castigos y esquilmado por impuestos abusivos y en el que las rígidas leyes no pueden contener el odio y la rebelión.
Soberanos: Hubo tres soberanos
Terminó en: 206 AC     Duró 14 años
 
DINASTÍA HAN   207 AC
 
La dinastía Han imprimió el carácter de lo que sería la China del futuro. Las instituciones sociales que se diseñaron se mantendrán vigentes, con algunas modificaciones, hasta principios del siglo XX. Los chinos, para referirse a sí mismos, aún se denominan ‘Han’. Fue creada por la familia Liu. Al comienzo de la dinastía se le atribuyen dos fechas, tanto el 206 AC cuando cayó la dinastía Qin, como el 202 AC, cuando ascendió Liu Bang, el primer emperador. Tiene dos etapas: la Dinastía Han Anterior o Han Occidental o de Oeste (207 AC – 9 DC) que fue interrumpida por el período Xin de Wang Mang, entre el 9 y el 24 DC y luego la Dinastía Han Posterior o Han Oriental o del Este (25 – 220 DC).
Territorio: El imperio se expandió hacia el oeste hasta llegar a la depresión de Tarim (en la actual Región Autónoma Uigur de Xinjiang). Los ejércitos chinos invadieron y se anexionaron partes del norte de Vietnam y Corea hacia el final del siglo II AC.  El imperio de los Han y el imperio romano eran los mayores que existían en ese momento en el mundo conocido.



Características: El gobierno de los Qin se había desintegrado y a los Han les llevó un buen tiempo volver a normalizarlo. En la sangrienta revuelta que terminó con los Qin, se produjo una hambruna atroz en la que murió aproximadamente la mitad de la población china. La reconstrucción del imperio fue costosa y se debieron tomar una serie de medidas urgentes. Los gobernantes de este período intentaron gobernar China combinando métodos legalistas con las ideas filosóficas taoístas. Durante esta era seudo-taoísta, surgió un gobierno estable y centralizado mediante la revitalización de los sectores agrícolas. Los gobernantes Han, mantuvieron casi todas las leyes de los Qin, pero su aplicación fue menos severa y estricta. Mantuvieron la prohibición de los libros decretada por el emperador Qinshihuang de la dinastía anterior.
Durante la dinastía Han, se adoptaron las enseñanzas de Lao-Tse y de Confucio. Más tarde se abandonó el taoísmo y China se convirtió oficialmente en un estado confuciano. Los Han reforzaron el sistema de administración a cargo de funcionarios letrados, cuya educación la otorgaba gratuitamente el estado. Más tarde fueron llamados ‘mandarines’ por los portugueses, los primeros europeos en asentarse en China. Para trabajar en el servicio público había que demostrar en exámenes ad hoc, el conocimiento de las enseñanzas de Confucio, requisito que rigió hasta la instauración de la República en 1912. Los administradores letrados se ocupaban del calendario, organizan el transporte e intercambios, vigilan las construcciones, ordenan los trabajos y en general eran los directores de la sociedad, en la práctica eran los que gobernaban y fueron en ocasiones los verdaderos detentores de poder.
Los terribles nómades Xiongnu: La principal preocupación del imperio era la frontera norte y el oeste donde los Xiongnu, guerreros nómades procedentes de  Mongolia, amenazaban constantemente con sus correrías, debido a la fuerte diferencia cultural y de riqueza entre ambos pueblos y a las necesidades contrapuestas: los nómades necesitaban alimentos y los agricultores tierras. Los fieros Xiongnu eran los antecesores de los terribles Hunos que dos siglos después asolaron a Europa.
Circa 140 AC los Xiongnu se convirtieron en una seria amenaza para la capital del imperio y sus alrededores. Los xiongnu, habían sido expulsados al norte de la Gran Muralla, pero regresaron a la llanura de Ordos, al sur de la Muralla, se consolidaron, crecieron y se hicieron poderosos bajo el liderato de Modu (reinó 209-174AC),  por lo que los Han trataron por todos los medios enfrentarlos con los reinos rivales de su vecindad, para atacarlos en dos frentes. Los conflictos y las guerras continuaron hasta  el año 51 AC cuando finalmente los Xiongnu deciden formar parte del ámbito chino y se auto-declararon protectores de la frontera del imperio, por lo que recibieron generosas recompensas. Con esto reciben de forma pacífica y gratuita lo que antes conseguían por comercio o saqueo: sedas, vino, granos, y ocasionales princesas con las que sellar la amistad. Aun así, tomó otro siglo para que aceptaran de lleno el vasallaje.
El creciente progreso y la riqueza de China, así como la unificación del imperio, incentivó su expansión. Esto se hizo de dos maneras: con la lenta y continua absorción de pueblos colindantes y aprovechando el interés de otros pueblos que se sintieron atraídos y quisieron formar parte de la cultura y riqueza de China. China tomó el control de la Ruta de la Seda, la población llegó a los 50 millones y el imperio extendió su influencia cultural y política sobre los actuales Vietnam, Asia central, Mongolia y Corea.
Los Han desarrollaron con los pueblos no-chinos, un sistema tributario mutuamente beneficioso, explicado más abajo en el apartado ‘Visión de la civilización y vasallaje’. A esos estados tributarios se les autorizaba comerciar con el imperio y se les daba cierta autonomía a cambio de la aceptación de la hegemonía Han y el pago de tributos. Los lazos tributarios más importantes se confirmaron y reforzaron a través de enlaces matrimoniales entre clases altas y de intercambios periódicos de regalos y bienes. Los regalos destinados al vasallaje de los reinos de la Ruta de la Seda y tribus aliadas de Mongolia, fueron una carga para el erario imperial, pero la concesión de títulos chinos y la educación de los príncipes extranjeros en la corte imperial, acabarán por llevar a estos reinos a la esfera cultural china. El vasallaje mantendrá una estrecha relación entre China y esos pueblos hasta mucho después de la caída de la dinastía Han.
Los Han también fueron buenos navegantes, inventaron el timón de codera, aprendieron a usar los vientos monzones para navegar hasta las islas vecinas y llegaron comerciando por mar hasta Malasia y también tuvieron contacto con Burna (la actual Myanmar).
Los chinos no encontraron en la periferia de su creciente civilización, pueblos con sistemas de gobierno tan civilizados y cultos como eran ellos. Eso reforzó su sentimiento de superioridad y de autosuficiencia y los hizo arrogantes y etnocentristas. Pretendieron expandir su influencia política y cultural a los pueblos de su alrededor, a los que consideraban inferiores.
Emperatrices y concubinas: A la muerte de Liu Bang se inicia uno de los procesos que serán constantes a lo largo de la dinastía Han, la interferencia de princesas y concubinas en el gobierno de China, producto de que no encontraron una fórmula capaz de garantizar la sucesión estable de los emperadores: la emperatriz sobrevive al emperador y como el heredero es menor de edad, gobierna como regente manteniendo los privilegios conseguidos para sus cercanos y familiares. Reina primero en nombre del heredero, pero frecuentemente lo hace desaparecer, en algunos casos al alcanzar la mayoría de edad, designando entonces un nuevo emperador fiel a su camarilla, o incluso estableciendo una nueva dinastía encabezada por ella misma. Las concubinas complotan para impedir la aparición de nuevos herederos o protegiendo otros, enredando más las intrigas palaciegas.
El periodo de los Han Orientales estuvo particularmente plagado de conflictos causados por los eunucos. Hacia el fin de esa era se generaron largas y destructivas luchas por el poder entre los eunucos provinciales y los funcionarios ayudados por los eunucos de la corte; entre los años 168 y 170 el conflicto entre los eunucos y los burócratas tomó especial virulencia.
Cultura: En esta dinastía se instituye la primera Universidad Imperial con numerosas escuelas en las provincias. Fue fundada por el emperador Wu Di en el año 124 AC. La formación se centraba en las enseñanzas de Confucio, especialmente para justificar filosóficamente el poder absoluto del emperador. La Universidad que cuenta con sólo 50 alumnos el año de su fundación, alcanzará los 3.000 en el año 50, y a partir de los primeros años de nuestra era, suministrará todos los funcionarios necesarios para la administración del imperio.
Se fomentó la educación y la escritura en el recién inventado papel de arroz. Los logros intelectuales, artísticos y literarios revivieron y florecieron. El periodo Han produjo el historiador más famoso de China, Sima Qian (145 AC – 87 AC ?), cuyas memorias históricas proveen una crónica desde la dinastía Xia hasta el emperador Wu Di (141AC - 87 AC). Los Han fomentaron la escritura del chino para que se entendiera en todo el imperio, pese a la diversidad de leguajes y dialectos. Así se podían entender con pueblos con los que no comprendían su idioma hablado. La influencia de la escritura China se expandió por Japón, Korea y Vietnam. El idioma chino escrito era entendido en toda el Asia cercana a China.
Aun cuando en el reino se implantó el austero código Confuciano, en la corte y en la nobleza las costumbres fueron liberales en extremo. Era frecuente el bisexualismo y el incesto entre los emperadores y en la familia real, la homosexualidad era tolerada y no causaban extrañeza costumbres inmorales y crueles en la nobleza.
Visión de la civilización y el vasallaje: Tanto el pueblo chino como sus dirigentes asumieron como evidente que China, dirigida por el Hijo del Cielo, no podía ser sino el centro del mundo civilizado. El soberano de China por ser una figura de significación universal y personificación de virtudes, debería ser bondadoso e indulgente con aquellos que vivían fuera de sus fronteras, bárbaros por definición y fuera de la civilización china. No obstante aquellos barbaros con los que limitaban, eran considerados parte de su ámbito como protectores de la frontera. A los pueblos bárbaros que pagaban tributo, se les daba el trato de estados dependientes o vasallos. Se les asignaba una autoridad china, representante del emperador, encargado general pero que no intervenía en asuntos internos. El pago de tributos, que muchas veces era sólo simbólico, producía recompensas para los estados dependientes. Más que nada, el vasallaje significaba paz, aliados en caso de guerra y la hegemonía de China.
El sistema de tributos de China, fijaba las reglas, la forma y los medios por los cuales los reinos extranjeros podrían tener relaciones con el imperio. Enfatizaba el comportamiento ritual y ético. Se esperaba que los pueblos que enviaban embajadas no sólo llevaran tributos, sino que se comportaran de manera de reconocer a China como centro de la civilización humana y la hegemonía de China en la región. Eran importante, no solo las reglas sino también la `presencia’, la ‘cara’ (desde la vestimenta), tema que había sido por siglos, central en la cultura China en las relaciones entre las personas, la sociedad, las autoridades y con otros pueblos. No sólo China era el natural ‘Reino Intermedio’ entre el cielo y el resto de la tierra, sino que su emperador era el patriarca de la familia de pueblos centrados en China. Si todo iba bien, como recompensa al tributo y a su buen comportamiento, los pueblos extranjeros eran reconocidos por el emperador y se les otorgaba derechos de comercio y por esa vía acceso a la cultura China.
Para los chinos ese sistema les daba una constante reafirmación de su visión del mundo. Les demostraba que fuera de China había sólo bárbaros que eran atraídos por el brillo de la rica civilización superior de China con su arte, literatura, teatro, seda y porcelana y estaban ansiosos de beneficiarse de ello. Esta visión continuó resonando en los siguientes milenios hasta el siglo XX, tanto entre los mismos chinos como por los admiradores externos de China.
El sistema estaba sometido a estrictas condiciones rituales. Se les daría permiso para entrar en contacto y comerciar, siempre que el gobernante local o sus emisarios, no sólo demostraran subordinación al emperador por medio de tributos, que podrían ser simbólicos, sino que, al ser presentados debían cumplir con el estricto ritual ante el emperador: arrodillarse tres veces tocando el suelo con la frente y las nueve venias, en señal de respeto y obediencia. En retribución, el emperador concedía el estado de vasallo, se sellaba con una credencial escrita, un sello de oro de dicho rango, un calendario chino y como regalo de buena voluntad: joyas y prendas de oro.
El ritual fue a veces rechazado por algunos embajadores por considerarlo denigrante o servil, con la consiguiente pérdida de posibles acuerdos comerciales, políticos o militares.
Religión: El budismo se introdujo en China durante esta dinastía.
Comercio y Ruta de la Seda: Se propició un gran intercambio de mercancías por la Ruta de la Seda, que va del Océano Pacífico hasta Persia e India. Los chinos se constituyeron en los garantes del libre flujo de caravanas por esa ruta la que pondrá en contacto las dos civilizaciones más poderosas del momento: la china y la romana pero entre las cuales no habrá comercio regular. El poco comercio con el imperio romano era bastante desigual; China exportaba especias, artesanías, porcelana y principalmente, seda, en cambio el imperio romano únicamente podía ofrecer oro y plata, puesto que no poseían manufacturas de interés para los chinos. La apertura de las comunicaciones hacia Occidente permitió la entrada en China del budismo.
En general, el comercio exterior de China resultó en un gran desbalance, desde el comienzo los occidentales estuvieron altamente interesados en lo chino, en cambio los chinos no encontraron nada que les interesara en el exterior salvo algún ocasional comercio menor. Los chinos no se interesaron por explorar, conquistar o colonizar fuera de Asia.
Inventos y Tecnología: Para el comienzo de nuestra era, China había hecho importantes progresos tecnológicos. Además de la seda, habían inventado: la brújula, la ballesta, el papel y la tinta, el collar de tiro de los caballos, la reja del arado, la carretilla de mano, el sismógrafo (15 siglos antes de Galileo) y el timón de codera de los buques. Tenían el concepto de la observación de la tierra como esfera a través de una grilla, desarrollaron grandes avances en astronomía, inventaron relojes de sol y de agua, dividieron el día en doce periodos iguales, desarrollaron un calendario lunar que se mantuvo en uso hasta 1912 y registraron regularmente los eclipses de sol. En matemáticas, desarrollaron un sistema decimal, fueron los primeros en dar valor a cada dígito según su posición relativa. En medicina  hubo importantes progresos: conocían la circulación sanguínea (1600 años antes de Harvey), el médico Hua Tuo (145 - 208) hacía cirugía abdominal con anestesia total, 1600 años antes de que se usara en Europa. Se progresó en la acupuntura, el médico Huang Fumi (215-282) publicó el primer manual de acupuntura. También se desarrolló la alquimia impulsada por el taoísmo.
Todo estos avances tecnológicos reforzaban el sentimiento de superioridad que tenían los chinos por sobre los atrasados pueblos que la rodeaban o que se acercaban a sus dominios.
Contacto con occidente: No hubo una relación directa entre China y el Imperio Romano, ambos eran conscientes de la existencia del otro, y existía un vínculo comercial a través de los otros imperios que existían en Asia Central y que actuaban como intermediarios, como los partos. Uno de los pocos contactos directos fue un convoy romano representando a Antonino Pío (circa 150 DC) que alcanzó hasta la capital Luoyang y fue recibido por el emperador Huan. Con otras civilizaciones como la egipcia, y la Satavahanas y la Vakataka en la India no hubo relaciones.
Dinastía Han Occidental  o del Oeste (207 AC – 9 DC) Una vez en el poder, Liu Bang (gobernó 206-195AC) le concedió 39 de las 54 provincias a sus generales como feudos, pero supervisados por funcionarios dependientes del emperador. Esos feudos aumentaron su poder, formando reinos casi independientes. Por otra parte desmovilizó el ejército para quitar el control militar a sus antiguos generales, consolidándose en el poder. Mantuvo la administración y reforzó a los funcionarios letrados de los Qin creando la Universidad Imperial. Ordena reconstruir caminos, canales y murallas, consiguiendo hacer de China una entidad territorial unificada. El propio Liu Bang dirige la política exterior, la interior y las finanzas, mientras las administraciones provinciales se ocupan del transporte, el comercio, la justicia, educación e higiene. Esta autonomía provincial permitirá que, a pesar de las luchas palaciegas que se suceden tras la muerte de cada emperador, la administración del país se mantenga inalterada. En el reinado de Jingdi (157-141AC) se produjo lo que se llamó la rebelión de los “Siete Reinos” liderada por los príncipes de Wu y Chu pero que fueron derrotados en el 154 AC.
El emperador Wu Di (gobernó 141-86AC): En su reinado se alcanza la Edad de Oro de la dinastía Han. A lo largo de su reinado, uno de los más largos e importantes de la historia china, el panorama del país cambia por completo. Fue llamado el «emperador marcial”, por sus muchas y exitosas campañas. Sus dominios se extienden como nunca antes se había hecho, alcanzando regiones hasta entonces desconocidas. Añadió a su Imperio parte del Asia Central, Corea y gran parte del sur de China actual. Con mucho esfuerzo y gastos, derrotó a los xiungnu de Mongolia.
La paz interior empieza a dar sus frutos. Su política es benevolente, baja los impuestos, organiza el cuidado de los ancianos e inicia la reforma penal: deroga cuatro de los cinco duros castigos utilizados desde la dinastía Shang (mutilaciones y castración), y acaba con el castigo de los tres clanes (responsabilidad penal del inculpado extendida a los clanes del padre, de la madre y al de su esposa). El Estado asumió un papel vital en la economía y creó el monopolio del hierro, la sal y el alcohol. Para mantener estables los precios del grano se crearon Graneros Normalizadores del estado, que compraba cereales cuando había abundancia y los vendían en tiempos de escasez.  Wu Di lideró un régimen menos brutal que el de los Qin, bajo el cual el legalismo fue sustituido por el confucianismo como ideología dominante. En la última fase de su gobierno, Wu Di aplicó una política expansionista y la China Han pronto englobó el norte y el sudoeste. Corea, Vietnam y Asia Central fueron colonizados. Durante su reinado, China experimenta un progreso económico, al roturarse nuevos campos y mejorarse las técnicas agrícolas, crecen las cosechas y la población. Tanto los campesinos como los aristócratas viven bien. Sus costumbres imitan a los nobles de antaño, reviven viejas tradiciones, convirtiendo a Confucio en su maestro y modelo, abandonando el Taoísmo.
El general Zhang Qian: Apertura de la Ruta de la Seda. En el año 138 AC, Wu Di envió al prestigioso general: Zhang Qian en misión exploratoria y diplomática a buscar reinos rivales o enemigos de los Xiongnu, para hacerlos sus vasallos o aliados para combatir a los Xiongnu en dos frentes. Fue capturado pero escapó, recorrió extensos territorios, visitó reinos y regresó después de 13 años con importante información de los territorios que recorrió, su población y condiciones, en zonas desconocidas por los chinos tales como Ferghana, Bokhara, Samarkand. También supo de la existencia de rutas comerciales más al sur que, a lo largo de las rutas de las caravanas que seguían cadenas de oasis bordeando desiertos desde el Asia central llegaban hasta la India.
Los Han enviaron nuevas expediciones lideradas por Zhang Qian pero fracasan en establecer una ruta comercial y alianzas militares con los reinos que la bordeaban, por lo que recurren a la diplomacia atrayendo con espléndidos regalos a esos primitivos reinos. Con ello consiguen establecer lo que más tarde se llamó la Ruta de la Seda que iba desde Chang'an, pasando por Sinkiang y Asia Central hasta la costa este del Mar Mediterráneo.
A distinción de otros pueblos asiáticos, los chinos no eran buenos criadores de caballos, pese a su intenso uso en el ejército y en la agricultura, por lo que siempre tuvieron que importarlos. El general Zhang Qian descubrió que en el reino de Ferghana  y en otros pequeños estados en el oeste del Turquestan, existía una excepcional raza de caballos que eran famosos por su belleza, fuerza y velocidad, por lo que la conversión de esos reinos al vasallaje chino fue muy importante. Más tarde, la posesión de uno de esos espléndidos caballos Ferghana fue un símbolo de posición social en el imperio chino.
En todo caso la Ruta de la Seda era altamente inestable lo que dificultaba el comercio, pese a que ya se conocía al “país de la seda” y su riqueza y avanzada cultura. Tras las expediciones de Zhang Qian y las alianzas con los pueblos que la rodeaban, el camino se hace más seguro, y las salidas comerciales se multiplican. Cada año partirán desde Chang’an, la capital de China, entre cinco y doce misiones al oeste, formadas cada una de ellas por varios cientos de personas, que llevan seda y otros productos chinos para comerciar con los pueblos de la zona.
Cantón se había convertido en el principal puerto del Sudeste de Asia, comerciando con regiones tan lejanas como la India y Arabia por lo que Wu Di envía un ejército colonizador en el año 114 AC. Tras cumplir sus objetivos, en el año 111 los soldados chinos siguen hacia el norte de Vietnam, que durante los próximos diez siglos permanecerá integrado al el imperio chino. En Vietnam se establece una burocracia dirigida por funcionarios ilustrados, semejante a la china. Los caracteres chinos son utilizados por la clase culta, que domina, como sus pares de la capital, las enseñanzas básicas del confucianismo.
Para evitar los desórdenes sociales, Wu Di refuerza ideológicamente el poder imperial. Bajo la influencia de su primer ministro Dong Zhongshu acaba oficialmente con la influencia legalista, decretando en 140 a.C. el confucianismo. Dong Zhongshu enfatiza las tres relaciones ideales del confucianismo: el soberano gobierna a los súbditos, el padre a los hijos, el marido a la mujer.
El buen desarrollo del comercio interior, con un tráfico fluido de hierro, sal, ganado, seda y cereales, permite a los comerciantes acumular grandes fortunas; mientras, el carácter deficitario del comercio exterior genera una salida de capital chino al exterior. La industria se desarrolla con fuerza durante estos años. En las ciudades principales existen grandes talleres de fundición de hierro y grandes telares donde se teje la seda, que algunas veces cuentan con miles de obreros.
Las guerras de Wu Di provocaron un empobrecimiento de la economía del imperio. El estado se deteriora, los campesinos empobrecidos venden sus tierras, que son acumuladas por los terratenientes, con lo que el estado pierde impuestos, las obras públicas son desatendidas, disminuye el poder del estado y aumenta el de las familias nobles, que van formando partidos o camarillas que controlan para su provecho los resortes del poder. Las diferencias sociales cada vez son mayores, los desastres naturales dejan empobrecidos a millones de campesinos. A la muerte de Wu Di, la regencia de Huo Guang, que solo se preocupa de elevar a los miembros de su familia a los puestos principales de la Administración, marca el inicio de una evidente decadencia en la sociedad Han. La corrupción en la corte y la concentración de tierras en manos de los terratenientes impedirán cualquier reacción efectiva. La última emperatriz que gobierna como regente en nombre del emperador Cheng Di (32-7 a.C.), profundiza el caos que propicia el aprovechamiento de su sobrino: Wang Mang para hacerse con el poder. El río Amarillo se desborda en el año 6, y de nuevo en el año 11, lo que profundiza el caos.
Período Xin (9 DC – 23 DC): Wang Mang, aprovecha la incertidumbre durante la regencia de la emperatriz y se proclama a si mismo emperador. Fue un gobernante incompetente, fue derrocado y muerto en el año 23. La Dinastía Han fue restaurada por los descendientes del clan imperial original. En ese período, las rebeliones de los Leñadores Verdes y las Cejas Rojas obligan a trasladar la capital desde Xi'an a Louyang. Algunos historiadores mencionan esta época como la Dinastía Xin.
Dinastía Han Oriental o del Este (25 – 220 DC): Pese a que esta dinastía nunca consiguió aglutinar completamente a la población bajo su liderazgo, éste fue uno de los periodos más prósperos de la dinastía Han, al menos durante el reinado de los primeros tres emperadores, durante el cual no hubo revueltas importantes, ni dentro de China ni con los Xiongnu. El comercio floreció y la Ruta de la Seda se convirtió en una de las vías más importantes para el comercio exterior. Durante este período se inventó el papel, hecho de seda de gran calidad que fue una revolución en las comunicaciones y en la enseñanza, reduciendo de forma drástica los costos. Monopolizados por el estado, los Han disponía de 48 grandes fundiciones con miles de obreros. También en esta época se inventó el sismógrafo y destacó el médico Hua Tuo haciendo cirugías con anestesia. La poesía floreció, uno de sus exponentes fue el poeta Xi Kang nacido circa 240 DC. La pintura y los trabajos en laca alcanzaron gran desarrollo, lo mismo la astronomía. Aparecieron libros de matemática, medicina y acupuntura.
El primer emperador de esta etapa: Guang Wu (gobernó 25-57DC) derrotó definitivamente a los rebeldes de las Cejas Rojas, reconstruyó y reunificó al país y restauró los trabajos de control de inundaciones. Los diques que se construyeron en el río Amarillo evitarán que cambie de curso durante los siguientes 800 años. Durante el reinado de su hijo Ming Di (58-75) que lo sucedió, llegó el budismo a China desde la India, presumiblemente vía Ruta de la Seda. En el año 73 el emperador Ming Wu envía al general y diplomático Ban Chao a recuperar el dominio de la Ruta de la Seda, quien emplea con éxito la táctica de utilizar las rivalidades de los pequeños reinos de los oasis en su propio beneficio. Controladas las principales rutas comerciales, se establece en Kashgar, desde donde controla a los reinos de los oasis y envía patrullas hasta el mar Caspio y el Mar Negro. Más tarde Ban Chao venció a los xiongnu cerca del lago Barkul  en el sur de Rusia, cerca de la frontera y firmó con ellos un tratado de paz que apaciguó esa frontera noroeste. Se establecieron colonias militares y se sometió la región de los oasis de Turfán y Kucheng y toda la meseta del Tarim. Aplacados estos confines, el general dirigió un ejército de cerca de setenta mil hombres hasta las fronteras europeas, de donde regresó en el año 101 con noticias del Imperio Romano.
La decadencia de los han del Este: Fue un proceso continuo, de concentración de tierras y poder en manos de unas pocas familias, que acumularon riquezas y crearon ejércitos para protegerlas, mientras los campesinos se empobrecían.
Desde el año 88 al 146 la política está marcada por las tensiones entre las familias de las emperatrices, los eunucos y los gobernadores militares. En el año 135, los eunucos consiguen que se les reconozca el derecho a adoptar hijos, lo que les da la posibilidad de tener herederos para sus fortunas, que cada vez son más abultadas, incluyendo tierras, palacios y joyas.
Las primeras rebeliones campesinas, reacción del pueblo empobrecido, comienzan en el año 107.  En el año 159 el emperador Huan destruyó a la familia Liang con la ayuda de los eunucos que pasaron a ocupar los principales cargos del gobierno. A su muerte nueve años más tarde, los terratenientes pusieron sus esperanzas en Dou Wu, regente del emperador niño Liang, pero sus esperanzas se verían frustradas a los pocos meses cuando Dou Wu y sus seguidores fueron aniquilados por los eunucos. Hasta el final de la dinastía, serían los eunucos los detentores del poder político, mientras que el poder real era de los terratenientes. Esta contradicción convertiría al sistema en insostenible.
El emperador Huan Di (gobernó 146-168), sin posibilidad de acercarse al poder real, se encerró en su palacio y se dedicó a los placeres. No tuvo ningún hijo varón, posiblemente porque las concubinas embarazadas eran inducidas a abortar por la emperatriz, que no quería un heredero varón que pudiera poner en peligro su puesto. Durante el reinado de este emperador, en el año 166, llega a China el primer embajador del Imperio Romano. Ha seguido la ruta marítima, por la que desde hace años se mantienen relaciones comerciales a través de India y Persia.
Las desastrosas inundaciones del río Amarillo de la década de 170 no hicieron más que empeorar la situación: la pérdida de las cosechas creó periodos de hambruna que alimentaron las rebeliones. El emperador es poco más que un títere, primero en manos de la emperatriz, y posteriormente de sus eunucos. Su utilización de los eunucos para frenar a las familias de los poderosos se convertirá posteriormente en un peligro, ya que a partir del reinado de Huan Di, éstos aumentan tremendamente su poder y acaban por quedar fuera del control del emperador. De hecho, desde la muerte de Liang Ji los eunucos ya se han hecho con el poder en la corte. En el año 189  asesinan al general He Jin, que ha solicitado al ejército que controle el poder de los eunucos. El asesinato de He Jin llevará a una matanza general de eunucos, en la que más de 2.000 serán asesinados por los soldados enfurecidos.
Según se deteriora la situación económica se intensifican las revueltas campesinas. La más importante es la de los Turbantes Amarillos. Están presentes en ocho provincias, donde sus seguidores se cuentan por millones. La represión fue cruel, despiadada y ejemplarizante. Causó más de 500.000 muertos. Tras acabar con la rebelión de los Turbantes Amarillos los militares se hacen con el poder. El emperador es solo un títere en manos de los generales. El general Dong Zhuo, tras masacrar a los eunucos, saquea la capital, quema los palacios, profana las tumbas y captura al emperador. Luoyang, la capital, fue incendiada y también su biblioteca. Luego los generales de la represión se enfrentan entre ellos por conseguir el poder imperial. Tras diez años de turbulencias Cao Cao y Yuan Shao quedan como los únicos contendientes. El último emperador Xian Di sube al trono en 189. Cao Cao se lo lleva a su capital y le convierte en marioneta.
A la muerte de Cao Cao, su hijo Cao Bei hace abdicar al último emperador Han, instaurando la dinastía Wei en el año 220, con capital en Luoyang. Al año siguiente, Liu Bei restablece la dinastía Han en la región de Sichuan y poco después Sun Quan se proclama emperador de Wu, con capital en Nanjing. Con ello comienza la época de los Tres Reinos.
Soberanos: En la Dinastía Han Occidental, hubo 15 soberanos
                   En la Dinastía Han Oriental, hubo 4 soberanos
Terminó en:  el 220 DC     Duró 422 años
 
En esta época, en otras culturas fuera de China, en el año 4 DC nace Jesús de Nazaret, el 59 AC Julio Cesar asciende al trono, el 27 DC muere el gran Augusto y circa 116 DC es el apogeo de Roma. En Egipto estaban en el período Helenístico y Romano. Los Partos estaban en la mitad de su desarrollo y en la India se desarrollaban los reinos de Kushan, Satavahanas y Vakataka.
 
ERA OSCURA, DESDE LA CAÍDA DE LOS HAN HASTA LAS DINASTÍAS SUI Y TANG                   220 DC
 
Algunos historiadores llaman al periodo de tres y medio siglos que va desde la caída de los Han hasta la restauración de la unidad del imperio con las dinastías Sui y Tang, como una era oscura en la historia de China, caracterizado por una continua agitación, confusión, debilidad y desunión de los chinos y por gobiernos de poca duración. Fue un tiempo de sangrientas peleas no sólo entre grupos poderosos, sino que también entre los clanes gobernantes que se disputaban el poder. La población disminuyó considerablemente y los deslindes entre los reinos cambiaban constantemente. Algunos pensadores creen que la llegada del Budismo en esa época, suavizó un tanto el horror de esa época. El Budismo introdujo el concepto de la vida después de la muerte y un misticismo completamente ajenos al pensamiento Confuciano además del sentimiento humanitario y caritativo propio del Budismo, que contrastaba con la situación de esos días. En el sur, alrededor y al sur del Yangtzé, hubo más de media docena de dinastías y en el norte ocurría algo similar con una variedad de reinos; por eso los historiadores no están de acuerdo de cómo ordenar y nombrar las distintas épocas, que además, se sobreponen en el tiempo. Estos son: período de los Tres Reinos, las Seis Dinastías, dinastía Jin, dinastías del Norte, dinastías del Sur y los Dieciséis Reinos del norte. Usaremos  aquí: los Tres Reinos, la dinastía Jin y las dinastías del Sur y del Norte, para continuar después con la dinastía Sui y siguientes.
 
PERÍODO DE LOS TRES REINOS              220 DC
 
Wei        (220-265)      Capital: Luoyang     Territorio: Norte                                   Población: 4.400.000
Shu Han   (221-263)    Capital: Chengdu    Territorio: SurOeste                             Población: 940.000
Wu         (222-280)    Capital: Nanjing       Territorio: centro del Sur y del Este     Población: 2.300.000
 


A la caída de los Han Orientales, el Imperio Chino permaneció dividido durante un largo periodo de casi cuatro siglos, período que se inició con el dominio de los Tres Reinos: Wei, Shu-Han y Wu. Aquella breve e intensa época adquiriría después fama, por la novela Romance de los Tres Reinos de Luo Guanzhong, que lo enalteció como una era caballeresca, pero a los ojos de la historia fue una horrible fase sangrienta y convulsa como pocas. La población disminuyó de 56 a 16 millones de habitantes. ¡Menos de la mitad! Aunque los datos puedan no ser muy precisos, las cifras muestran el grado del genocidio que hubo en esa época. Algunos historiadores denominan a esta época como la Era Oscura de China. Por otro lado, aunque China se dividió en esos Tres Reinos, no cabe deducir que quedara disgregada en tres entidades políticas independientes. Es mejor hablar de una guerra civil tripartita, en la que los Tres Reinos lucharon entre sí por imponer su hegemonía y por recuperar el poder imperial de la dinastía Han. Esa lucha acabó con la entronización de la dinastía Jin en el año 265, en el reino Wei, después de que éste derrotara y absorbiera a los otros dos.
En términos económicos la división de los Tres Reinos reflejaba una realidad que perduró largamente. En la dinastía Song, setecientos años después de los tres reinos, era posible pensar en China como compuesto de tres grandes mercados regionales. Estas divisiones geográficas están subrayadas por el hecho de que las principales rutas de comunicación entre las tres regiones, estaban hechas por el hombre.
El reino Wei (220-265)
El primero y el más poderoso, fundado en el año 220 por Cao Cao (155-220), ocupaba el territorio septentrional con capital en Luoyang, era el de mayor potencial económico y demográfico, que aún aumentaría con las reformas agrarias (reestructuración del campesinado, mejora de los métodos e implantación de eficaces sistemas de irrigación) y con la instalación y asimilación en su territorio de contingentes de xiongnu nómadas del norte. Políticamente, siguió un modelo autoritario y centralista, muy militarizado. Cao Cao y sus sucesores en el trono pusieron en marcha en todo el territorio un sistema de colonias agrícolas militarizadas, que les aseguró un buen suministro, tanto de alimentos como de soldados, para sus ejércitos. Tras la muerte a los 65 años de Cao Cao en el año 220, su hijo y sucesor Cao Pi, obligó al emperador a abdicar, se declaró a si mismo emperador del reino Wei y declaró a Cao Cao emperador post-mortem. Cao Cao brilló como gobernante, estratega y poeta. Entre los chinos, su figura es de importancia aún hoy.
El reino Shu (221-263)
Fundado por Liu Bei (161-223) en el sudoeste, en el curso medio del río Yangtsé, con capital en Chengdu, en la provincia de Sichuán, elegida por su ubicación estratégica en la llamada zona de los cuatro ríos, de rica tierra fértil, abarcaría en el momento de máxima extensión las modernas provincias de Gansu, Hubei, Hunan, Guizhou y Sichuán. Desde su feudo, Liu Bei nunca dejaría de sentirse legítimo heredero de la dinastía Han y, en consecuencia, todos sus desvelos se volcarían en reunificar el país bajo su gobierno. Su gran ventaja estratégica era su buena situación, pues su territorio solo podía ser alcanzado a través de dos pasos. Para aumentar su potencial no cejó en someter a los numerosos pueblos indígenas que habitaban los territorios situados al sur y al oeste del suyo. Liu Bei contaba con la ayuda de un excepcional consejero político-militar, Zhuge Liang (181-234). "Zhuge Liang destacó como artista, inventor, filósofo y estratega.
El reino Wu (222-280)
Ubicado en el sudeste, eligió como capital Nankín, en la actual provincia de Jiangsu, en el curso bajo del río Yangtsé, para controlar desde ella el comercio fluvial y los cultivos, especialmente de arroz, de los valles. Wu, aunque era el reino más extenso también era el menos poblado de los tres y el de terreno peor conocido y menos aprovechable para el desarrollo agrario. Buena parte de su territorio, sobre todo al sur, estaba habitado por poblaciones indígenas, pueblos de lengua tai, en los valles, y los yao en las montañas. Tanto el Reino de Wu como el de Shu se expandieron al sur desconocido con la esperanza de incorporar nuevas poblaciones que les permitan superar su debilidad. No obstante, el carácter montañoso de estas regiones permitirá, únicamente, un éxito relativo. Wu llevó a cabo una gran expansión marítima, envía grandes expediciones a Taiwan y a la península de Liaotong (en el nordeste de China); abriendo rutas marítimas que facilitan el comercio con los países de Indochina, Indonesia y el sur de Asia. A sus puertos pronto llegan marineros de países tan lejanos como la India, Persia, Arabia e incluso del Imperio Romano. Pero ese desarrollo no le supuso progreso alguno en materia militar.
Guerra entre Wei y la alianza Shu-Wu    Ascenso de los Jin:
En 227 comenzó la guerra de la alianza Wu-Shu, liderada por Zhuge Liang, contra el reino de Wei, que se mantuvo, con poco éxito, por seis años, al cabo de los cuales Zhuge Liang falleció inesperadamente. Tras su muerte, la política Shu fue controlada por los eunucos y la corrupción fue en aumento. El reino de Shu fue incapaz de alguna victoria decisiva en su lucha contra el de Wei.
En el reino Wei la cuasi guerra civil entre el clan Cao y el Sima, en que este último se hizo con el poder, llevó a que la guerra amainara. En 263, Wei lanzó un ataque en tres frentes, cayó la capital Chengdu, el emperador de Shu se rindió y el reino de Shu fue absorbido por el de Wei. La caída de Shu marcó un cambio en la política del reino de Wei: Sima Yan, después de aceptar la rendición de Shu, expulsó al emperador Wei y proclamó su propia dinastía Jin en el año 265.
Mientras tanto ya desde 252, el reino de Wu había entrado en un periodo de decadencia progresiva. En el año 269, Yang Hu, comandante Jin en el sur, comenzó a preparar una invasión al reino de Wu, ordenando la construcción de una flota y el entrenamiento de marinos. La ofensiva comenzó en 279. Muchos soldados de Wu se rindieron sin luchar y el último emperador de Wu entregó su territorio. En el año 280, la dinastía Wu desapareció y China fue unificada tras un siglo de guerra, bajo la nueva dinastía Jin.
Ese fue el final de los Tres Reinos.
Terminó en: 280    Duró 59 años
En este período se estima que murieron 40 millones de individuos, lamentable dato que nos lleva a compararlo con los ocho millones de muertos y seis millones de lisiados de la Primera Guerra Mundial y los 62 millones de muertos y 35 millones de heridos de la Segunda Guerra Mundial.
 
DINASTÍA JIN (CHIN)                     265
 
Comienza antes del término del reino de Wu del período de los Tres Renos. Fundada por la familia Sima al final del Período de los Tres Reinos trató de mantener la unidad del imperio en un período de desorden, confusión y sangrienta peleas en este período oscuro. Se divide en Jin Occidental o del Oeste (265-316) y Jin Oriental o del Este (317-420). El budismo floreció, tanto en el sur como en el norte y se transformó en una religión importante a partir de ahora.



La dinastía Jin Occidental o del Oeste (265-316), ubicada en el norte de China, surgió en el reino de Wei dando término al período de los Tres Reinos. Fue parcialmente contemporánea con el reino de Wu (222-280), el último en ser absorbido por el reino de Wei. Los gobernantes de esta dinastía afrontaron la reconstrucción nacional. Para aliviar las maltrechas arcas del estado desmovilizó al ejército y prohibió la tenencia de armas a los particulares. Para limitar el poder de los nobles, dividió su imperio en feudos, que otorgó a familiares y allegados, lo que lejos de solucionar nada, provocó inestabilidad. A ello se sumó la influencia de las principales familias terratenientes. En el año 280 conquistaron el reino de Wu, con lo que reunificaron por un tiempo, el antiguo imperio Han. A la muerte del emperador Sima Yan en el año 290, el imperio comenzó a desmoronarse, por las disputas por el poder de sus dos emperatrices consortes. En los dieciséis años siguientes, se proclamaron ocho emperadores diferentes. El vacío de poder y las penurias del pueblo provocaron numerosos levantamientos que rompieron la precaria unificación del norte de China. Los Jin Occidentales no pudieron contener la invasión de los pueblos nómadas del norte que se impondrían durante la guerra civil de los Ocho Príncipes (291-306). Esta guerra civil, que se desarrolló entre los duques de la familia Sima de la dinastía Jin Occidental, desencadenó un levantamiento a gran escala de los wu hu (denominación para un conjunto de nómades del norte, los principales eran los xiongnu), que acabaron saqueando las capitales chinas de Luoyang y Changan. Las tribus no chinas del norte, a las que los Han habían conseguido detener a lo largo de la frontera, aprovecharon la debilidad del gobierno para extender su dominio en las fértiles llanuras chinas. Las invasiones comenzaron en el 304 y, hacia el 317, los xiongnu habían arrebatado a la dinastía Jin el norte de China. Durante casi tres siglos, este territorio estuvo gobernado por dinastías bárbaras o no-chinas denominadas los Dieciséis Reinos. El reino xiongnu de Han-Zhao capturó y ejecutó a los dos últimos emperadores Jin cuando la dinastía fue derrocada en el año 317. Ninguna de las dinastías invasoras fue capaz de extender su control a la totalidad de la llanura del norte, hasta el año 420; esto lo logró la dinastía Wei del norte (386-534) perteneciente al período de las Dinastías de Norte y del Sur.
Dinastía Jin Oriental o del Este (317-420).
Cuando los nómadas del norte hicieron caer la capital de la dinastía Jin Occidental en el norte de China en el año 317, lo que quedó de la corte Jin huyó al sur y restableció el gobierno en Jiankang, cerca de la actual Nankín. A partir desde entonces pasó a llamarse Jin Oriental o del Este.
El sur del país se desarrolló considerablemente. La convivencia con las etnias minoritarias que migraron del oeste y el norte, contribuyó a la aculturación de las etnias. El intercambio económico y cultural con el exterior llegó hasta Vietnam, Camboya, Corea, Japón, el Asia Central e, incluso, Da Qin (Imperio Romano). Las relativas paz y prosperidad del sur hicieron que los Jin orientales recibieran una importante corriente migratoria del norte. En este éxodo venían familias nobles completas, seguidas por su servidumbre, que reclamaron su posición social, lo que creó tensiones con los asentados anteriormente y con los indígenas de la zona. Con todo, la corte de la dinastía Jin Oriental tomó enseguida un inusitado auge, con una clase alta viviendo rodeada de lujo y pomposidad, con sus palacios repletos de todo tipo de artistas. Floreció la poesía destacando los poetas Xu Ling y Zi Ye.
Durante todo ese tiempo, los militares y las crisis fueron una constante amenaza para el gobierno, durante los 104 años de existencia. Sobrevivió a rebeliones y golpes palaciegos. El último emperador, Gong, fue nombrado en el año 419 y su abdicación al año siguiente en favor de Liu Yu, por entonces emperador Wu, condujo en el año 420, a la dinastía Liu-Song y a las Dinastías del Sur. Mientras tanto, el norte de China seguía gobernado por los Dieciséis Reinos.
El éxodo del gobierno al sur de China, marcó un hito importante en la historia: es la primera vez que el principal centro político se localiza en el sur del país. Con el aumento de la población, el desarrollo de la economía y la cultura, el sur de China se transformó; de ser un territorio remoto pasó a ser un centro político y económico que pudo rivalizar con el norte a partir de esta época.
Soberanos: En la dinastía Jin del Oeste hubo cinco soberanos
                   En la dinastía Jin del Este hubo once soberanos
Terminó en: el 420     Duró 165 años
 
En esta época, en otras culturas fuera de China, el Imperio Romano, en el año 395, se dividió en dos entidades políticas separadas: el Imperio Romano de Occidente (duró 81 años) y el Imperio Romano de Oriente o Bizantino (duró 1058 años)
 
DINASTÍAS DEL SUR Y DEL NORTE          420
 
Es un período de 169 años de desorden y fragmentación que siguió a la caída de la dinastía Jin. China estuvo separada en dos bloques llamados Dinastías del Sur y Dinastías del Norte. Tuvieron preeminencia los pueblos nómades del norte, no-chinos, pero estos, urgidos por la necesidad de gobernar reinos sedentarios, fueron adoptando la manera china de administración y luego la cultura. La fecha de comienzo de este periodo se sitúa en el año 420, cuando la dinastía Jin, derrotada, huyó al sur y fue reemplazada allá, por la primera de las Dinastías del Sur, la Liu-Song. La dinastía Wei del Norte, la primera de norte, ya se había establecido en el año 386. Este periodo llegó a su fin en el año 589, cuando ascendió la dinastía Sui.
Después que los tuoba unificaran al norte, se sucedieron las dinastías:
Wei del Norte (386-534)
Wei del Este (534-550)
Qi del Norte (550-577)
Wei del Oeste (535-557) y
Zhou del Norte (577-581)
Mientras en el sur, al ser derrocado el último emperador Jin en el año 420, se sucedieron cuatro dinastías:
                            Liu-Song (420-479)
                            Qi del Sur (479-502)
                            Liang (502-557) y
                            Chen (557-589)
Como se puede apreciar, estos reinos son contemporáneos o se solapan en el tiempo.
Las Dinastías del Norte: Los tuoba, una horda de origen turco, también conocidos como xianbei tuoba, tabgatch o toba, se estableció en el norte de China, en la frontera de Shanxi a fines del siglo III. Una leyenda dice que emergieron de una cueva de ubicación inicialmente desconocida por ellos, que fue descubierta en el año 443 en el noreste de Mongolia Interior.  La cueva, conocida hoy como Gaxian, fue encontrada en 1980 y es una evidencia arqueológica que confirma que los tuoba xianbei emigraron hacia el sur desde esa área, en algún momento de comienzos del siglo I. Tras la caída de los Han (220), los xianbei conquistaron las fértiles planicies del norte de China, donde se establecieron y se mezclaron con los chinos. A mediados del siglo III, controlaban gran parte del norte de China, desde Hebei y Shanxi hasta las montañas Daqing, en Mongolia interior. Circa 258 los Jin Occidentales trataron de anexárselos, pero ellos los derrotaron y después de un breve interludio de poca duración de la dinastía Qin Anterior y un fallido intento de conquistar el sur, el líder Tuoba Gui, se estableció como soberano de Wei del Norte en el 386.
Entre los años 396 y 439, los xianbei tuoba derrotaron y absorbieron a las demás hordas y tribus instaladas en las fronteras del norte de China, sometiéndolas a su poder. Los tuoba tuvieron que luchar incesantemente contra los otros nómadas de las estepas, entre los que se contaban los jeu-jan, su más duro rival, a los que derrotaron después de duras campañas entre las cuales está atravesar, dos veces, el desierto del Gobi (en el año 425 y en el 429) para derrotar a los jeu-jan. En el año 439 los Wei del Norte, bajo el reinado de Tuoba Tao, dominaban todo el norte de China y se erigieron en el gran enemigo de las dinastías imperantes en el sur. En el orden interno, Tuoba Tao aceptó una cierta influencia china en su corte y en las costumbres de su pueblo, pero no permitió que sus soldados perdiesen su valor guerrero y tampoco abandonó los antiguos asentamientos militares de las estepas de Shanxi para ir a vivir a las ciudades chinas. Se opuso a la influencia debilitadora del budismo y promulgó un edicto de secularización contra los monjes budistas, reforzando la persecución de esta religión. No fue sino hasta el reinado de su nieto Tuoba Siun, entre 452 y 465 cuando los Wei del Norte se convirtieron con gran fervor al budismo. Las grandes esculturas budistas de los años 452 al 520 pertenecen a esta gran época religiosa de la China del norte. Su hijo Tuoba Hung (466-471) se hizo monje y abdicó en el 471 a favor de su hijo, que llevó el mismo nombre dinástico que él, y gobernó del 471 al 499, distinguiéndose por un fervor budista similar. Bajo su inspiración se empezaron a construir las famosas criptas de Longmen, al sur de Luoyang, cuyos frescos se realizaron entre el 494 y el 759. A la larga, esta fe religiosa debilitó el ancestral ardor guerrero de los tuoba, que perdieron su combatividad.
El comercio entre China y Asia central floreció al revitalizarse la Ruta de la Seda y otras rutas, y se evidenció la influencia india en el arte de esa época. Los tuoba tuvieron que recurrir a administradores y burócratas chinos han para gobernar el nuevo estado sedentario. Ese contacto con la cultura china transformó a la clase aristocrática de jinetes nómadas en ciudadanos semi-chinos. Familias influyentes (incluyendo la imperial), se convirtieron al budismo, adoptaron apellidos chinos y abandonaron sus vestidos tradicionales por la vestimenta china. Se donaron inmensas riquezas y parcelas de tierra a los monasterios budistas, actitud que más tarde llevaría a un serio quebranto económico. Durante la mayor parte del siglo V, el budismo recibió un apoyo casi absoluto de la corte Wei del Norte.
La sinización de la corte de la dinastía Wei del Norte agradó a los chinos pero la distanció de los tuoba tradicionalistas que deseaban conservar su identidad étnica. Ello provocó un alzamiento militar en el año 524 y años más tarde, sangrientas guerras civiles y revueltas que terminaron con la división del reino Wei del Norte en dos ramas: Wei Oriental (534 al 550) y Wei Occidental (534 al 557). Ambas dinastías estuvieron dominadas por ministros ambiciosos y sin escrúpulos. En el año 557, el último monarca de los Wei Occidentales fue asesinado y sustituido por Yuwen Jue, que instauró la última dinastía del norte: los Zhou del Norte (557-581). En el año 581 el ministro Yang Jian destronó al último gobernante de los Zhou del Norte y fundó la dinastía de los Sui que gobernó a China del norte hasta el año 589, cuando Yang Jian conquistó a la China del sur y restableció por fin la unidad territorial china.
Las Dinastías del Sur: La historia de las dos primeras dinastías es una serie casi ininterrumpida de asesinatos, cada uno de los príncipes reinantes (por lo demás tiránicos y corruptos) mata a miembros de su propia familia para evitar toda rivalidad política. En el año 502, un general de la familia imperial de los Xiao, llamado Xiao Yan, se apoderó del trono, queriendo acabar con todos esos desgobiernos y arbitrariedades. Tras adoptar el nombre imperial de Wu, creó la dinastía Liang. Wu, hombre de costumbres sencillas, su simplicidad y sobriedad fueron proverbiales y se reflejaron en una vida cortesana sencilla y ordenada, dominada por soldados y burócratas letrados. Se preocupó por la educación y las humanidades, mandó reparar las escuelas y centros de enseñanza y buscó para dirigirlos letrados y sabios. Fundó una nueva escala de funcionarios letrados. Lamentablemente para la historia, en el año 517 Wu se hizo monje budista y al no vigilar la administración de su imperio, los gobernadores provinciales tiranizaron al pueblo y sembraron el descontento y el odio hacia la dinastía.
La época de los Liang fue de reformas agrarias. Se instituyó un reparto de tierras que pasaban a ser propiedad del aldeano y se crearon colonias civiles y militares en todo el territorio. La sociedad se jerarquizó en clases, con títulos de nobleza e inscripciones en un registro oficial catastral. Asimismo, se transformó la organización administrativa. Se conservaron los exámenes para los funcionarios letrados, pero sin tener en cuenta la fortuna y el rango de la familia del aspirante. Wu cayó enfermo y murió en el año 549. A su muerte se sucedieron una serie de luchas por el poder y matanzas entre herederos y generales, hasta la instauración de la dinastía Chen (557-589), la última de las Dinastías del Sur. La dinastía Chen fue débil, contando solo con una pequeña porción del territorio de su predecesora, la dinastía Liang, que había sido devastada por las guerras. Sin embargo, algunos sucesores del fundador dinástico fueron gobernantes hábiles y el estado se solidificó y reforzó, igualando aproximadamente en poder a sus rivales del Norte. Luego de que los Zhou del Norte derrotaran a los Qi del Norte en 577, Chen fue rodeada por los Zhou del Norte. El último emperador Chen fue un gobernante incompetente e indulgente,  por lo que la última dinastía del sur, fue destruida en el año 589 por la nueva dinastía Sui, sucesora del estado Zhou del Norte que junto con la dinastía Tang unificará a China.
Terminó en: en el año 589   Duró 169 años
 
En esta época, en otras culturas fuera de China: en Asia se desarrollaba el imperio Sasánida (224-651), en la India existían los imperios Gupta (320-550) y Vakataka (250-500), Egipto estaba en su período bizantino (395-642) y en Europa comenzaban las invasiones bárbaras.
 
DINASTÍA SUI                  581
 
 


En el año 581, Yang Jian, el general y primer ministro del último emperador de los Zhou del Norte, usurpó el trono del norte y bajo el nombre de Wen, instauró la dinastía Sui. Tras asegurar su poder, durante los siguientes ocho años conquistó del sur de China y estableció su capital en Changan (hoy Xian), alternando periodos breves en Luoyang y Yangzhou para controlar su extenso imperio. En 589, la dinastía Sui derrotó a la débil Chen y completó la reunificación del norte y el sur.
Al igual que la dinastía Qin (221-206 AC) ésta dinastía, de poca duración (37 años), fue precursora de una gran dinastía: la dinastía Tang, tal como la Qin fue de la Han. Los Han construyeron la Gran Muralla, los Sui el Gran Canal.
La primera preocupación de Yang Jian fue consolidar sus victorias militares y rehacer la economía mediante el comercio. Se construyeron por todo el territorio inmensas despensas de grano en previsión de tiempos difíciles, las instituciones del estado fueron reformadas tomando como patrón las de la dinastía Han, lo que supuso un renacimiento del confucionismo y un ocaso del budismo. Se restablecieron las ceremonias de antaño, se reeditaron los clásicos confucianos y se amplió el sistema de exámenes para los aspirantes a letrados. Eximió de impuestos a los campesinos de la región cercana a Nanjing, empobrecidos por la conquista del régimen Chen. Restableció el poder imperial a expensas del de los nobles, hizo un nuevo reparto de tierras: confisca a los nobles tierras arables, que pasan a propiedad estatal, y las distribuye luego entre los campesinos, a los que cobra impuestos relativamente bajos en grano y telas, obligándoles a veinte días de trabajo anuales al servicio del Estado. Suaviza las leyes y las simplifica, permitiendo apelar hasta tres veces al emperador en los casos de condena a muerte. Volvió a unificar las monedas, pesos y medidas, que se habían diferenciado durante los años de anarquía.
Los Sui mantuvieron un ejército profesionalizado, más sólido que el de las improvisadas levas de campesinos.
Debido a la importancia que había adquirido el sur por el aumento de cultivos, así como por ser camino obligado para la llegada de mercancías procedentes de los estados tributarios del sur (Vietnam,Tailandia y otros), Yang Jian construyó el Gran Canal que con un recorrido total de 1.700 km, une Zhe, localidad próxima a la actual Beijing, con Hangzhou, pasando por Luoyang, de donde partía una desviación a Changan. La construcción del Gran Canal tuvo un enorme costo. Participaron cerca de tres millones de personas que distrajeron de sus labores a campesinos lo que agotó los graneros ante la disminución de mano de obra en el campo, lo que unido a los fuertes gastos fiscales para financiar la obra, provocó estrecheces y sublevaciones populares que derrotarían finalmente a la dinastía Sui.
 El emperador se ocupó también de proteger las fronteras de su nuevo imperio, empleando con éxito, la artimaña de enfrentar a los grupos que rivalizaban en el interior de las tribus nómades de ascendencia turca, que amenazaban el norte de China. Esto permitió la reapertura de las rutas comerciales occidentales, lo que hizo que se reanudara la próspera relación comercial con Asia central y occidental.
En el año 605, el hijo de Yang Jian y príncipe heredero Yang Guang, que defendía los intereses de los grandes terratenientes enemigos de su padre, lo asesinó y subió al poder, con el nombre de Yang. A pesar de la mala fama que tiene Yang Di por el asesinato de su padre y su afición al lujo y las mujeres, las medidas tomadas durante sus quince años de reinado transformarán el panorama político y económico de China durante siglos. De hecho, con él se realiza la verdadera reunificación del país. Amante del lujo, añadió una nueva capital fabulosa: en un perímetro de 25 kilómetros se construyeron lujosos palacios imperiales, alrededor de los cuales había 103 barrios para la población y tres barrios comerciales. Una avenida de 4.000 metros de largo y 100 de ancho atravesaba la ciudad, perfectamente cuadriculada según los conceptos urbanísticos chinos. En las afueras de la ciudad se encontraba el gran jardín imperial, con un perímetro de 100 kilómetros. Tenía en su interior un gran lago artificial sobre el que se construyeron tres islas, con cuevas, jardines y pabellones.
Luoyang e hizo construir nuevos canales para enlazar ríos y ciudades al canal de su padre. En el exterior, Yang continuó la política de su padre, dividiendo a los jefes turcos y actuando como árbitro entre los kanes. En el 606 comenzaron las relaciones con el Japón, se aseguró el dominio en Tonkín y se afianzaron las relaciones con el reino de Champa (actual Vietnam). Solo fracasó en Corea. Además, emprendió una campaña exitosa contra las tribus mongolas que continuaban amenazando la provincia de Gansu (608). También sometió a los jefes de los oasis de Asia central, aunque la última expedición fue un desastre militar.Yang realizó otras obras públicas como una muralla defensiva al norte de Gran Muralla. También se constituyó como un protector de las letras, concentró a los eruditos del país en la corte imperial y les pidió que escribiesen nuevas obras sobre el tema de su especialidad. Los trabajos de esos sabios enriquecieron la biblioteca imperial con 17.000 obras adicionales.
Yang agotó al pueblo con sus enormes gastos, que imponían gravámenes y presiones fiscales muy duras. En el año 616, el descontento se generalizó y en todo el imperio estallaron revueltas, pero aun así el emperador se retiró a su palacio, llevando una vida de placeres y olvidándose de su trono y su dinastía, sin importarle los peligros que le acechaban.
A partir de ese año se sucedieron revueltas y ascensión al poder de varios pretendientes, hasta llegar a haber dos emperadores. En el año 618, el duque de Tang, Li Yuan se hizo con el poder y con el nombre de Gaozu se proclamó emperador de la nueva dinastía Tang. En el año 619 el último emperador Sui de nombre Yang Tong fue muerto por otro líder rebelde.
Soberanos: Hubo 4  soberanos
Terminó en: el año 618     Duró 37 años
 
Nota Histórica: El régimen reunificador de los Sui, tiene semejanzas con los Qin, que unificaron a China 800 años antes y algunas semejanzas con los Zhou, que lo hicieron 1.600 años antes. Algunos autores han postulado la existencia de ciclos de cerca de 800 años, que se van repitiendo a lo largo de la historia de China. Esos ciclos tienen: unificación, surgimiento de un régimen poderoso, decadencia, separación y caos, para volver a la unificación.
 
 DINASTÍA TANG     618 - 907
 
Es la más famosa dinastía de la historia china. Fue el estado más rico y sofisticado del mundo de esa época. La influencia de los Tang llegó lejos, hasta gran parte de Asia y aún hasta África y Europa. En su apogeo, la capital imperial Chang’an, la actual Xian, fue una espléndida metrópolis internacional y un importante foco político y cultural en el mundo Euroasiático; con cerca de dos millones de habitantes era la ciudad más rica y populosa de mundo en su tiempo. Llegó a ser un imperio multi-étnico y cosmopolita. Durante los casi 300 años que duró, el imperio chino alcanzó la mayor extensión que llegó a tener nunca bajo una dinastía nativa, su influencia cultural se extendió por toda Asia, las artes y las letras se desarrollaron de forma prodigiosa y el pueblo en general disfrutó de un largo periodo de paz apenas interrumpido por las ocasionales guerras fronterizas o de expansión imperial.
Territorio: Comprendía casi todo el territorio de la China actual, menos el Tíbet y la Mongolia.



Características: La dinastía fue gobernada por la familia Li, con excepción de la emperatriz Wu Zetian en los años 690 al 705.
La dinastía Tang conviene dividirla en tres periodos:
·       Un periodo de esplendor, resultado de las políticas del emperador Taizong, la emperatriz Wu Zetian y la primera parte del emperador Xuanzong, que duraría 115 años, desde el año 626 hasta el año 741.
·       Un periodo turbulento, caracterizado por las continuas luchas entre los diferentes estamentos compitiendo por el poder, que duraría 78 años, desde el año 742 al 820.
·       Y un periodo de decadencia caracterizado por el poder de los eunucos y de los generales fronterizos que duraría 87 años, desde el año 820 hasta el final de la dinastía en el año 907.
El primer emperador, Gaozu (618 - 626) era de origen turco y por su prestigio que fue reconocido como khan por las tribus turcas. Después de controlar insurrecciones locales y gobernadores provinciales reacios, instauró un gobierno fuerte y unificado. Se endurecieron los exámenes para formar a los letrados del servicio civil lo que permitió que ellos fueran reemplazando a los antiguos e ineficientes de la aristocracia. Fue la última dinastía que exigió a sus dirigentes civiles dominar las artes marciales, pero en cambio estaban familiarizados con la cultura clásica. A mediados del siglo VII había 13.500 servidores civiles, más tarde llamados ‘mandarines’ por los europeos, para una población estimada de algo más de 50 millones. En el 642 se unificó el código legal que influyó en los sistemas jurídicos de Vietnam, Japón y Corea. 
En el ejército continuaron con la práctica de tener un ejército profesional permanente, soportado en los servicios auxiliares por los pueblos minoritarios de la periferia del imperio. Derrotaron a los Coreanos y también penetraron hacia el sur en lo que es el actual Vietnam. En su apogeo de su poder controlaron gran parte del Asia Central y se adentraron hacia Irán, en Manchuria y parte de Corea. Eran diestros en provocar peleas entre pueblos rivales de la periferia del imperio, debilitando su poder, principalmente en la frontera norte. Pero no todo se logró con conquistas bélicas, otras naciones fueron vasallas del imperio, rendían obediencia al emperador y con ello ganaban licencias de comercio, intercambio cultural y prestigio. Un ejemplo de ello fueron pueblos de Corea y Vietnam. Incluso Japón envió embajadas de acercamiento.
El hijo mayor de Gaozu, temiendo que su hermano Li Shi Min, que contaba con un enorme poder y popularidad, acabara por arrebatarle la herencia al trono, urdió una trama para asesinarle, pero el complot fue descubierto por Li Shi Min y como resultado llevó a la muerte a sus dos hermanos complotadores y a la abdicación de su padre en el año 627.
Li Shi Min reinó con el nombre de Tai Zong, desde 626 hasta su muerte en 649. Al comienzo de su reinado el imperio era débil y tenía que pagar tributo a los xiongnu para no ser atacado por ellos, acuerdo que los xiongnu no respetaban. Formó una eficiente caballería de arqueros, con la que el ejército no contaba y derrotó a los xiongnu, que dejaron de ser una amenaza. Tras ese éxito el imperio vivió una época de esplendor y poder. Tenía una próspera economía y la población era rica y estaba contenta con el gobierno, por las reformas en el reparto de tierras que hizo Li Shi Min.
La expansión tibetana: En la meseta tibetana, entre los siglos VI y VII se produjo una expansión de los tubo, antepasados de los tibetanos, que involucraron a las actuales provincias de Qinghai, el norte de Xinjiang y Gansu. Songsan Gangpo (618-649), rey de los tubo, reunió a los príncipes tibetanos y construyó un estado con escritura propia derivada del sánscrito, leyes escritas y una administración que se extendió por todo su reino. Su expansión pretendía el control de la Ruta de la Seda, pero fue detenido en sus propósitos por los chinos. En el año 641, el emperador chino Taizong, tras rechazar su invasión, le entregó como esposa a la princesa Wen Chen con la intención de hacerlos aliados o vasallos. Con la princesa y su sequito llegan al Tibet, el budismo y otras muchas características de la cultura china, como el papel, la seda, el té, que darán un fuerte impulso al desarrollo económico y cultural del Tibet.
Los tibetanos continuaron consolidando su estado y presionando a los tuyuhun que tenían la llave de la Ruta de la Seda y consiguen derrotar a los chinos en Qinghai. Los tibetanos estuvieron permanentemente presionando a los chinos por el control de la ruta de la seda. La tensión entre China y el Tíbet se redujo gracias al carácter pacífico de la emperatriz Wu Zetian. Circa el año 780 el Imperio Tibetano alcanza su máximo esplendor, esplendor que coincide con la decadencia china. Más tarde, por cruentas guerras religiosas, el Imperio Tibetano se fragmenta de nuevo en numerosos principados independientes, desapareciendo como contendor de China en 877, en medio de revueltas sociales.
La Emperatriz Wu Zetian: La obra de Taizong fue continuada solo en parte por su hijo Gaozong (650-683). Éste, de carácter débil, pronto cedió las riendas del gobierno a Wu Zetian, de fuerte personalidad. Wu Zetian había sido concubina de Taizong, desposada ahora por Gaozong, dirigó hasta el año 684 los destinos de China, al comienzo por medio del emperador. A la muerte de Gaozong hizo matar a centenares de aristócratas, convirtiéndose ella misma en emperatriz, durante un periodo de cincuenta años, hasta su muerte en el año 705. Wu Zetian gobernó con firmeza, acabó con los abusos del ejército sin que surgieran rebeliones y consiguió la conquista de Corea en el año 660. Sin embargo la resistencia coreana persistió. Wu Zetian fue la única emperatriz de la historia de China, hecho cuestionado, por ser una vulneración de las normas confucianas por la presencia de una mujer en el trono imperial.
En el año 678 los tang intentaron recuperar su hegemonía en las zonas controladas por los tibetanos, pero fueron derrotados. Sólo en el año 692 consiguieron derrotar a los tibetanos, recuperando el control sobre Kuqa, Khotan, Kashgar y Qarachar. A través de esa importantísima ruta comercial llegaron los artículos de lujo cada vez más demandados por una próspera sociedad y también las religiones de la otra orilla del desierto: mazdeísmo, maniqueísmo, cristianismo nestoriano, judaísmo e islamismo. Por esa época, tanto en las ciudades del interior como en los puertos de la costa se establecen colonias de extranjeros. A la muerte de Wu Zetian, que había llegado a establecer una dinastía por sí misma, vuelven las luchas de poder entre los terratenientes del este y los turcos que piden la restauración tang. La balanza se inclina a favor de estos últimos, y con el emperador Xuanzong (712-756) se restaura el poder de la dinastía Tang. Xuanzong tuvo un largo gobierno de 44 años.
Los Tang y los Árabes: Xuanzong trasladó la capital de nuevo a Chang’an, desde donde favoreció el taoísmo para conseguir el equilibrio entre las religiones. Durante los primeros años de su largo reinado mantuvo la prosperidad de China. Un siglo seguido de prosperidad tang convirtieron su reinado en una de las épocas más felices de China, pero en ella ya se percibían síntomas de decadencia. La hegemonía china es desafiada permanentemente por los tibetanos que atacan las posiciones fronterizas de forma periódica. El último intento de los tang por extender y mantener su influencia en la región de Xinjiang, terminó con un fracaso al ser derrotados por una confederación de pueblos árabes en la batalla del río Talas en el año 751, derrota que fue el fin de la presencia china en el Turquestán durante cientos de años.
Pese a derrotar a los chinos, los árabes no avanzaron hacia el este, pero consiguieron un premio mejor. Entre los soldados chinos capturados había quienes conocían la forma de fabricar papel. En Samarkanda fundaron fábricas donde la técnica china de fabricación de papel pasó al mundo árabe y, a través de él, al europeo. Samarkanda se mantuvo durante muchos años como el más famoso centro de fabricación de papel.
La guerra civil de An Lushan: A partir del año 740 el gobierno de Xuanzong declina y cae en manos de su Primer Ministro, la concubina Yang y el general An Lushan, hijo adoptivo de la concubina Yang. An Lushan, combinando intrigas en la corte con sus habilidades militares, consigue que todas las provincias del norte estén bajo su mando, y aprovecha su poder para intentar tomar el imperio. En el año 756 toma Luoyang en una operación relámpago y se proclama emperador. Luego conquistó y arrasó Chang’an, de donde ya había huido la familia imperial. En la huida, la concubina Yang fue asesinada, su hijo, el príncipe Suzong (756-762) inició la resistencia con ayuda de sus aliados los uygures. Convocó también a las tropas estacionadas en la Ruta de la Seda, y reunió un ejército que derrotó a las fuerzas rebeldes, saqueó Luoyang y restauró la dinastía Tang. La rebelión se extendió por las provincias del norte de China hasta el año 764. La rebelión de An Lushan fue, de hecho, una guerra civil que durante ocho años sumió al norte de China en la miseria y la desolación.  An Lushan murió asesinado por su propio hijo, que murió a su vez a manos de un general de su padre, asesinado a su vez por su hijo, que se ahorcó ante el avance de las tropas imperiales. Una orgía de sangre.
En medio del caos de la guerra civil, los tibetanos arrasan Chang’an, recuperada luego con la ayuda de los uygures. Luego los tibetanos se vuelven al oeste. Aprovechando el vacío militar dejado por los chinos en la Ruta de la Seda, ocupan de nuevo estas tierras. Esos ocho años de guerra civil han destruido la base agrícola y administrativa de la China tang, que además ha quedado a merced del apoyo de los uygures para mantener un poder cada vez más nominal. A partir de entonces se inicia un largo proceso de decadencia durante el que las instituciones políticas que habían llevado la prosperidad al pueblo van desapareciendo. Los nobles luchan por conseguir más tierras y más riquezas, mientras los campesinos se hunden en vidas cada vez más pobres. Al final, la rebelión se sofoca cuando la corte imperial ofrece el perdón a los generales rebeldes y los confirma en sus destinos. Los generales se pasan al bando imperial, manteniendo, no obstante, hasta el final de la dinastía, el mando, generalmente hereditario, sobre sus áreas de influencia. No remiten a la corte los impuestos de su región y eligen ellos mismos sus propios funcionarios, lo que muestra el preludio a la desintegración del país.
El Reino de Nanzhao: En la actual provincia de Yunnan (limítrofe con Myanmar, Laos y Vietnam) habían surgido pequeños regímenes locales, que, para dominarlos, los tang favorecieron y reconocieron en el año 731, al más desarrolladle de ellos como el Reino Nanzhao, Su rey fue nombrado rey de la provincia de Yunan. Fueron aliados de los tang en la lucha con los tibetanos hasta el año 750, en que debido a un conflicto diplomático se transformaron en enemigos de los chinos y se aliaron con los tibetanos. . El Reino de Nanzhao llegó a dominar la mayor parte de la provincia de Yunnan, el sur de Sichuan, oeste de Guizhou y de Guangxi, y el norte de Myanmar. En sus expediciones guerreras llegaron hasta el norte de Vietnam. Fueron un problema que recortaba el límite sur del imperio chino. Los tang lograron expulsar a los Nazhao de Sichuan en el año 879. Fue una de las últimas victorias militares de los tang.
Los aliados uygures: Los uigures, relacionados con los turcos, descienden de la gran corriente del pueblo xiongnu. Desde el año 649 apoyan a los tang en sus luchas contra los turcos más indómitos y desde el año 743 controlan la mayor parte de Mongolia. Pero son un aliado peligroso porque en su persecución de los rebeldes de An Lushan, saquean cuantas ciudades encuentran en su camino. Se establecieron en torno a Turfan y controlaron la ruta que corre al norte del Taklamakan consiguiendo beneficios de las caravanas de la Ruta de la Seda así como de los regalos imperiales.
Agricultura: El reparto de las tierras trajo un gran desarrollo a la agricultura. La invención de arados más eficientes, capaces de regular la profundidad del surco, incrementó el rendimiento de los campos. La construcción y el mantenimiento de nuevas obras de irrigación permitieron el cultivo de campos hasta entonces estériles, aumentando la superficie de tierras cultivadas, en especial en el sur del país donde se logró dos cosechas de arroz mientras que en el norte se lograban tres cosechas de sorgo en el valle del rio Amarillo. El aumento de la población y del rendimiento de los campos generó mayores ingresos para el Estado, ingresos necesarios para la administración de un enorme país cuya población se acercaba a los 50 millones de personas.
Religión: El budismo floreció durante el período Tang, fue adoptado por la familia imperial convirtiéndose en una parte esencial de la cultura tradicional china. El esplendor de la dinastía Tang es el esplendor del budismo en China. Los peregrinos de otros países asiáticos, encontraban en China no sólo un foco de cultura, sino un centro filosófico y religioso donde se desarrollaron numerosas escuelas del budismo. La de mayor importancia es la escuela chan, conocida como zen en Japón. El monje más famoso fue Xuan Zang, que descontento con el budismo chino, viajó a la India y trajo una enorme recopilación de escrituras budistas, lo que fue un acontecimiento que conmovió al país. Con el favoritismo de la corte, se construyen templos y pagodas, y sobre todo magníficas cuevas destinadas al culto budista. En ellas trabajan los mejores artistas del momento; las esculturas religiosas y las pinturas murales causaron una revolución cultural. Las más importantes son las grutas de Longmen, cerca de Luoyang y las de Mogao, cerca de Dunhuang, con más de 45.000 metros cuadrados de pinturas.
Arte y Cultura: Fue un periodo de exuberancia cultural; la maestría de su poesía y la exquisitez de la porcelana nunca fue superada. Es sin embargo en la época de la decadencia de los tang es cuando florecen con mayor vigor el arte y la literatura. Una sociedad rica y madura, que entra en una evidente declinación y un imperio que se desmorona, proporciona el ambiente para la creación artística. La dinastía Tang es el siglo de la poesía. Se conservan más de 50.000 poemas de los más de 2.000 poetas tang. Los poemas tang, son un clásico de la cultura china, poemas que se aprenden en las escuelas y son citados por pensadores y políticos. Los más destacados de entre ellos son: Wang Wei (701-761), loando a la naturaleza, Li Bai (701-770), con obras de contenido social, y Du Fu (712-770), con un penetrante conocimiento de la sociedad de la época. Un poco posteriores son Han Yu (768-824) y Bai Juyi (772-846). Tienen en común un sentimiento trágico por la decadencia que se está produciendo en la sociedad de la época, conocen de primera mano los sufrimientos del pueblo y la indiferencia de las clases elevadas. Aunque la poesía es el género por excelencia de la época tang, la pintura, experimenta una importante renovación temática y estilística y el teatro da sus primeros pasos.
La decadencia de los tang: La China tang ya es sólo un espectro del imperio construido durante el siglo anterior. La corte sólo controla nominalmente el país. En el nordeste los kitan controlan y ocupan parte de Manchuria y parte de Mongolia; el Reino de Silla unifica una Corea independiente de los chinos; los uigures, se convierten en los amos de Mongolia; pierden el control del mar, asolado por los piratas; los tibetanos dominan la Ruta de la Seda; el Reino de Nanzhao recorta la frontera sur de China y el Reino de Khotan y los otros reinos del borde sur del desierto Taklamakan, son controlado por los tibetanos. Tras la derrota de An Lushan, la dinastía Tang no puede mantenerse en el poder sin el apoyo de los uygures,
El budismo florece en Khotan, monasterios y nobles acaparan las riquezas de la sociedad. Su rica vida cultural, deja contribuciones en el campo de la música, danza, escultura y literatura. Su independencia desaparecerá después de la derrota por los musulmanes de Qaraghan a principios del siglo XI; los pequeños reinos de los oasis, poco a poco se van transformando en centros islamistas, y la cultura china desaparece de la región, sustituida por la cultura árabe.
Durante los últimos cien años de la dinastía Tang, las diferencias regionales van en aumento. Cada provincia paga impuestos distintos y es gobernada bajo distintas leyes, reconociendo sólo nominalmente el poder imperial. Esta regionalización da lugar al desarrollo de las capitales provinciales como centros políticos, económicos, comerciales y culturales. Con ello el número de ciudades en China aumenta considerablemente. El comercio de sal y de té, producidos principalmente en el sur, crea aún más riqueza en esa mitad del país. El poder central se debilita. Desde la muerte de Suzongen el año 762, los eunucos en la corte ponen y quitan emperadores a su antojo. Se da así una larga sucesión de gobernantes incapaces.
Entre los años 840 y 846 el emperador Wuzong intentó recuperar la prosperidad. Aplasta rebeliones internas, vence los ataques externos y prohíbe las religiones no chinas, incluyendo el budismo. La riqueza acumulada por los templos budistas había ido creciendo de forma constante, sin problemas de herederos, neutrales en tiempos de conflictos y eximidos de impuestos, hasta alcanzar unas dimensiones desproporcionadas. La prohibición religiosa significó la desaparición de China de los cultos foráneos, como el mazdeísmo, el nestorianismo y el maniqueísmo. Los musulmanes, mantuvieron su fe en pequeñas comunidades comerciales y culturales.
Rebeliones campesinas ponen fin a la dinastía Tang. Una de las más importantes fue la surgida en Hebei en 874 la que iniciará el término de la dinastía Tang. Esa rebelión, dirigida por Huang Chao y Wang Xianzhi, dos activos contrabandistas de sal y té, entonces monopolio del Gobierno, surgió como reacción a los sufrimientos del pueblo. Tras sus primeras victorias sobre las tropas imperiales, se dedicaron a matar a los funcionarios y terratenientes, repartiendo sus tierras entre los pobres. Se llamaban a sí mismos el Ejército de la Igualdad y miles de campesinos empobrecidos engrosaron rápidamente sus filas. El apoyo popular hizo que resistieran durante cuatro años los ataques de las fuerzas imperiales. Solo cuando los turcos shato pasaron a combatir al lado del emperador, los rebeldes fueron derrotados. No obstante, su líder, Huang Chao, consiguió huir hacia el Sur con los restos de su ejército (unas 100.000 personas) atravesando Anhui, Jiangxi y Fujian, hasta llegar a la rica ciudad de Cantón, en una Larga Marcha que precedió a la realizada por Mao Zedong 1.100 años después. En el año 879, arrasó Cantón, asesinó a más de 120.000 extranjeros y a un número semejante de chinos. Con el producto del saqueo, Huang Chao volvió al norte, capturó Luoyang y Chang’an, donde se proclamó emperador de una nueva dinastía que solo duró cuatro años, cuando Chang’an fue recuperada por los turcos shato al servicio de los tang.
Estos hechos significaron el fin de los tang. El mal gobierno, las intrigas de la corte, la sobreexplotación económica y las rebeliones populares debilitaron al imperio, permitiendo que otro jefe militar rebelde, Zhu Wen, arrebatar el trono en el año 904 para fundar su propia dinastía, la Liang. China estalla entonces en numerosos regímenes que actúan de forma independiente. En general, responden a los intereses de los poderosos gobernadores militares locales o a los de nuevos jefes de los pueblos aliados que se ven desvinculados de sus compromisos con los Tang. Es el periodo conocido por los historiadores chinos como de las Cinco Dinastías, aunque algunos lo llaman de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos. Dura 53 años y separa a la dinastía Tang de la Song.
Tecnología e Inventos: Imprenta: primer libro impreso con bloques de madera. Desarrollo de la fabricación de papel. La pólvora para usos pirotécnicos; a finales de los tang se construyeron las primeras armas que utilizaban pólvora. Se desarrolla una red comercial marítima con India, aprovechando el desarrollo naval con buques de cinco cubiertas y 500 ton. También se desarrolló la industria en las formas de: fundición de acero, hilado de seda, alfarería, cerámica. La porcelana logró una excelencia raramente igualada, lograron controlar la cantidad de hierro que le da la blancura.
El mundo alrededor de China: El Imperio Islámico se estaba expandiendo lo que alteró la geopolítica de Asia. Persia cayó en el dominio islámico en el 642, lo que provocó la entrada de refugiados persas en China. Mucho se asentaron, se casaron y fueron los primeros musulmanes chinos. A fines del siglo XII China estaba rodeada por estados islámicos y sentía su influencia. El Turkestán Chino (ahora Xinjiang) era musulmán.
Soberanos: Hubo 22 soberanos
Gobernante Destacado: Tai Zong  o Li Shi Min (626-649) pese a haber destronado a su padre y asesinado a sus hermanos (grave crimen según los estándares confucianos) los historiadores y la mayoría de los chinos, recuerden a Li Shi Min como uno de los mejores emperadores de la historia de China y su período dorado.
Terminó en: 907  Duró 289 años
En esta época, en otras culturas fuera de China: Europa entraba al oscurantismo de la Edad Media. En el año 800, con la coronación de Carlomagno se inicia la dinastía Carolingia. En el año 722 los reinos ibéricos cristianos comienzan la reconquista y la expulsión de los musulmanes. El Imperio Bizantino se había helenizado y estaba en pleno desarrollo. En el año 622, Mahoma funda la religión Islámica. En el 661 surgió el califato Omeya continuado por el Abasí en el 750. En el norte comienza la expansión Vikinga. Egipto es conquistado por el Islam. En América los Mayas estaban en su apogeo.
 
PERIODO DE LAS CINCO DINASTÍAS Y LOS DIEZ REINOS              907 - 960
 
Tras el fin de la dinastía Tang se inició una etapa de inestabilidad de poco más de medio siglo, que vería sucederse en el norte de China cinco cortas dinastías consecutivas:
 
Liang Posterior (907-923)
Tang Posterior (923-936)
Jin Posterior (936-947)
Han Posterior (947-951) y
Zhou Posterior (951-960)
 
A partir de la caída de la dinastía Tang, también se inició una emigración hacia el sur. El norte, amenazado constantemente por invasiones, sufrió una sangría demográfica que llevó a una parte considerable de sus habitantes a trasladarse al sur del Yangtsé, donde estaban a salvo de los bárbaros del norte y donde pudieron desarrollarse económicamente gracias a la agricultura o el comercio. Aparecieron diez reinos independientes:
 
Wu (907-937)                                   Wuyue (907-978)                             Min (909-945)
Chu (907-951)                                  Han Meridional (917-971)                Shu Anterior (907-925)
Shu Posterior (934-965)                  Jingnan (924-963)                            Tang Meridional (937-975) y
Han Septentrional (951-979).
 
Las dinastías del norte estuvieron luchando entre ellas y con el Estado Kitan (futura dinastía Liao) por la primacía país. A diferencia del norte, donde las dinastías se sucedieron con rapidez, los regímenes del sur coexistieron, ciñéndose cada uno a un área específica.
En el 960, el general Kuangyin fundó la dinastía Song Septentrional  o del Norte, lo que marcó el final del periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos. La nueva dinastía Song estaba determinada a reunificar China. Entre el año 963 y el 982, derrotó y absorbió a todos los estados del norte y del sur, reunificando China en una sola dinastía.
 
NOTA HISTÓRICA: Entre los años 900 y 1300 se solaparon varias dinastías de esa época. Así, la dinastía Liao (907-1125) fue contemporánea con las 5 dinastías y también con la dinastía Song del N (960-1127). La dinastía Jin (1115-1234) fue contemporánea con la Song de S (1127-1279).

 
Durante los años de conflictos por el poder de los finales de los tang y las cinco dinastías, los únicos que mantienen algo parecido a un Gobierno son los kitan, que, de hecho, se han convertido en los principales candidatos a gobernar China. En el año 947 su khan se proclama emperador de los kitan y de los chinos, y tomando el nombre imperial de Liao empieza a organizar su estado a la manera china.
Los kitan son un pueblo que habitaba en las estepas al nordeste de China, en la región de la actual provincia de Liaoning. Posiblemente fueran descendientes de las tribus xianbei que, desbandadas tras sus breves intervalos de poder en el norte de China, habían ido recuperando su pretérito vigor bajo el liderazgo de nuevos jefes guerreros. Durante los últimos años de la dinastía Tang fueron formando organización militar que les convirtió, de hecho, en el poder más fuerte del norte de China. En 907 Abaoji es elegido líder de la confederación de ocho tribus que forman los kitan; primero acaba con el democrático sistema de elección heredado de los xianbei y posteriormente con los líderes de las otras siete tribus, unificándolas bajo su mando. Aprovechando los años caóticos que se viven en China, hace valer sus derechos al poder, proclamándose emperador de los kitan en 916. Pronto domina, además de la región del nordeste, las actuales provincias de Shanxi y Hebei. Unos años después, en 937 rebautizará a los kitan con el nombre dinástico de Liao. Aunque en principio se contentan con la soberanía sobre su territorio, su influencia sobre las breves dinastías que se suceden en Kaifeng es tal, que se les puede considerar los amos de China.
 
 


El Imperio Liao pronto adquirió cierta prosperidad. Sus largos años de relaciones con los chinos les permitió crear un sistema económico en el que se complementaba su estructura de pastores nómadas con la organización agrícola tradicional de China, permitiendo que el país prosperara con esa combinación de agricultura y ganadería. Entre sus animales domésticos destacaba naturalmente el caballo, cuya cría les permitió mantener su poderío militar. Se dice que llegaron a tener una cabaña cercana a los diez millones de ejemplares. Su situación económica se venía sostenida asimismo por el tributo anual que les entregaban los song para mantener la paz. Para transformar una sociedad tribal y una forma de vida nómada en un estado sedentario mantuvieron una estructura administrativa semejante a la china. De esta forma el estrato superior de la sociedad se dividió en dos clases: una casta militar guerrera formada exclusivamente por los kitan, y otra de funcionarios chinos seleccionados por exámenes. Con esto se generaron las primeras contradicciones de la sociedad. Más problemas surgieron por la incapacidad de los liao para ampliar su apoyo social. De hecho, la casta militar de los kitan se apropió de las cuantiosas riquezas generadas por el estado, excluyendo a las tribus que vivían más al norte, con las que en tiempos pasados habían estado aliados. Eso generó rencillas desde el mismo establecimiento de la dinastía y creó un ambiente propicio al surgimiento de nuevos liderazgos entre los nómadas, ambiente en el que los jurchen (dinastía jin) como rivales del norte, tendrán una oportunidad para desarrollar su poder militar.
 
Los kitan aparecieron en la escena del norte de China, al término de la dinastía tang, en el año 907, durante el período de las Cinco Dinastías, medio siglo antes que los song, con quienes rivalizaron por el norte de China. El pago de tributo de los song a los kitan mantiene una paz inestable que permanece hasta el año 1125 en que los kitan son derrotados por los yurchen (dinastía jin). Tras su derrota, algunos nobles de los kitan se pasan a los yurchen, el emperador de los liao, y algunos príncipes, huyen al Oeste, donde formarán con los uigures, el imperio Karakitán.
 
El Imperio de los Karakitan : Como mencionamos, algunos de los príncipes kitan y sus seguidores que sobrevivieron a la invasión de los yurchen, emigraron al Oeste; más de dos mil kilómetros de estepa, al extremo noroeste de la actual provincia de Xinjiang, zona poblada por los uygures, que dieron buena acogida a los kitan, porque los uygures resistían la presión islamizadora de los sultanes seldyúcidas y los sintieron sus aliados. Con su ayuda fundaron entre el año 1128 y 1133 el Imperio de los Karakitan. Para la administración de su imperio utilizan el modelo e idioma chinos. Dada la avanzada cultura de los kitan y su capacidad guerrera, el Imperio de los Karakitan pronto se convirtió en el más importante de la región. Derrota a los sultanes seldyúcidas cerca de Samarcanda, interviniendo activamente en sus políticas. Hasta su desaparición a manos de los mongoles, el Imperio Karakitan será la avanzada más occidental de la cultura china en Asia Central.
 
La victoria sobre los Seldyúcidas y su calidad de no musulmanes, así como la presencia de nestorianos entre sus súbditos, hará surgir en Europa la leyenda del Preste Juan: un poderoso rey - sacerdote  nestoriano, cuyo reino se encontraban en la retaguardia del mundo islámico.
 
Soberanos: Hubo 9 soberanos
Terminó en: 1125 Duró 218 años. Fue contemporánea con la dinastía Song
 
(y la dinastía Jin)
 
La dinastía Song (960-1279) tiene dos etapas: La dinastía Song del Norte del 960 al 1126 y La dinastía Song del Sur del 1126 al 1279. Durante todo el período de la dinastía Song se siente con creciente fuerza la aproximación de los mongoles.
 
 


 


Durante el periodo Song, coexistieron en el norte tres estados importantes formados por pueblos de etnia no china. Los kitán fundaron la dinastía Liao en el noroeste. Los tangut se asentaron como Imperio Xia Occidental, en las actuales regiones de Gansu y Ningxia. El tercero de estos estados, el más importante, fué la dinastía Jin, fundada por los yurchen, que llegaría a conquistar todo el norte de China, obligando a los Song a huir al sur en el año 1126 y transformarse en la dinastía Song del Sur. Estos tres estados adoptaron el modelo dinástico chino, por lo que la historiografía tradicional china los incluye en el listado de sus dinastías.
 
Dinastía Song del Norte   (960 al 1126)
En el año 960 Zhao Kuangyin (luego emperador Taizu), comandante de la guardia imperial bajo los Zhao Posteriores, funda la dinastía Song. En vez de gastar energía combatiendo a los kitan (dinastía Liao), aceptó su dominio en la región nordeste y puso sus energías en la anexión de los estados del sur, ricos y poco militarizados. Estableció su capital en Kaifeng y pronto se anexiona todos los reinos independientes. Una conquista suave, en la que respetó los intereses de las poblaciones locales, a la vez que les abrió nuevas puertas al comercio en una entidad política mayor, consiguiendo así el control del sur de China. La capital Kaifeng, en la confluencia del Rio Amarillo y el Gran Canal, beneficiada por el transporte fluvial, llegó a ser una bullente urbe de más de un millón de habitantes.
Taizu, con su poder establecido, se lanzó contra los kitan, ahora ya convertidos en la dinastía liao, siendo inicialmente derrotado en el año 979 y en 986. Los liao responden atacando a su vez, lo que convierte a las campañas militares entre los song y los liao en sucesos anuales. Finalmente se llega a acuerdos que libran al país de la guerra continua, pero deja a los song, pagando tributo a los liao por el mantenimiento de la paz, que marcará el resto de la historia de los song.
 
La Administración de los Song: Taizu es sucedido por su hermano, Taizong, que completa la reunificación china con los pequeños reinos que aún resistían. Para evitar los males que acabaron con la anterior dinastía de los tang, diseña un gobierno en el que el emperador controla todos los resortes del poder, presidiendo la política, la guerra y las finanzas, intentando evitar que surjan funcionarios demasiado poderosos. El emperador es asistido por un consejo en el que se discuten abiertamente las políticas a seguir, y que será, con los emperadores más débiles, la máxima autoridad del Estado. De esta forma se deja fuera de la política a los eunucos, las emperatrices y sus familias, y a otros personajes de la corte. Para evitar el poder de los gobernadores militares, lo supedita al de funcionarios civiles.
Con el objetivo de crear una administración independiente de los grandes terratenientes, promueve la educación, fundando escuelas y universidades públicas, reforma los exámenes a funcionarios, popularizándose a la vez los libros impresos, cada vez más baratos, gracias a la invención de la imprenta de tipos móviles.
Se profesionaliza el ejército, que se pone bajo el mando del gobierno central, lo cual también generó problemas, pues con el paso del tiempo los soldados se convirtieron en funcionarios militares cada vez más numerosos y exigentes. En el año 1045 había 1.259.000 efectivos que consumían el  80% del presupuesto del Estado.
Durante unas décadas la dinastía Song prospera con sus políticas. A pesar de gobernar un territorio menor que los tang, y con el control sobre la Ruta de la Seda completamente perdido, el desarrollo cultural, tecnológico, científico y social es mucho más avanzado. Sustituye la expansión militar por la comercial y cambia el interés centrado en Asia Central por el Sudeste Asiático, donde los enormes barcos mercantes song son omnipresentes. Barcos de hasta cinco cubiertas que navegan orientados por las primeras brújulas náuticas. En ellos viaja una numerosa tripulación de mercaderes, que disfrutan del viaje en espaciosos camarotes.
El comercio se desarrolló fuertemente, propiciándose por la circulación el primer papel moneda. Sin embargo gran parte del capital acabó en manos de los terratenientes, que lo utilizaron para ampliar sus posesiones. Su colusión con los gobiernos locales les permitía escapar del pago de impuestos, por lo que se empezaron a acumular déficit presupuestarios, dándose la paradoja de que provincias empobrecidas como Shaanxi, repoblada tras las guerras por campesinos independientes, acaban por ser la que más contribuían a los ingresos nacionales, lo que enfurecía a los campesinos.
El crecimiento del ejército y del número de funcionarios, supuso siempre una amenaza para el régimen song; la primera rebelión campesina se produjo en el año 993, y llega a tomar la ciudad de Chengdu antes de ser sangrientamente reprimida. La segunda consecuencia que tuvo fue el aumento de la corrupción: los funcionarios apoyaron a los terratenientes, que continuaron acaparando tierras, lo que trajo una disminución de los ingresos del Estado, que condujo a una grave crisis de liquidez y estabilidad social.
 
Las reformas de Wang Anshi : El importante político y filósofo Wang Anshi, en 1058, propone reformar un amplio abanico de actividades. Nombrado primer ministro por el emperador Shenzong (1068-85), empezará a desarrollar sus ideas. Transforma el sistema de exámenes, incluyendo por primera vez, temas científicos relacionados con la Administración, crea numerosas escuelas financiadas por el Estado, realiza obras públicas, las más importantes destinadas a la canalización del río Yangtze y revitaliza el ejército promoviendo la cría de caballos y mejorando el adiestramiento de los soldados. Pero sus reformas más conflictivas eran las que mejoraban la situación de los campesinos: concesión de préstamos, abolición de los servicios personales, compra venta de grano para mantener los precios. Eran reformas socializadoras tendentes a recuperar la deseada buena relación entre emperadores y campesinos, con las que atacaba directamente los intereses de los terratenientes, que ya controlaban el 70% de la tierra productiva y de los comerciantes, que monopolizaban el comercio en sus regiones. Wang Anshi acabó cayendo, a la muerte del emperador Shenzong, y sus reformas serán abolidas en el año 1086, aunque se pusieran de nuevo en vigor en 1093.
El aumento de gente educada crea numerosos avances técnicos y científicos y un nuevo renacimiento literario y un desarrollo de la pintura paisajística, que marca la cumbre de la pintura china tradicional. En filosofía se da un renacimiento de las ideas confucianas reformadas, ampliadas con influencias del budismo y adaptadas a la situación política, que forman un nuevo cuerpo de ideas denominado neo-confucianismo.
Hay un gran desarrollo tecnológico, con mejoras en la fundición del hierro y creación de nuevos aperos de labranza más efectivos, gran desarrollo de la industria cerámica, así como de la construcción naval. Los ejércitos song empiezan a usar la pólvora.
 
Renacimiento religioso en el Tibet : Mientras los song alcanzan el esplendor del gobierno civil, la semilla del budismo se reintroduce en el Tíbet. En el reino de Guge, en una fortaleza inexpugnable situada al oeste del Tíbet, el budismo ha sobrevivido apoyado por la realeza local. El principal diseminador de la religión es el monje Atisha, se fundan nuevos monasterios en el centro del Tíbet, que concentran en torno a ellos una creciente cantidad de territorio y poder, acentuado esta vez por el nacimiento de las primeras escuelas religiosas, como la Kardam, establecida por los discípulos de Atisha, la Nyungmapa establecida en el monasterio Wobalhung, la Sakyapa, establecida en el monasterio de Sakya, y la Kagyupa, a la que pertenece el famoso monje Milarepa.
El fervor religioso es tal que en unos pocos años el budismo penetra de nuevo en todas las capas de la sociedad. Se construyen nuevos monasterios que cada vez cuentan con más monjes, pronto el poder temporal se asocia de nuevo con el religioso, y en apenas un siglo los lamas ejercen gran influencia.
 
El Imperio de los xia del Oeste: Durante el siglo IX en la región de Ningxia y provincias cercanas, se agrupan tribus tibetanas con otras de origen toba reforzando su dominio sobre un territorio cada vez mayor. De esta mezcla de pueblos surgen los tangut. En el año 990 su jefe se proclama rey de Xia. En 1028 se apoderan de Wuwei y Zhangye en Gansu, importantes centros comerciales al inicio de la Ruta de la Seda. En 1038 un nuevo líder se proclama emperador de los xia del Oeste, que aprovechando la debilidad de los song, lleva a cabo incursiones guerreras en la provincia de Shaanxi. Al no alcanzar ningún progreso definitivo con su política bélica, a partir del año 1044 reconoce la autoridad de los song, recibiendo a cambio su tributo de paz en forma de plata, seda y té. El Imperio Xia se llegó a extender sobre un vasto territorio desde el Ordos a Gansu y desde Mongolia a Sichuan. Los xia occidentales pronto desarrollaron una rica cultura, basada en la china. Su sistema administrativo estaba copiado de los song. Crearon un lenguaje y una escritura propios, aún no descifrados y hubo un gran fomento de la educación. La floreciente cultura de los xia acabará más tarde, brutalmente arrasada por las tropas de Gengis Khan. El estado Xia fue completamente destruido en el año 1227, sus habitantes exterminados y sus campos convertidos en yermos.
Además de los xia, los liao y los tibetanos, hubo otros regímenes políticos autónomos en los primeros años de la dinastía Song. Como el Reino de Gaochan, en la actual provincia de Xinjiang, el Reino de Dali en Yunnan, y el régimen llamado Cielo Meridional en la provincia de Guangxi. No pertenecieron a la dinastía song; posteriormente fueron arrasados e incorporados al Imperio Mongol.
 
Surgimiento de los yurchen: Los yurchen, un pueblo de origen tungu que vivía en la cuenca del Amur, (rio situado en el noreste de China, actualmente parte del límite entre China y Rusia), habían estado sometidos a los liao. Se ha dicho que son los antepasados de los manchúes, que gobernarán a China 4 siglos más tarde. En el año 1114, su líder Aguta, derrota a los liao y funda en 1115 la dinastía Jin con base en Heilongjiang. El emperador de los liao, con algunos príncipes, huye al Oeste, donde formarán con los uigures, el imperio Karakitán. En el año 1120 los yurchen toman la capital norte de los liao y algunos nobles de los kitan se pasan a los yurchen. Los song reconocen el poder de los yurchen, entregándoles el tributo de paz que antes entregaban a los liao. Los song, aprovechando la aparición de un enemigo a espaldas de sus enemigos liao, llegan a una alianza con los yurchen en 1122. Unidos inician la guerra contra los liao. Beijing, capital de los liao, cae en manos jin en 1125, acabando así con el Imperio Liao.
La dinastía Jin de los yurchen : Tras hacerse con el control del norte de China, los jin no se conformaron con la frontera liao establecida en el río Amarillo, sino que siguieron presionando hacia el Sur. Sin demasiado interés por las tierras calurosas de la cuenca del Yangtze mantienen la frontera en el río Huai, disfrutando del tributo de paz de los song. Con una escasa población entre millones de chinos, se dedicaron a disfrutar del botín conseguido en el sur. Crearon una sociedad multiétnica en la que convivían yurchen, kitan y chinos, con ellos en la cúspide, estableciendo un gobierno que se podría llamar de ocupación, en el norte de China, pues mientras sus guarniciones se hallaban acantonadas en las ciudades importantes y los puntos estratégicos, desconfiando de su propia capacidad, dejan que algunos nobles chinos gobiernen en nombre de los yurchen en las regiones en las que ejercían tradicionalmente su poder. Apoderándose de todo lo que tuviera valor, llevaron a los chinos a vidas miserables. Pero ellos mismos adquieren las costumbres chinas. Trasladan su capital a Beijing en 1153, y se puede considerar que ya son una dinastía china. El Gobierno se va transformando hacia los modelos tradicionales de dinastías pasadas. Su adaptación a esta cultura es tal que el emperador jin, Shizong (1161-89) prohíbe usar los nombres y vestidos chinos, pero ya es tarde. La cultura de su pueblo está desapareciendo. Pronto también se ven aquejados por los males de las dinastías chinas y las intrigas palaciegas van debilitando su poder, mientras la cultura china experimenta un cierto renacimiento en su territorio.
Los jin y los song aún se enfrentarán en una nueva guerra durante los años 1161 y 1162, saldada con la capitulación de los pacifistas song y un nuevo tratado que aumenta el tributo de paz, y de nuevo en 1206, donde vuelven a ser reconocidos victoriosos.
 
ESTABLECIMIENTO DE LOS SONG DEL SUR   (1126 al 1279)
Tras la derrota de los liao a manos de los yurchen y la caída de Beijing, los pacíficos  song, teóricamente aliados de los vencedores, son avasallados militarmente por los yurchen que llegaron unos meses después ante su capital, Kaifeng. Inicialmente se resisten, pero los partidarios de capitular y negociar la paz se hacen con el control y la ciudad es tomada al año siguiente, sin encontrar resistencia. El emperador y toda su corte son puestos en prisión. Ahora los yurchen son los amos de la mitad septentrional de China y su ejército presiona sobre la rica cuenca del Yangtze.
Mientras tanto, en el norte, los jin (yurchen) les quitan una buena porción de la provincia de Shaanxi a los xia del Oeste, el tercer régimen que se repartía el norte de China, pero no llegan a conquistarles. Tanto los liao (kitan) como los song habían basado su defensa en la diplomacia por lo que cayeron de un plumazo ante los aguerridos guerreros yurchen.
Tras la conquista de Kaifeng por los yurchen en 1127, un hermano del emperador capturado, conocido posteriormente como Gaozong, huye al Sur. Se establece en Hangzhou en el año 1138, que será la capital de la dinastía Song del Sur hasta su caída en 1275. Pero es un imperio que ha perdido la mitad de la población y del territorio, el gran complejo industrial y comercial de Kaifeng, una parte importante de la administración del Estado y a las grandes familias.
Los jin, por su parte, arrasan las ciudades de la cuenca del Yangtze hasta el año 1130, y regresan a sus bases con un rico botín, sin tener interés en permanecer en esas tierras del sur, cálidas y poco salubres. Durante una década los jin y los song se enfrentan en numerosas batallas que van inclinando la balanza del lado de los song.
El gobierno imperial song, una vez más, ante los yurchen, se divide entre los partidarios de resistir y los de capitular. Las campañas de los yurchen sobre las ciudades del Sur han supuesto un reguero de destrucción y una pérdida económica muy grande. Por ello, los terratenientes piensan que es más conveniente la capitulación. Los partidarios de la resistencia encuentran en el general Yue Fei su esperanza más sólida. Hábil estratega e infatigable luchador, en sus campañas al norte hace retroceder una y otra vez al ejército Jin, llegando a reconquistar gran parte del territorio perdido. En la cumbre de sus éxitos militares Yue Fei es obligado a volver a la corte, donde tras una serie de procesos basados en calumnias es ejecutado. Otros generales son licenciados o trasladados. Algunos piensan que el rico Sur vive mejor sin las guerras del Norte. Otros, que de seguir Yue Fei con sus campañas, los jin liberarían al emperador prisionero, forzando a abdicar al actual emperador. Lo cierto es que la descomposición de la anterior dinastía Tang por el poder de los gobernadores militares ha creado entre los Song una gran desconfianza en los militares, que además provienen de las clases bajas y poco educadas. Los song prefieren una paz segura y barata a una guerra cara y de resultados variables e inciertos.
Con Yue Fei desaparece la última esperanza de una reunificación nacional china, que no se conseguirá sino hasta tres siglos después con la dinastía Ming.
El comercio: Aun cuando era sometido a impuestos, el comercio era promovido y favorecido. Los song del sur crearon una sólida marina. Los enormes barcos mercantes chinos llegaron hasta puertos del sureste de Asia, Vietnam, las Indias Orientales e incluso Ceilán y la India. También llegaron mercaderes extranjeros desde Eurasia y el Cercano Oriente, en el territorio chino se podía encontrar comercios persas y árabes con mercaderías de lejanos países. A través de los comerciantes árabes, los song reactivaron las redes comerciales con el Cercano Oriente, el Océano Índico e incluso con Alejandría y Sicilia en el Mediterráneo.
El refinamiento de la capital Hangzhou : (ubicada en lo que es la actual provincia de Zhejiang) Los emperadores song establecen definitivamente su capital en Hangzhou. La ciudad, encajonada entre el río y las montañas no tiene la majestuosidad de otras capitales imperiales, sin embargo está bien protegida de los ataques de la caballería jin por una región de marismas y arrozales poco propicia al movimiento de los caballos. Hangzhou era una ciudad abigarrada, de más de dos millones de habitantes, cuando en esa época Londres tenía 25.000 y Roma 50.000.
Fuera del amplio paseo que conduce al palacio imperial, la población se apiña alrededor de calles estrechas, en casas de madera y bambú de varios pisos de altura. La población disfruta de una serie de servicios comparables a los de algunas ciudades modernas. Hay un sistema de recogida de basuras y limpieza urbana que se basa en el entramado de canales que cruza la ciudad, y un servicio de bomberos para evitar la propagación de los frecuentes incendios. A pesar de ello la ciudad sufre graves siniestros, como el incendio del año 1137 que destruyó 10.000 casas. Sus habitantes ya usan para el aseo personal cepillos de dientes y papel higiénico. En Hangzhou se desarrolla una sociedad refinada volcada en los placeres de la vida, las artes y las letras. Tiene cientos de restaurantes, casas de té, teatrillos y prostíbulos donde la noche no parece tener fin. Desde Hangzhou se sigue desarrollando un activo comercio con el sur de Asia que trae a China numerosos viajeros de países lejanos. De hecho este comercio marítimo adquiere proporciones cada vez mayores. A mitad de esta dinastía los impuestos al comercio y las tasas de aduana superan a los impuestos sobre los campesinos, base tradicional de la riqueza china. Para proteger ese comercio se crea una armada imperial que mantiene la seguridad de las costas chinas. En los puertos se crean barrios enteros, como ciudades independientes, en los que se alojan los marineros procedentes de otros países. En los suburbios viven los pobres, pues cada vez llega más gente del campo, ya que los terratenientes ocupan más y más tierras forzando a muchos campesinos pobres a buscarse la vida en la ciudad.
El estado también obtiene ingresos de la sal, el té y las aduanas, así como de los restaurantes, tabernas y hasta prostíbulos abiertos en la capital, con los que se intenta equilibrar el presupuesto. Parte de estos ingresos se destinan a crear, por primera vez en la historia, una serie de servicios sociales, abriéndose el primer asilo de ancianos en Hangzhou, el primer hospital, el primer orfanato y la primera farmacia estatal. La dinastía Song del Sur, tal y como se vivía en Hangzhou, es la sociedad más desarrollada y pacífica, según nuestros conceptos actuales, con un ejército subordinado al poder civil, que depende para su defensa de los últimos adelantos de la ciencia, con un extraordinario desarrollo de la cultura y del gusto por la vida; en la que las clases superiores se dan cuenta de la necesidad de establecer una serie de servicios sociales para mantener la estabilidad social, a la que llegan mercancías exóticas procedentes de todos los países conocidos.
Se estima que en el siglo XII los song eran 120 millones, mucho más que la población de Europa en ese tiempo.
El desarrollo que se produce durante la dinastía Song del Sur tiene ciertas semejanzas con el capitalismo desarrollado durante el siglo XX. El emperador se convierte en una figura nominal, quedando el poder en manos de las grandes familias, que hacen abdicar a los emperadores a su antojo. Alrededor de los emperadores y de los nobles, se crea un círculo de poetas y artistas. Una sociedad volcada al lujo en la que los ricos disponen de numerosas diversiones y se proporciona alivio a las necesidades básicas de los pobres para mantener la paz social. Se pone de moda entre las mujeres nobles vendarse los pies para evitar que crezcan. Costumbre que pronto se populariza entre amplias capas de la población.
 
La declinación de los song: El gobierno de las grandes familias parece buscar sólo su propio beneficio. Las diferencias sociales son cada vez mayores, el porcentaje de pobres crece de forma alarmante. El último intento de revertir esta situación lo realiza el ministro Jia Sutao, que intenta introducir reformas que proporcionen ciertas tierras a los campesinos aumentando así el poder del emperador en detrimento de los terratenientes. Está destinado al fracaso, los nobles empiezan a colaborar con los mongoles, precipitando la caída del régimen song en el año 1275. Y en realidad no les fue mal con ellos, ya que tras la conquista mongola, fueron inicialmente apartados de los puestos políticos, pero mantuvieron sus haciendas y poco después reaparecieron en la escena política, terminando por ser los mejores aliados de los mongoles cuando las revueltas populares ponían fin a la dinastía mongola.
Soberanos: Hubo 18  soberanos
Causas de su término:  La invasión de los mongoles
Terminó en: 1279 Duró 319 años
En esta época, en otras culturas fuera de China: Siglo X: Europa todavía estaba en el oscurantismo de la Edad Media; nace el Sacro Imperio Romano Germánico y el califato de Córdoba; los vikingos se asientan en Normandía; en Francia se inicia la dinastía de los Capetos; en México se produce el auge de los toltecas. Siglo XI: en Sudamérica se desarrolla la cultura  del Tiahuanaco; los vikingos llegan a América del Norte; los turcos selyúcidas capturan Bagdad; el normando Guillermo el Conquistador invade y se hace con el trono de Inglaterra; los turcos selyúcidas capturan Jerusalén; se realiza la 1ra Cruzada y recuperan Jerusalén. Siglo XII: se realiza la 2da y 3ra Cruzadas; Gengis Kan funda el Imperio Mongol; se inicia la dinastía Plantagenet en Inglaterra; los normandos invaden Irlanda; Saladino derrota a los cruzados y recupera Jerusalén para los musulmanes; Ricardo Corazón de León derrota a Saladino; se firma el tratado de Ramla: Jerusalén queda bajo control musulmán; la cultura Maya se encontraba en el período clásico tardío. Siglo XIII: se realizan las cruzadas 4ta a la 8va todas con desastrosos resultados; se firma la Carta Magna en Inglaterra; los mongoles triunfan y arrasan en Rusia, Polonia y Hungría.
 
NOTA HISTÓRICA: LA CONQUISTA DE CHINA POR LOS MONGOLES
Fue un largo proceso que implicó a cuatro emperadores durante tres cuartos de siglo, desde el primer ataque a los Xia de Oeste en el año 1210, hasta el establecimiento de la dinastía Yuan en 1271. Su éxito se debió no sólo al valor y técnica guerrera de los mongoles y a su crueldad y brutalidad, sino también a que los tres regímenes principales de la China de entonces (Imperio Jin, Imperio Xia del Oeste e Imperio Song), incapaces de valorar la importancia de la amenaza mongola, quisieron utilizarles cada uno de ellos para librarse de su enemigo, pereciendo al fin ante la insaciable sed de conquistas de los khanes mongoles. Ya en el primer ataque mongol contra los xia del Oeste, el emperador Jin consideraba una suerte que sus enemigos combatieran entre sí. Poco podía sospechar que enseguida alcanzarían una tregua, y las tropas mongolas se dirigirían contra él.
La conquista militar de China propiamente dicha se inicia, en el año 1210, con los ataques a los xia del Oeste. Éstos detuvieron a los mongoles en una serie de batallas animándoles a establecer una tregua (una serie de complejos lazos familiares unían a los emperadores de los xia del Oeste con los khanes mongoles). Concertada la tregua, los mongoles se volvieron contra los jurchen de la dinastía Jin.

Los mongoles derrotan a los jin: La expansión del imperio jin de los yurchen, les había llevado a controlar gran parte de Mongolia. Con Genghis Khan fue distinto, desde 1211 los mongoles atacan una y otra vez a los jurchen, que a pesar de ser derrotados, siguen oponiendo una tenaz resistencia. Los enfrentamientos más duros se producen por el control de la capital, Beijing. Su cerco se tornó extremo por la falta de alimentos. Entre los mongoles se sorteaba un soldado de cada cien para alimentar a los otros; entre los sitiados el hambre también llevó al canibalismo. En 1215 cae Beijing, la ciudad es asolada, sus defensores masacrados y sus palacios saqueados.
El emperador Jin huye a Kaifeng, desde donde seguirá resistiendo. Tras la conquista de Beijing los mongoles arrasan el norte de China. Lo consideraban como un lugar ideal para pastar sus rebaños y de donde los chinos deberían de ser eliminados, pero uno de sus consejeros, de origen kitan, le hizo comprender los beneficios que se conseguirían haciendo tributar a esa inmensa población y utilizándola en su provecho. Con ello salvó millones de vidas chinas.
Los mongoles derrotan a los xia del Oeste: La segunda campaña mongola en China, aún dirigida por Genghis Khan, fue nuevamente contra los xia del Oeste, que se habían librado de la primera ola de destrucción jurándole lealtad. Desde entonces pasaron más de diez años, que Genghis Khan ha aprovechado para eliminar posibles enemigos a su espalda, conquistando la mayor parte de Asia Central. Al violar su juramento y no asistir a los mongoles en sus campañas hacia el Oeste, los xia se ganaron el odio del Gran Khan, que los venció y exterminó.
Genghis Khan murió durante la segunda campaña contra los xia del Oeste. Tras su muerte, después de la acostumbrada asamblea de Khanes en la capital mongola Karakorum, el imperio se reparte entre sus cuatro hijos; Ogodei, recibe China, Mongolia y parte de la Ruta de la Seda, quién en 1229, reanudó los ataques contra los jin, establecidos en Kaifeng; quienes después de cuatro años de resistencia acabaron por sucumbir al empuje mongol. Kaifeng cae en 1233.
Los mongoles derrotan a los song: En el año 1235 se iniciaron los ataques contra los song, que habían estado aliados con los mongoles durante la guerra contra los Jin. Una serie de batallas que da victorias a ambos bandos, se detuvieron por la muerte de Ogodei; tras la asamblea correspondiente, su sucesor, Mangi Khan, reanuda los ataques en 1251.
Para atacar a los song desde su retaguardia, envía a su hermano Kublai por el Oeste, hasta Yunnan, donde vence a los tibetanos y en 1254, conquista el Reino de Dali. Kublai queda así con el control de lo que es hoy la provincia de Yunan y amenazando a los song desde ese costado. Mientras tanto, en el sitio de Hechuan, en la provincia de Sichuan, muere Mangi siendo sucedido por Kublai, que hace de Beijing su capital en 1260 y donde luego se proclamaría emperador de la nueva dinastía Yuan en 1271.
A pesar de lanzar todas sus fuerzas contra los song, Kublai tardará quince años en derrotarlos de forma definitiva. Quince años durante los que ponen en juego no sólo el ardor guerrero de los mongoles, sino la tecnología militar de los pueblos conquistados por ellos. El sitio de la ciudad de Xiangyang, que durante más de seis años bloqueó el avance de las tropas mongolas, sólo fue superado gracias a las grandes catapultas construidas por ingenieros venidos de occidente. El general Bayan, comandante de la gran ofensiva mongola, sólo logra la victoria después de derrotarlos en la batalla naval en aguas del Yangtze en 1274. Para el año 1279  los mongoles habían construido 1.500 barcos y aun así no conseguirán entrar a Hangzhou hasta el año 1276.
Los song bloquearon el avance de los mongoles durante cuarenta años, más que ningún otro pueblo de Europa o Asia. Su tecnología militar es la más avanzada de la época, pues cuentan con bombas y granadas explosivas, flechas propulsadas por cohetes, gases venenosos, lanzallamas, rudimentarias pistolas e incluso vehículos blindados. Según algunos historiadores, los pueblos nómadas sólo fueron invencibles cuando adoptaron la tecnología militar china. De hecho los mongoles utilizaron cañones en el sitio de ciudades chinas. En la batalla naval del Yangtze del año 1274 contra los song, en la que se enfrentan dos flotas de más de 2.500 barcos por cada parte, los mongoles ya han instalado cañones en sus barcos con los que destruyeron a la armada song.
Por otra parte los mongoles que completan la conquista de China son muy diferentes de los que la iniciaron. A lo largo de sus numerosas campañas en Asia y Europa, han adaptado con fines militares las diferentes técnicas de los pueblos con que se enfrentan, incluyendo las técnicas chinas. Su mentalidad y su forma de gobierno también se han transformado de forma paralela, el contacto con las diferentes religiones de los pueblos conquistados, las comodidades de la vida sedentaria y el conocimiento de métodos de dominación más sutiles y provechosos, van minando su espíritu guerrero, su ferocidad , crueldad y su ansia de conquistas.
El vilipendiado pacifismo de los song no les dio tan mal resultado, pues mientras el norte de China dominado por los jin, había sido arrasado por los mongoles, el Sur salió casi ileso de su conquista. En su salvación influyó la transformación de los mongoles durante esos cuarenta años, pues Kubilai, que ha establecido su capital en Beijing en el año 1264 y gobierna aconsejado por funcionarios chinos, sabe que el mayor beneficio de la conquista no es el saqueo de las ciudades capturadas, sino la explotación a largo plazo de sus dominios. No hay duda de que los propios song tuvieron influencia en esa transformación que les libró, en último término, de ser arrasados y destruidos por los mongoles que habían aterrorizado Asia y Europa. En ese ambiente se establece la dinastía Yuan.
 
La dinastía Yuan fue la primera establecida por un pueblo extranjero que gobernó tanto el norte como el sur de China. Las diferencias entre ambas regiones eran tales que los primeros viajeros europeos pensaban que eran dos países: Catay en el norte y Mangi en el sur. La idea se mantuvo vigente hasta que el jesuita español Diego de Pantoja confirmó a principios del siglo XVII que se trataba de un solo país.
 
Territorio: 
 
 
Los mongoles necesitaban protegerse ellos mismos en un país en el que estaban en minoría, pues la población china rondaba los cien millones de habitantes. Para ello diseñaron una sociedad estratificada según las nacionalidades. En la cúspide estaban los propios mongoles, que mantenían su estructura militar con cuarteles dispersos por todo el país, monopolizando los puestos más elevados de la administración. Bajo su mando estaban sus aliados del Asia Central, como los uygures y otros pueblos turcos, ocupando los estratos intermedios de la Administración del Estado; en un estrato inferior, los chinos del Norte, los antiguos súbditos de los Imperios Jin y Liao, incorporados tempranamente al imperio mongol; y en el estrato inferior, los chinos del Sur. Dentro de cada grupo se daba también una división social entre los nobles y los plebeyos. Las familias más poderosas tenían esclavos, generalmente prisioneros de guerra, con los que se comerciaba abiertamente, especialmente en el norte de China, en los llamados “mercados de hombres”.
 
Los chinos estaban fuertemente discriminados en el escalón más bajo de esta sociedad étnicamente estratificada. Se les prohibía llevar armas, practicar el boxeo chino, asociarse, aprender lenguas extranjeras y tenían restringida su libertad de movimientos. Si un chino asesinaba a un mongol, se le castigaba con la pena de muerte; el caso contrario, sólo con una multa.
 
La Administración estaba basada en la de los song, enfatizando el poder de las administraciones locales para evitar la influencia de las intrigas de la corte. Se restauran incluso algunas de las medidas de Wang Anshi, como la creación de graneros para acumular cereales en la abundancia y la institución de asilos, orfanatos y hospitales. A la cabeza de esta administración se encontraban gobernadores mongoles y asistentes musulmanes.
 
Kublai, completamente adaptado a la cultura china, fundamentó su gobierno en la paz para el pueblo y el desarrollo de la agricultura; renueva los trabajos de irrigación, crea colonias militares que roturan nuevos terrenos y desarrolla las comunicaciones con una impresionante red de caminos que se extiende por toda China, que cuenta con postas cada 25 millas, con alojamientos y caballos de repuesto y un sistema de correos que podía hacer llegar un mensaje desde Beijing a Yunnan en nueve días.
 
La comunicación entre Oriente y Occidente con los mongoles
Una de las consecuencias de las conquistas mongolas fue el desarrollo del comercio y las comunicaciones entre Europa, Persia y China. Por la larga ruta de la seda, ahora segura bajo el control de un solo imperio, circulaban viajeros de todos los países conocidos, dándose un gran intercambio cultural entre ambos extremos de Eurasia.
Los mongoles se preocuparon de que los caminos fueran seguros, porque los tributos que cobraban a los comerciantes eran una importante fuente de ingresos. Construyeron postas, puntos de guardia, graneros y centros de provisiones a lo largo de la Ruta de la Seda. Por ella llegaron a China los primeros viajeros europeos. Misioneros, como Juan de Piano, que llegó a Karakorum, la capital mongola, en 1246 llevando una carta del papa para el emperador mongol. Sus relatos presentan una descripción detallada de este pueblo que mantenía a Europa en el terror. Guillaume de Ruysbroeck, enviado por el rey Luis de Francia, llegó a la capital mongola ocho años después. Bien tratado, se le envía de vuelta pidiendo la sumisión de su rey. El más famoso, Marco Polo, fue el que más tiempo pasó entre los mongoles, llegando a ocupar puestos de responsabilidad en la corte de Kublai Khan. Dejó el testimonio literario que más influyó en la Europa de la Edad Media. De hecho, los viajes de Colón y Vasco de Gama, siglos después, inspirados en las descripciones que hace Marco Polo de China, responden al deseo de establecer comunicación con ese rico imperio.
En los últimos años de la dinastía Yuan, hubo algunos misioneros cristianos en la corte de Beijing, donde a pesar de la libertad religiosa de los mongoles, no tuvieron mucho éxito. El que realizó una labor importante fue Juan de Montecorvino, que llegó a Beijing en 1293, construyó una iglesia y tras varios años de apostolado consiguió convertir a varios miles de mongoles. Permaneció en China hasta su muerte en 1330. Tras ella, la iglesia va desapareciendo a falta de una continuidad misionera.
Poco después, con la caída del poder mongol en Asia Central, las rutas se hacen inseguras y se corta la comunicación con Europa.
 
Por esa misma ruta llegaron a Occidente algunos de los inventos chinos que acabarían por transformar al mundo, como la pólvora, utilizada por primera vez por los ejércitos mongoles en sus ataques a las ciudades europeas, la imprenta y el papel, conocidos en Europa a través de los árabes. La brújula llegaría a través de las rutas de comercio marítimo, que comunicaban los activos puertos de la costa de China con la India, Persia y Arabia.
 
El Beijing de Kublai Khan:
Desde 1260 Kublai estableció su capital principal en Beijing y la de verano en Shangdu (Xanadú para los occidentales). Las extraordinarias riquezas conseguidas durante décadas de saqueos por las hordas mongolas se emplean en crear la ciudad más grande y hermosa del mundo, con palacios, parques y avenidas nunca vistos hasta entonces.
Según la descripción de Marco Polo, tenía forma de un cuadrado de aproximadamente 10 km de lado, le rodeaba un muro, almenado, blanco, de 20 metros de alto y 10 de ancho. En su interior, albergaba amplias calles, parques y jardines, bellos palacios, hermosas mansiones, casas magníficas con amplias habitaciones, como también arsenales y cuarteles donde vivían los guardianes. El palacio más grande, bello y lujoso era el del emperador, con hermosos jardines y fuentes de agua. El interior tenía ricos muebles y muros tapizados de adornos de oro y plata. Estaba en el centro de la ciudad, albergaba a 12 000 cortesanos y una multitud se servidores chinos que proveían las necesidades de las clases dirigentes. Eran frecuentes las recepciones y los banquetes con suntuosas vestimentas. Rodeaban a la ciudad arrabales donde vivían artesanos y donde se alojaban los numerosos mercaderes que llegaban de todas partes del mundo, con toda clase de exóticos productos y mercaderías. Allí también vivían los numerosos servidores de la gran ciudad.
Esa enorme población acomodada en la capital, alejada de los centros de producción agrícola, cada vez más concentrados en el sur, obligó a reconstruir el Gran Canal, que había sido casi abandonado durante los últimos años y a establecer rutas marítimas para el transporte de mercancías desde el bajo Yangtze hasta el puerto de Tianjin, en las cercanías de Beijing.
 
Cultura: El teatro en la dinastía Yuan
Aparte de los importantes avances técnicos que se dieron durante la dinastía Yuan, fruto del continuo contacto entre Oriente y Occidente, no se producen obras de importancia en los aspectos filosóficos y culturales. Solo el teatro experimenta un importante florecimiento, en parte debido al interés que muestran los emperadores y nobles mongoles por sus representaciones.
Se puede decir que durante la dinastía Yuan se produce la Edad de Oro del teatro chino. Los nobles disfrutaban con unos espectáculos que, basados muchas veces en cuentos y baladas populares, incluían cantos y mímica, vestidos de llamativos colores, actores disfrazados y música instrumental en muchos casos adaptada de las baladas yurchen, un tanto familiares para los mongoles. Los temas también eran sencillos: amor, heroísmo, intrigas, amistad, con espectáculos sencillos que se adaptaban a los gustos populares.
Muchas de las óperas tan populares posteriormente entre los chinos, arrancan de los dramas de la dinastía Yuan.
 
Inventos: Los mongoles también usaron la pólvora en armas de guerra.
 
Los mongoles mantuvieron el sistema de gobernar a las minorías existentes dentro de las fronteras del país, de las dinastías pasadas. Consistía en permitir el autogobierno bajo sus líderes tribales, donde ellos, a cambio de ver refrendada su autoridad por el emperador, reconocían la soberanía china y recogían tributos entre sus súbditos para el emperador.
 
Kublai Khan incorpora definitivamente la provincia de Yunnan a la administración china después que derrota y conquista a Myanmar. Los primeros gobernadores  de Yunnan procedían del Asia Central, por lo que el islam penetra con fuerza en esa provincia.
 
Una vez conseguido el dominio de China, los mongoles aún intentaron nuevas conquistas. Pero su furor guerrero ya se había ido debilitando, como se demostró en el éxito relativo con que concluyeron la conquista de Indochina y su fracaso en las expediciones a Japón y Java.
 
Los mongoles y el Tibet
Aunque los mongoles mantuvieron la libertad religiosa, el taoísmo sufrió algunas persecuciones. El budismo fue favorecido, concediéndose a los monasterios tierras y el servicio de los campesinos cercanos. De esta forma, cada vez había más campesinos que servían a los templos, guarniciones militares y terratenientes que no pagaban impuestos y menos campesinos libres que los pagaban. Mientras ciudades y templos crecían en magnificencia, los ciudadanos se iban empobreciendo. Para atender las necesidades religiosas de los musulmanes aliados de los mongoles, se construyeron mezquitas en algunas ciudades de China. El lamaísmo, esa variante del budismo creada en el Tibet, también recibió el apoyo de Kublai Khan, extendiéndose rápidamente por Mongolia.
 
Los príncipes y monasterios del Tibet se habían sometido a los mongoles desde sus primeras expediciones militares. No obstante, en 1240, una expedición militar a las tierras centrales del Tíbet dejó a los generales mongoles fascinados por el poder espiritual del abad del monasterio de Sakya, al que llevaronn a conocer al Gran Khan, quien reconoce su autoridad política y religiosa sobre el centro del Tibet. Kublai confirma el apoyo de los mongoles a la secta de Sakya, nombrando a su líder, en 1260, preceptor imperial, controlando todos los asuntos budistas del Imperio Mongol y con autoridad temporal sobre el centro y este del Tíbet. En torno a Sakya, Kublai organiza un sistema administrativo que unifica al Tíbet bajo una cabeza política, dependiente del preceptor imperial. Pero las otras escuelas lamaístas no reconocen la preeminencia de la escuela de Sakya, cuya ascensión, ligada al poder mongol, le seguirá en su decadencia. Esta se inicia tras la muerte de Kublai, su protector; de tal forma que antes de la caída de la dinastía Yuan en China, los sakya ya han perdido el poder en la meseta tibetana.
 
Decadencia de los mongoles
El fracaso en las expediciones a Java y al Japón marca la decadencia de los ejércitos mongoles. La cuarta generación de guerreros desde los tiempos de Gengish Khan se va acostumbrando a las comodidades del conquistador. A partir de entonces cesaron los intentos de expansión militar. Los hijos de los combativos guerreros que habían conquistado el mundo, pasaban ociosos sus días en sus cuarteles, mantenidos por los campesinos, se dedicaban a realizar pequeños negocios o al cultivo de la tierra. Pronto no fueron capaces de reprimir las pequeñas rebeliones que iban surgiendo por doquier.
 
El aumento del lujo y la disminución de campesinos que tributaban, trabajando un porcentaje elevado de ellos para los templos, cuarteles militares y terratenientes, instituciones que no tributaban, creó pronto un gran déficit fiscal. Kublai Khan empezó a acuñar billetes de forma excesiva sin comprender los mecanismos financieros que respaldan la emisión de moneda, por lo que pronto perdieron su valor. En 1311 se acaba la emisión. Por otra parte, la competencia de comerciantes de Asia Central con su posición privilegiada respecto a los chinos, perjudicó comercialmente a China.
 
El emperador Timur, que sucede a Kublai, continúa la política de su padre. En 1315 se reanudaron los exámenes para funcionarios, pero manteniendo a los chinos en las posiciones secundarias del Gobierno. El empobrecimiento de los campesinos es evidente. En el sur, los ricos terratenientes de la dinastía Song, los mejores aliados de los mongoles, ven sus prerrogativas aumentadas, en el norte, donde había una mayor proporción de campesinos libres, los nobles mongoles y los monasterios budistas, adoptan modelos de explotación campesina similar a los del sur. Timur rebaja los impuestos de la tierra. Pero descubre que la mayoría de los funcionarios del gobierno son corruptos.
A su muerte, en 1307, el estado, cuidadosamente diseñado al comienzo de la dinastía empieza a desmoronarse. En la corte, las intrigas de los cortesanos, príncipes y ministros privan sobre el gobierno. En los 25 años siguientes hay nueve emperadores. En las provincias, los gobernadores ignoran el poder de la corte, estableciendo una virtual independencia. En ese clima de corrupción, los funcionarios velan solo por sus propios intereses.
 
Rebeliones campesinas acaban con la dinastía Yuan
Los primeros levantamientos campesinos se inician en 1325. En 1327 había 7,6 millones de personas muriéndose de hambre en el imperio. Al principio son rebeliones muy primarias, grupos de desposeídos, que, buscando únicamente resolver su desesperada situación, atacan a los ricos, sean chinos o mongoles y se reparten su riqueza. Como el ejército mongol, ya sólo una sombra del que aterró al mundo, es incapaz de contenerlos, los terratenientes van creando ejércitos privados para defenderse. Los conflictos sociales se mezclan con aspectos étnicos.
 
La rebelión de más larga duración fue la de los Turbantes Rojos, que desde 1335 a 1359 desarrollaron una intensa actividad en la mitad norte de China. Esta sublevación, surgida en torno a sociedades secretas habituales entre los campesinos de esos años, con objetivos tanto políticos como religiosos, se desarrolló enormemente tras los desbordamientos del río Amarillo del año 1351, que llevaron al gobierno a forzar a 170.000 campesinos a participar en los trabajos de reparación. Los focos rebeldes se multiplicaron en las provincias del Norte, dejando fuera del control del Gobierno, zonas cada vez más extensas. Posteriormente los levantamientos se extienden por todo el país.
 
Los que acaban dando el golpe de gracia a la dinastía, surgen al sur del río Yangtze, donde estaban los chinos que ocupaban el lugar más bajo de la escala social. Uno de los levantamientos del Sur fue el protagonizado por Fang Guochen en 1348. Retomando la tradición marinera de los song del Sur, Fang centra sus campañas en el mar, consiguiendo pronto dominar las costas del sur de China. Esto le permite interceptar el tributo que llega de las provincias del Sur, provocando el desabastecimiento de la capital. Su poder sólo cederá ante los ejércitos también rebeldes de Zhu Yuanzhang. Éste era un curioso personaje de origen humilde que había sido mendigo y monje antes de enrolarse en los ejércitos rebeldes. Buen estratega y con una cierta cultura, pronto se convierte en el cabecilla de una banda cada vez mayor, que se une al gran levantamiento en la provimcia de Jiangsu en 1352, liderado por Guo Zixing.
Allí Zhu sigue escalando puestos en las filas rebeldes hasta convertirse en general, de tal forma que a la muerte de Guo Zixing en 1355 le sucede al mando de los ejércitos rebeldes. Según va consiguiendo más territorio, va transformando su movimiento de una lucha de clases a una lucha nacional. El objetivo ya no es matar a los ricos y repartir su riqueza, sino ir tomando territorio a los mongoles para acabar expulsándoles. Este cambio atrae a grupos de rebeldes, a intelectuales y terratenientes que comparten con los campesinos el objetivo de derrocar al régimen mongol. Zhu Yuanzhang, desde 1353 a 1368 va conquistando lentamente el sur de China mediante pequeñas batallas y escaramuzas que le son favorables. Ese mismo año cruza el Yangtze hacia el Norte y conquista Beijing casi sin encontrar resistencia. La ciudad, abandonada por unos mongoles que ya han perdido interés por un país empobrecido que sólo les da problemas. Beijing no es saqueada. Los generales rebeldes persiguen a los debilitados mongoles hasta su capital, Karakorum, que saquean en 1372, dispersándoles por el Norte hacia Siberia.
Zhu Yuanzhang pasará a ser el primer gobernante de la dinastía Ming que se inicia el año 1368.
 
Soberanos: Hubo 15 soberanos
Causas de su término: La excepción tributaria de latifundios budistas, terratenientes y cuarteles militares y la sobre explotación de los campesinos.
Terminó en: 1368  Duró 89 años
 
 
DINASTÍA MING               1368 - 1644
 
Algunos historiadores describen a la dinastía Ming como “una de las mayores eras de gobierno disciplinado y estabilidad social de la historia humana”. Sin embargo fue también la que encerró a China en sí misma, quedando aislada del resto del mundo, al que consideraba inferior y bárbaro. Con ello China nunca se enteró de las culturas que se desarrollaron fuera de China, ni del despertar de Europa con el Renacimiento ni los descubrimientos científicos que cambiaron al mundo ni el descubrimiento de América por Colón. Fue la última dinastía China gobernada por la etnia Han. Después de la caída capital Ming: Pekín en 1644, que marcó el fin de la dinastía, sobrevivieron hasta 1662 algunos regímenes leales al trono Ming, conocidos como dinastía de los Ming del Sur.
Con la caída de la dinastía anterior mongola, China ya no controlaba la Suta de la Seda, lo que incentivó el uso comercial de las rutas marítimas. Por otra parte, los secretos de la producción de la seda se conocían ya incluso en Europa, a principios del siglo XV, Lyon estaba produciendo la mayor parte de la seda que se consumía en Europa. Esto provocó una caída de los beneficios generados por el comercio de la Ruta de la Seda. Finalmente, las disputas fronterizas con los uyghures de Asia Central provocaron la amenaza de represalias militares, lo que decidió a los soberanos Ming a intentar cerrar completamente el comercio a través de la Ruta de la Seda.
Bajo el gobierno de los Ming se construyó una vasta flota naval. Aunque ya se habían llevado a cabo expediciones comerciales y diplomáticas marítimas desde China en periodos anteriores, la flota del almirante eunuco musulmán Zheng He, durante el siglo XV, superó a todas las demás en tamaño y cobertura. Los Ming mantuvieron un ejército permanente de un millón de efectivos. Otras actividades fueron: importantes trabajos de reconstrucción del Gran Canal y de la Gran Muralla. Además se construyó la Ciudad Prohibida en Pekín.
Territorio: Limitaba con la Gran Muralla por el norte, el Tíbet y Birmania por Oeste y Vietnam y Laos por el sur.
 
 


La caída de los mongoles y la rivalidad entre los rebeldes: El derrumbe de la dinastía anterior de los Yuan se debió, principalmente a la discriminación institucional contra los han, que había generado un gran resentimiento, a los altos impuestos en las regiones, la alta inflación y las graves inundaciones del río Amarillo, debidas al abandono de los canales de irrigación. Por consiguiente la agricultura y la economía estaban arruinadas; la revuelta estalló entre los cientos de miles de campesinos que habían sido llamados a reparar los diques del río Amarillo. Muchos grupos han, entre ellos los Turbantes Rojos se alzaron en rebelión en 1351. Zhu Yuanzhang era un campesino, pobre, monje budista e indigente que se unió a los Turbantes Rojos en 1352 donde hizo carrera como líder rebelde. En 1356, las fuerzas de Zhu tomaron la ciudad de Nankín, la que sería posteriormente la capital de los Ming. Con el desmoronamiento de la dinastía Yuan, muchos grupos rebeldes comenzaron a enfrentarse por el control del país. En 1363, Zhu Yuanzhang eliminó a su rival en la batalla del lago Poyang, en la que fuera posiblemente una de las mayores batallas navales de la historia, lo que dejó a Zhu Yuanzhang dueño del rico valle del Yangtsé y le permitió afianzar su poder en el Sur de China. En 1368 envió su ejército hacia la capital de la dinastía Yuan: Dadu (actual Pekín), arrasó el palacio mongol y proclamó la fundación de la dinastía Ming. La ciudad fue renombrada como Beiping y Zhu Yuanzhang tomó el nombre imperial de Hongwu.
 
Reinado del emperador Hongwu: Hongwu reconstruyó la infraestructura del país. Hizo construir un muro alrededor de Nankín y construyó palacios y centros administrativos. Hizo redactar un nuevo código penal confuciano, el Da Ming Lü, que se terminó en 1397 y organizó un sistema militar similar al de la dinastía Tang. Desconfiado de sus ministros y discípulos, creó una policía secreta que fue parcialmente responsable de la muerte de 100.000 personas en purgas durante su mandato.
 
Frontera Sudoeste: En la provincia Qinghai, hacia el año 1370, el pueblo musulmán se sometió voluntariamente al poder de los Ming. Las tropas uigures aplacaron las rebeliones de la etnia Miao y se asentaron en la provincia Hunan. Las tropas Hui musulmanas también se asentaron en Hunan, tras servir en las campañas de los Ming contra las tribus aborígenes. En 1381, la dinastía Ming se anexionó las áreas del sudoeste (en la provincia Yunnan) que habían pertenecido al reino de Dali, tras la conquista por los ejércitos de los Ming de etnia musulmana Hui. Los Hui se instalaron en la región para colonizarla. Hacia finales del siglo XIV, más de medio millón de colonos se habían asentado en el sudoeste de china lo que provocó profundos cambios en la composición étnica de esta región donde, hasta el momento, la etnia Han era minoritaria. Las rebeliones que se produjeron fueron aplacadas por la fuerza.
 
La Marcha a los Trópicos: Desde 1372 hay grupos de campesinos que se levantan contra la opresión imperial. Uno de los levantamientos más violentos de esta primera época es el que protagonizan en 1398 los aborígenes de Guizhou, que presionados por la continua llegada de emigrantes, llegan a capturar dos ciudades antes de ser vencidos por las tropas imperiales. Éste será solo el primero de un largo rosario de rebeliones indígenas que caracterizan la historia de esta provincia durante la dinastía Ming. De hecho, al principio de esta dinastía, Guizhou seguía habitada por sus poblaciones originales, como los lao o gelao, compitiendo por el territorio con algunos pueblos que llegan del norte huyendo de la colonización china, como los miao y los yao. Durante estos años, la penetración de los colonos chinos se intensificará. Ocupando cada vez más tierras, serán contestados con continuas revueltas, levantamientos y migraciones. No obstante, al final de estos años, la resistencia se habrá trasladado a las regiones más marginales y Guizhou pasará a formar parte de la estructura administrativa de China. Esta Marcha a los Trópicos es una colonización de estos territorios en función de los intereses del Estado y de los inmigrantes, enmascarada por la necesidad de civilizar a los pueblos nativos. Con los colonos chinos llega una transformación del ambiente de estas regiones, acompañada por la cultura china.
Al sur de Guizhou, en las provincias de Guangxi y Yunnan, la tensión étnica será continua a lo largo de la dinastía Ming. Los colonos que llegan a Guangxi se encuentran con un clima tropical, una administración que abarca poco más que las ciudades y algunos puntos de comunicación importantes y la resistencia continua de los nativos. Para gobernar a las propias minorías se mantiene el poder de los tusi o gobernadores locales, que sometidos nominalmente al poder imperial, conservan una autonomía casi completa. La dependencia en aumento de las autoridades provinciales en estos tusi para garantizar la paz y el orden en la provincia alimentará las ansias de poder de los más ambiciosos. Cuando sus actividades se acerquen a la rebelión abierta, con ataques al territorio de otros tusi, o expansión territorial fuera del territorio tradicional, se verán sangrientamente reprimidas por el ejército imperial, como en 1525 y 1570. En el ámbito interno, el establecimiento de los tusi trasformará las sociedades nativas, obligándolas a admitir la existencia de un poder centralizado. Mientras la frontera sur avanza hacia los trópicos en forma lenta pero continua, contiene aun violentas rebeliones, pero no adquiere la violencia de la frontera norte de los mongoles.
 
Relaciones con el Tíbet: Algunos especialistas debaten si la dinastía Ming era realmente soberana del Tíbet o se trataba de una soberanía débil que terminó cuando circa 1550, se persiguió en la corte al budismo en favor del taoísmo. Otros especialistas afirman que las relaciones religiosas de los Ming y los Lamas Tibetanos están poco representada en la historia. Otros subrayan el aspecto comercial de las relaciones, destacando el intercambio de caballos tibetanos por té chino.
Los Ming comenzaron a realizar intervenciones militares esporádicas en el Tíbet durante el siglo XIV, que fueron resistidas. Los Ming no situaron tropas permanentes en Tíbet, a diferencia de los mongoles Yuan de la dinastía anterior. De hecho la alianza mongol-tibetana iniciada en 1578, transformó a los mongoles en los protectores del Dalai Lama tras su instalación en la región de Amdo, lo que culminó con la conquista del Tíbet por parte de Güshi Khan en 1642.
 
Reinado del emperador Yongle: A la muerte del emperador Hongwu, su hjo Zhu Di, se rebeló contra la designación de un nieto del emperador como heredero y sucesor del trono que llevó a una guerra civil que tomó tres años. El palacio de Nankín resultó incendiado, cortesanos, el emperador y su familia murieron. Zhu Di subió al trono en 1402 con el nombre de Ming Yongle. Su reinado se considera el apogeo de la dinastía Ming, porque durante él se alcanzó la máxima extensión territorial, se mantuvo la economía estabilizada y se emprendió una dinámica política exterior que extendió la influencia de China por gran parte de Asia y África. También fue terminada la extensa enciclopedia que lleva su nombre compuesta por más de 50 millones de sinogramas, para compilar los conocimientos de la época. Entre sus mayores hitos están los viajes exploratorios marítimos del almirante Zheng He que se detallan más adelante.
Yongle cambió la capital, de Nankín a Pekín, su feudo militar. La construcción de la nueva ciudad demoró 13 años y requirió el trabajo de cientos de miles de obreros. En el centro se construyó la Ciudad Prohibida. En 1552, la ciudad se extendió ampliando su tamaño hasta 47 km2. El traslado de la capital a Pequín forzó a la restauración del Gran Canal que había sido abandonado por varias décadas, para facilitar el transporte fluvial hacia el norte.Yongle reclutó 165 000 obreros para dragar el canal y construir quince esclusas.
Yongle era un experimentado militar con un largo servicio luchando contra los mongoles, por lo que conocía su dependencia de los productos chinos; por ello mantuvo los lazos comerciales para conseguir los excelentes caballos mongoles. Los chinos nunca pudieron criar buenos caballos.
Yongle envió expediciones diplomáticas y comerciales a Mongolia y más allá, con la idea de replicar el sistema tributario. Por ejemplo en 1413 envió una a Asia Central, tal como el emperador Wudi lo había hecho 15 siglos antes, luego de 4000 millas de viaje, llegó a Herat, (en la actual Afganistán) la capital de Sharuk Bahadur, hijo de Tamerlán. Llevó regalos de la magnífica cultura china, para los líderes y gobernantes de los países que tuvo que cruzar. También hubo misiones a Siberia por los ríos Amur y Ussuri., en una de las expediciones, formada por 25 barcos, 1000 tripulantes, entre soldados, arquitectos, carpinteros y albañiles, y nuevamente llevaron magníficos regalos. Con eso, pretendían demostrar lo espléndida que era China, su cultura, su comercio y la conveniencia de ser su aliando (y tributario).
 
Desarrollo Naval de los Ming: En 1405, el emperador Yongle envió al almirante Zheng He, quien era eunuco y de credo musulmán, a la cabeza de una gigantesca flota destinada a misiones diplomáticas. Los chinos habían realizado misiones diplomáticas terrestres hacia el este durante la dinastía Han (202 a. C.-220 d. C.) y practicaban el comercio marítimo con territorios tan lejanos como África oriental. Sin embargo, el tamaño de esta nueva flota no se había visto nunca. Se realizaron un total de siete viajes diplomáticos principalmente en el océano Índico.
Entre 1403 y 1429, los astilleros navales de Nankín, construyeron 2000 navíos, entre los que se encontraban numerosos Barcos del Tesoro, que se cree que medían entre 112 y 134 metros de largo y entre 45 y 54 de ancho. Aunque estos datos no son seguros, está claro que eran mucho más grandes que cualquier navío europeo de la época. Las siete expediciones de Zheng He, realizadas entre 1405 y 1431, se encuentran entre las más grandes de la historia de la navegación humana. Supusieron una movilización material y humana sin precedentes. Impulsadas por el doble objetivo de restablecer el prestigio de China entre unos países que la habían respetado e incluso tributado durante la dinastía Song y reanudar el comercio marítimo, ahora que la Ruta de la Seda estaba cerrada por los mongoles.
Estos viajes diplomáticos finalizaron a la muerte del emperador Yongle, puesto que China debía hacer frente a nuevas amenazas de los mongoles en el norte y no había recursos suficientes para financiar esas enormes expediciones. El país se encerró en sí mismo y, en 1479, los documentos relativos a estos viajes fueron destruidos y se dictaron leyes prohibiendo la construcción de grandes navíos.
La eliminación imperial de la tecnología naval, hizo que florecieran los piratas que ya antes asolaban el Mar de la China. Hubo cientos de grupos de piratas japoneses, chinos y negros (escapados de Macao portuguesa) que secuestraban para pedir altos rescates y saqueaban buques, aldeas y puertos de la costa sur de China.
Este problema no fue de preocupación de la norteña capital Pekín, más preocupada de los mongoles del norte; pero con el tiempo llegó a ser el talón de Aquiles estratégico de la defensa marítima de China, puesto que por esa vía también llegaron los primeros europeos, que aunque al comienzo no fueron tomados en cuenta, con el tiempo tuvieron un enorme impacto que sacudió a Asia y a China, comenzando por las dos guerras del opio en los años 1800.
 
Descripción de la Flota del Tesoro: La flota de Zheng He era una especie de ciudad flotante. En los siete viajes, llevaron entre 45 y 317 barcos, incluyendo decenas de Barcos del Tesoro, Llevaron hasta 30.000 personas, entre navegantes, exploradores, marineros, médicos, trabajadores, y soldados. Tenía barcos que llevaban caballos, ganado y aves, otros tropas, había también barcos de guerra, patrulleras y unos 20 barcos cisterna que transportaban agua.
Barco del Tesoro era el nombre del barco más grande de la flota del almirante Zheng He. Su nombre, que le dio nombre a la flota, proviene de que en ellos los chinos llevaron muestras de su extraordinaria cultura, como seda, porcelana, te, obras en oro, plata, jade, laca, bronce y hierro, además de calendarios, pinturas y mapas, para mostrar la grandeza de china y su emperador, hijo del cielo. Eran enormes barcos de nueve mástiles escalonados y doce velas cuadradas, cuatro cubiertas, camarotes lujosos con balcones, con capacidad para más de 500 pasajeros, así como una enorme cantidad de carga. Marco Polo e Ibn Battuta en sus escritos narran que estos buques llevaban hasta 1.000 pasajeros. Las dimensiones estimadas de estas naves de 137 m de eslora y 55 m de manga, hacen que tengan más del doble de eslora que las naves europeas más grandes de finales del siglo XVI y son más largas y más anchas que cualquier otro barco de madera jamás construido.
Su construcción logró la estabilidad, por el casco en forma de V, la quilla larga, y el lastre pesado. En tiempos tormentosos, los agujeros en la proa se llenaban parcialmente de agua, disminuyendo el efecto de la violenta turbulencia de las olas. Utilizaban anclas flotantes en los lados con el fin de aumentar la estabilidad. La popa tenía dos anclas de hierro de 2.5 metros, de más de 500 kg cada una, utilizadas para amarrarse a la costa. Contaban con compartimentos estancos que los hacían inhundibles y tenían un timón de codera compensado que podían subirse y bajarse, creando una estabilidad adicional como una quilla adicional. Pese a que eran considerados barcos de lujo y no buques de guerra, tenían 24 cañones de bronce fundido con un alcance de 240 a 275 m. Contaban con brújulas magnéticas de navegación.
No hay consenso acerca de las dimensiones de estos magníficos barcos, pero hay algunas evidencias de ello: dos de los diques secos en Nanjing, cuyas ruinas todavía existen, son de 64 m de ancho y 450 metros de largo, que son lo suficientemente grande como para construir los barcos de las dimensiones descritas; el descubrimiento de un timón enterrado en el barro cerca de los astilleros de Nanjing permitió deducir que la eslora del barco en el que estaba montado podría haber sido de entre 160 y 180 metros.
Algunos relatos indican que los barcos del tesoro que pudieron haber aparecido por primera vez antes de la Dinastía Song (960-1279), dos dinastías antes de la Ming.
 

Viajes
:  En los siete viajes que se le atribuyen a Zheng He, el primero en 1405 y el último en 1431, con flotas que iban de 40 a 317  barcos cargados de oro, plata, seda, porcelana y otros tesoros, y un total de hasta cerca de 30.000 hombres, recorrieron medio mundo, llegando hasta el reino de Shampa (en el sur de lo que es hoy en día Vietnam), el reino de Siam (actual Camboya, Laos y Tailandia), Malaca (en Malasia), Java y Sumatra (en Indonesia), atravesaron el Océano Índico hasta Cochinchina (en el delta del Mekong), Ceilán (actual Sri Lanka) y Calicut, (en la hoy provincia india de Kerala)  conocida entonces como “La ciudad de las especias”. Las escuadrillas de la flota de Zheng He recorrieron los mares de Filipinas, India, el Golfo Pérsico, Arabia Saudí, donde visitó La Meca, África Oriental, África del Sur e, incluso, Egipto.
En sus viajes llevaron al regreso, embajadores de las naciones y reinos visitados para que rindieran pleitesía al emperador.  Algunos estados se declararon tributarios del Imperio con la ventaja de acceder al comercio chino y su extraordinaria cultura y tecnología. También llevaron jirafas y cebras como presentes para el emperador.
 
Hipótesis de Menzies del descubrimiento de América: La Hipótesis de 1421 es una reciente y controvertida teoría elaborada por el marino británico retirado Gavin Menzies, en su libro publicado en 2002: “1421: The Year China Discovered the World ” en la cual afirma que Zheng He circunnavegó el globo y descubrió América a principios del siglo XV, antes que Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes. Afirma que las naves de Zheng He arribaron hasta Australia, Nueva Zelanda, la Antártica, recorrieron toda América, el norte de África y llegaron hasta las puertas de Europa. Afirma que Cristóbal Colón y otros navegantes europeos utilizaron los mapas cartografiados por Zheng He, extraordinariamente exactos, para descubrir América, adquiridos por comerciantes europeos en Arabia Saudí. Entre las pruebas que aporta Menzies se encuentran una escultura de la dinastía Ming encontrada en Kenia, y ejemplares de porcelana china encontrados en lugares como Perú y California. Las distancias recorridas por la flota chinas hablan de más de 100 000 Lis, aproximadamente 48 000 km, que equivalen a ir y volver desde el puerto de Nankín al continente americano.
Los historiadores han rechazado la teoría de Menzies por falta de pruebas, pero es interesante pensar que si la dinastía Ming no hubiera terminado y prohibido los viajes marítimos, en América, pudiéramos hoy, estar hablando chino en vez de castellano.
 
La crisis de Tumu y los mongoles Ming: Los mongoles lanzaron una invasión a China en 1449, vencieron a los Ming y capturaron al emperador Zhengtong que había salido con sus tropas, suceso conocido como la crisis de Tumu. Los mongoles pidieron rescate por el emperador, pero los chinos no aceptaron y nombraron al hermano del emperador como nuevo monarca. Los mongoles fueron repelidos por el nuevo ministro de guerra, el emperador Zhengtong fue liberardo, pero fue puesto en arresto domiciliario en palacio hasta 1457, cuando un golpe de estado le permitió volver a ser emperador bajo el nombre de Tianshun (1457-1464). Su reinado fue tormentoso y la intención de integrar fuerzas mongolas en el seno del ejército Ming resultó problemática. En 1461 hubo un golpe de estado apoyado por las tropas mongolas ming, que fue repelido.
 
La Gran Muralla: Aunque el emperador Yongle había organizado cinco grandes ofensivas al norte de la Gran Muralla contra los mongoles, la amenaza permanente de incursiones mongolas llevó a las autoridades Ming a fortificar la Gran Muralla a finales del siglo XV. Ésta, construida siglos antes y de alivio defensivo durante las dinastías Qin y Han, durante los Ming se reforzó con ladrillos y piedras. La reparación y mejora de la Gran Muralla fue enormemente costosa en dinero y vidas. Aunque la Gran Muralla se mostró poco eficaz como defensa, reflejaba la mentalidad defensiva de China y sus torres tenían un sistema de señalización con fuegos, que permitían señalar los movimientos de las tropas enemigas.
 
Contacto con los europeos: Los portugueses fueron los primeros en llegar a China (1513). Al comienzo, lao chinos trataron a los portugueses como si fueran piratas, pero ellos persistieron. En 1517 el rey Manuel I de Portugal envió una delegación a la corte del emperador, pero debido a que los embajadores de Malaca (en la actual Malasia) acusaron a los portugueses de haber destronado a su rey, los chinos expulsaron a los portugueses. Los portugueses continuaron tratando de comerciar, hasta que en 1557 lograron un acuerdo que haría de Macao un centro comercial en la China Meridional. Los chinos aceptaron, porque creían que esa colonia portuguesa les permitiría controlar a las otras potencias europeas que empezaban a acercarse. De hecho los portugueses repelieron a los holandeses en varias ocasiones. Las relaciones entre Portugal y Holanda mejoraron y los holandeses pudieron comerciar con China. También comenzaron los intentos comerciales de la Compañía Británica de las Indias Orientales de Inglaterra.
Las principales exportaciones chinas eran seda y porcelana. La Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales transportó más de seis millones de objetos de porcelana a Europa entre 1602 y 1682. A cambio, China recibía plata. La principal entrada de plata fue desde las Filipinas españolas. No hay datos filipinos, pero según las exportaciones de plata desde México, entre 1597 y 1602 salieron entre 150 y 350 toneladas de plata hacia China. Los chinos compraron camote o batata, maíz y cacahuete, plantas que crecían en zonas donde los cultivos tradicionales chinos como el arroz, el trigo o el mijo, no crecían con fuerza lo que ayudó al crecimiento de la población china.
 
Declive de la dinastía Ming: Bajo el reinado del emperador Wanli (1572-1620), las arcas del estado se vaciaron por el costo de la guerra Imjin en Corea de los ming contra Japón y por problemas fiscales. Debido a rivalidades e intrigas palaciegas, Wanli se cansó de la corte y de las disputas entre sus ministros y se retiró tras los muros de la Ciudad Prohibida. Los funcionarios perdieron su influencia en la administración, por lo que los eunucos se convirtieron en los intermediarios entre el emperador y sus subalternos. Los funcionarios que deseaba discutir problemas de Estado, debían persuadir o corromper a los poderosos eunucos, sólo para conseguir que su mensaje llegara al emperador.
 
Función de los eunucos: Durante el reinado de Yongle y aún después, controlaban importantes áreas imperiales, comandaban ejércitos y participaban en los nombramientos y promociones de los funcionarios del estado. Desarrollaron su propia burocracia organizada en paralelo, pero sin estar sujetos a la burocracia del gobierno. Aun cuando algunos emperadores trataron de poner freno al poder de los eunucos prohibiéndoles a aprender a escribir y entrar en política, los eunucos lograron conseguir gran poder a lo largo de casi todas las dinastías chinas. Durante el mandato del emperador Tianqi (1620-1627) aumentó su influencia sobre la burocracia civil, se les concedió el derecho de cobrar los impuestos; el evidente dominio que obtuvieron, se hizo excesivo y tiránico. El eunuco Wei Zhongxian, dominó la corte del emperador Tianqi (1620-1627) a niveles escandalosos. El emperador Chongzhen (1627-1644) intentó enderezar la situación catastrófica dejada por sus antecesores, encerrando a Wei (quien se suicidó), pero la influencia de los eunucos continuó hasta el final de la dinastía dos décadas después.
 
Depresión económica y desastres naturales: Durante los últimos años del reinado de Wanli (1572-1620) y los de sus sucesores, la habitual falta de plata, que era la principal moneda del imperio, provocó una grave crisis económica. La represión española al contrabando de plata hacia la Filipinas y el cierre de Japón a la mayor parte de su comercio exterior con las potencias europeas, cerrando así otra fuente de entrada de plata en China, causó un dramático aumento del precio de la plata e hizo que pagar los impuestos fuera prácticamente imposible para la mayoría de las provincias, principalmente para los agricultores.
En la primera mitad del siglo XVII, las hambrunas fueron comunes en el norte de China debido a un inusual clima seco y frío que acortó los períodos de cultivo, suceso ecológico conocido como la Pequeña Edad de Hielo. El hambre, junto al incremento de los impuestos, las numerosas deserciones en el ejército, un sistema sanitario en declive, las inundaciones debido la incapacidad de los gobernantes de gestionar la irrigación y las crecidas de los ríos, causaron numerosas pérdidas de población. El gobierno central carecía de medios y no podía hacer gran cosa para mitigar los efectos de las calamidades. Para agravar aún más la situación, una epidemia se extendió por China de Zhejiang a Henan, matando a un gran número de personas y el terremoto más mortífero de toda la historia, el terremoto de Shaanxi de 1556, que mató a aproximadamente 830.000 personas, tuvo lugar durante el reinado del emperador Jiajing (1521-1566).
 
Ascenso de los manchúes: El líder tribal yurchen Nurhaci inició la unificación de las tribus de Manchuria. Conociendo la debilidad de los Ming al norte de su frontera, reunió a todas las tribus del norte y consolidó su poder en la región, como ya hiciera la dinastía de origen yurchen de los Jin (circa 1200). En 1618 pidió a los Ming que le pagasen tributo, hecho que los Ming consideraron una declaración de guerra, puesto que los Ming no iban a pagar tributo a un antiguo vasallo. Inicialmente los ming repelieron a los yurchen pero al final fracasaron. Por su parte los rebeldes desarrollaron su propio ejército y sumaron aliados. En 1632, habían conquistado la mayor parte de Mongolia Interior, reclutando a un gran número de soldados mongoles. En 1636, el líder yurchen Huang Taiji, cambió el nombre de sus fuerzas a dinastía Qing. Shenyang se convirtió en su capital en 1625. Huang Taiji adoptó el título imperial chino, tomó el nombre de Chongde y cambió el nombre étnico de su pueblo de yurchen a manchú. En 1638, los manchúes invadieron Corea, tradicionalmente aliada y tributaria de China. Poco después, los coreanos se unieron a la nueva dinastía manchú.
 
Rebelión, invasión y derrumbamiento: A principios de la década de 1630 comenzaron motines de campesinos-soldados por la falta de avituallamiento de las tropas Ming. Liderados por Li Zicheng (1606-1645) comenzaron en la provincia de Shaanxi y luego se extendieron a Henan. También aparecieron motines en la provincia de Sichuan. A partir de 1640, numerosos campesinos chinos hambrientos, incapaces de pagar sus impuestos y sin miedo a los ejércitos Ming, derrotados con frecuencia, comenzaron a formar importantes grupos rebeldes. El aparato militar chino, acorralado entre los ataques manchúes al norte y la creciente inestabilidad en las provincias, comenzó a debilitarse. El ejército Ming, sin paga ni avituallamiento, fue derrotado por Li Zicheng, quien se autoproclamó emperador Shun. En 1644, Pekín cayó en manos de un grupo rebelde al abrirse sus puertas por traición. El último emperador Ming, Chongzhen, se colgó de un árbol del jardín imperial en la Ciudad Prohibida.
Poco después de conocerse la caída de la capital, el general Ming: Wu Sangui abrió las puertas de la Gran Muralla a los manchúes con la fallida esperanza que ayudaran a restablecer la dinastía Ming. Simultáneamente el ejército de Li Zicheng avanzaba hacia Pekín, pero fue derrotado por los manchúes después de lo cual entraron en la capital y el joven emperador Shunzi subió al trono imperial en 1644 dando inicio formal a la dinastía manchú Qing.
Algunos elementos Ming dispersos, sobrevivieron después de 1644 en Taiwán. Pese a la pérdida de Pekín y la muerte del emperador, el poder Ming no estaba completamente destruido: Nankín, Fujian, Guandong, Shanxi y Yunnan seguían siendo bastiones Ming, como Ming del Sur. Había numerosos pretendientes al trono y sus fuerzas estaban divididas. Cada facción fue derrotada individualmente por los Qing hasta que en1662, Zhu Youlang, el último pretendiente Ming, fue ejecutado. Pese a ello, algunos pequeños grupos ming continuaron existiendo hasta la proclamación de la República de China.
 
Características de los Ming
Administración: Los emperadores Ming retomaron el sistema de administración territorial de la dinastía Yuan con seis ministerios bajo el control directo del emperador y con trece provincias. Las provincias Ming son predecesoras de las actuales provincias chinas.
La Ciudad Prohibida, residencia oficial imperial de las dinastías Ming y Qing desde 1420 hasta 1924, se mantuvo hasta que la República de China expulsó de la corte a Puyi, el último emperador Qing. Otra institución que se mantuvo fue la de los funcionarios del estado. Durante el reinado de Hongwu, fueron nombrados por recomendación, pero en el resto de la dinastía se seleccionaron mediante un riguroso sistema de exámenes que ya había sido establecido por la dinastía Sui (581-618).Teóricamente el sistema de exámenes permitía a cualquiera alcanzar el rango de funcionario imperial; pero, en la práctica, el tiempo y el dinero necesarios para la preparación del examen limitaba la participación a las clases altas. La expansión de la imprenta desde la época Song fomentó la extensión del conocimiento y el número de candidatos en las provincias.
Las instituciones gubernamentales en China conservaron una organización similar durante casi 2000 años, pero cada dinastía creó despachos y agencias según sus intereses particulares.
Cultura: Como en las dinastías previas, bajo los Ming, China vivió un florecimiento de las artes: pintura, poesía, música, literatura y teatro. Los diseños en objetos lacados y de porcelana eran tan perfectos como los que aparecían en pintura. Estos objetos se encontraban en las casas de los más pudientes junto a sedas y figuras de jade, marfil y esmalte alveolado (técnica para decoración de objetos metálicos). Las casas de los ricos estaban ornamentadas con muebles de palisandro (madera del guayacán, de color rojo oscuro, usada en la construcción de muebles de lujo) y celosías en ventanas. Entre las obras literarias destaca “Diarios de Viaje”, de Xu Xiake (1587-1641), una obra de 404.000 caracteres. La primera referencia a periódicos, data de 1582 en Pekín; en 1638 la gaceta de Pekín cambió la Impresión xilográfica por la imprenta de tipos móviles. La era Ming fue testigo del desarrollo de la novela.
Porcelana: Durante la dinastía anterior se comenzó a usar el cobalto con lo que se logró el color azul, pero fue con los Ming cuando la porcelana llegó a su máxima calidad con sus colores blanco y azul característicos de este período. Se exportaron millones de piezas.
Religión: Las creencias religiosas durante la dinastía Ming fueron las tradicionales mezclas entre el culto a los ancestros, taoísmo y budismo. A finales del periodo Ming llegaron los primeros misioneros jesuitas desde Europa, tales como Matteo Ricci y Nicolas Trigault. Hubo también dominicos y franciscanos. Ricci trabajó con el matemático, astrónomo y agrónomo chino Xu Guangqi para traducir los Elementos de Euclides al chino en 1607. Los chinos estaban impresionados con el conocimiento europeo sobre astronomía, ciencia caléndrica, matemáticas, hidráulica y geografía. La mayoría de los monjes europeos se presentaban a sí mismos más como miembros de la élite educada que como figuras religiosas, en un esfuerzo para ganarse la confianza y admiración de los chinos. La mayoría de los chinos eran suspicaces y críticos con el cristianismo porque las creencias y prácticas chinas no coincidían con la fe cristiana, muchas veces fueron rechazados, pero volvieron a ser aceptados como científicos.
Además del cristianismo, los judíos también estuvieron presentes en China. El Islam ha existido en China desde el siglo VII, durante la dinastía Tang. Durante la era Ming hubo varias figuras prominentes, el emperador Hongwu nombró comandantes de la armada a muchos musulmanes, el más destacado fue el almirante Zheng He.
Filosofía: Durante la dinastía Ming el neo-confucianismo fue ampliamente adoptado en la corte imperial y entre los intelectuales. Sin embargo hubo pensadores liberales que criticaron el pensamiento dogmático imperante, como Wang Yangming (1472-1529) que lideró una nueva corriente de enseñanza y filosofía confucianas, cuyos críticos afirmaban que estaban contaminadas por el budismo zen. En ella llegó a afirmar que cualquiera, independientemente de su estatus socioeconómico, podría llegar a ser tan sabio como los antiguos sabios Confucio y Mencio, y que las escrituras de estos dos, eran guías que podrían tener fallos si se examinasen cuidadosamente. En la mente de Wang, un campesino que tuviera mucha experiencia y conociese verdades naturales, era más sabio que un funcionario que hubiera estudiado los clásicos sin haber experimentado el mundo real para observar qué era cierto. Su contemporáneo Li Zhi (1527-1602) llegó a enseñar que las mujeres eran intelectualmente iguales a los hombres y deberían recibir una mejor educación. Ambos murieron en prisión, encarcelados por esparcir “ideas peligrosas”. Pese a ello, esas “peligrosas ideas” sobre la educación femenina ya habían sido acogidas por madres que ofrecían a sus hijas educación primaria, y cortesanas que se entrenaban en literatura, pintura, poesía y caligrafía como sus anfitriones masculinos.
Ciencia y tecnología: En contraste con el florecimiento tecnológico y científico de la dinastía Song, durante el periodo Ming se vieron menos avances en ciencia y tecnología, a diferencia de Europa, donde fue en este periodo histórico cuando comenzó una gran era de descubrimientos. De hecho, los avances más importantes en la ciencia china de este periodo se deben al contacto con los europeos.
En 1634, el último emperador Ming, Chongzhen, adquirió el telescopio del jesuita germano: Johann Schreck (1576-1630). Las ideas de Kepler y Galileo fueron entrando lentamente en China a través de jesuitas polacos. La iglesia católica no aceptaba el modelo heliocéntrico, así es que no sería hasta 1865 que los misioneros católicos promocionaron el modelo heliocéntrico en China.
Aunque la dinastía Ming había adoptado el calendario de Guo Shoujing en 1281, que era tan preciso como el calendario gregoriano, el Directorio Ming de Astronomía fue incapaz de reajustarlo periódicamente, por lo que necesitaba reformarse porque tenía un error de un día cada 128 años; se ajustó en 1629 de acuerdo con las normas europeas.
Los chinos desarrollaron relojes de agua, de incienso y otros que usaban engranajes movidos por arena. Este último fue mejorado en 1540. Los jesuitas comentaron los relojes indígenas chinos con engranajes, pero indicaron que los relojes europeos del siglo XVI eran más avanzados.
El enciclopedista Song Yingxing (1587-1666) documentó un amplio abanico de tecnologías y procesos industriales y metalúrgicos en 1637. Incluía dispositivos de tracción mecánica e hidráulica, indumentaria de buceo para pescadores de perlas, procesos anuales de sericultura y ruecas para tejer, procesos metalúrgicos como el crisol y el templado del acero, procesos de manufactura como el tostado de pirita para convertir el óxido sulfúrico en azufre para la pólvora y el uso de armas de fuego como la mina marina.
Hubo muchos avances y nuevos diseños de armas de fuego durante los comienzos de la dinastía. Una compilación de 1375 mostraba numerosos tipos de armas de fuego, incluyendo balas de cañón huecas y llenas de pólvora, minas terrestres con complejos mecanismos, minas marinas, cohetes con aletas para control aerodinámico, cohetes multi-etapa y cañones de mano. Más tarde se tendió a utilizar los modelos europeos de artillería.
En medicina, un compendio de farmacología de 1587, detallaba el uso de más de 1800 drogas medicinales. El proceso de inoculación de la viruela se desarrolló durante el reinado del emperador Longqing (1566-1572), mucho antes de que se implantase en cualquier otro lugar. Respecto a la higiene bucal, los chinos fueron los primeros en inventar los modernos cepillos de dientes con cerdas en 1498.
 
Población: Las estimaciones de esa época son inciertas; indican que en 1381 era de 60 millones de habitantes; hacia 1400: 90 millones y al final  de la dinastía Ming, entre 160 y 200 millones de habitantes.
Soberanos: Hubo 16  soberanos
Terminó en: 1644  Duró 276 años
En esta época, en otras culturas fuera de China:   Durante la dinastía Ming, en el mundo se desarrollaron importantes acontecimientos, siendo sin duda los más importantes el Renacimiento, que comenzó en el siglo XV y el descubrimiento de América por Colón en 1492. Europa salía del oscurantismo de la Edad Media y venía recuperándose de la Peste Negra que mató más del 50 % de su población. Cuatro grandes imperios florecieron en esa época: el Portugués (con apogeo a mediados del siglo XVI), el  Español (con apogeo entre 1580 y 1640, llamado “El siglo de Oro” de España), el Azteca (con apogeo con Moctezuma II (1502-1520)) y el Incaico (con apogeo bajo el inca Huayna Cápac, circa 1500). Hubo dos guerras en Europa: laGuerra de Flandes (1566 a 1648) que inició el declive del imperio Español y la guerra religiosa (católicos vs protestantes) de los 30 años (1618 a 1659). Dos corrientes religiosas nacieron: el Protestantismo en Alemania (1517) y el Anglicismo en Inglaterra (1534). En Asia, Tamerlán asolaba a los países vecinos del NW de China e incluso tenía planeado invadirla, pero murió antes de realizarlo. En América se desarrollaban los Virreinatos del Perú y el de Nueva España en México. En ciencias el sistema solar geocéntrico fue reemplazado por el heliocéntrico de Copérnico y luego por el elipsoidal de Kepler. Se comienza a usar la imprenta de tipos móviles.  Hernando de Magallanes circunvala la tierra por primera vez. En Francia Luis XIV, el Rey Sol, prototipo de la monarquía absoluta, construyó Versalles e hizo brillar las Bellas Artes.
 
NOTA HISTÓRICA: Porqué China se encerró y sus Consecuencias:
Por milenios los chinos creyeron que ellos eran el centro de la tierra, el Reino del Centro, como llamaban a su país, gobernado por el Hijo del Cielo, con un Mandato del Cielo, que gobernaba sabiamente (y si no lo hacía, era castigado con catástrofes naturales y la sociedad podría sacarlo del trono). Sus élites y gobernantes eran sabios, inmensamente ricos y poderosos. Sus palacios eran magníficos. Era el Imperio Celeste.
Esa creencia fue confirmada porque nunca encontraron reinos vecinos con una cultura que siquiera se aproximara a la suya en arquitectura, escritura, literatura, poesía, bellas artes, seda, porcelana, jade, orfebrería, platería, además de su agricultura y sus extraordinarios inventos, que venían de siglos o milenios atrás. Gran parte de sus vecinos fueron etnias inferiores.
Cuando China expandía su territorio y encontraba tribus bárbaras e incultas, las ‘sinizaba’, esto es, las educaba y transformaba a la cultura China para que, una vez convertidos en ‘chinos’, se integraran al imperio y participaran de su cultura, pagaran impuestos y si era necesario se integraran el ejército. Con los estados más desarrollados establecían el ‘vasallaje’, lo que consistía en que, después de llevar a sus gobernantes, magníficos regalos de los productos chinos, les concedían permiso para comprar productos chinos, siempre que se declararan vasallos del Hijo del Cielo y pagaran tributo.
Los viajes del almirante ming Zheng He, confirmaron la supuesta superioridad China, pues no encontraron nada equivalente a sus productos con qué comerciar.
Paralelamente, pueblos beligerantes asediaban constantemente las fronteras y saqueaban poblaciones en busca de las riquezas chinas, sin que tuvieran nada que ofrecer para comerciar pacíficamente.
La determinación de los Ming fue encerrarse en su territorio e ignorar al resto del mundo exterior, que a su juicio, era bárbaro e inculto y no tenía nada que ofrecerles. Esta determinación les causó serios perjuicios, porque los chinos no se enteraron del desarrollo que consiguieron los europeos después del oscurantismo de la Edad Media.  Los chinos no tuvieron conocimiento del Renacimiento ni de la Revolución Industrial que, con inventos como la máquina a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la navegación a vapor y otros que vinieron, cambiarían al mundo.


DINASTÍA QING   (Manchú)            1644 – 1911
 
La dinastía Qing fue la última que gobernó China. Al igual que la dinastía Yuan de los mongoles, esta también fue una dinastía de etnia no-china, de los manchúes. También fue el período donde la China Imperial milenaria, se desmorona ante la presión de occidente.
Territorio: Ocupaba todo el territorio actual de China, más toda la Mongolia y la Manchuria



Aunque la conquista de la capital de los ming por los manchúes en 1644 fue fácil, para conquistar el resto de China necesitaron casi cuarenta años. Durante ese período tuvieron la resistencia, no sólo de los Ming del Sur, que se mantuvieron hasta 1659, sino de varios otros grupos. La conquista y la toma de las ciudades fueron particularmente sangrientas. El general ming Wu Sangui, que se había pasado a los manchúes, después de una exitosa campaña al sur, fue nombrado por los manchúes, príncipe de las provincias de Yunan y Guiazhou. Sin embargo extendió su dominio más al sur y al este y estableció un gobierno independiente de Pekín. Los gobernadores de Fujian y Guandong hicieron lo mismo. Sólo bajo el segundo emperador Qing en la década de los 70, se logró derrotar a esos generales y someter a esas provincias al gobierno Qing
El último resistente nacionalista en ser derrotado fue Zheng Chenggong (Koxinga), que organizó la resistencia de los últimos ming en las costas de Fujian, donde construyó una nueva armada imperial. Con sus barcos mantuvo un hostigamiento de las posiciones manchúes en la costa, en 1659 entró por el Yangtzé hasta tomar Zhenjiang avanzando posteriormente hasta sitiar a Nanking. Pero, careciendo del apoyo terrestre, fue derrotado acabándose la esperanza de restauración de los Ming. Zheng Chenggong, hizo de Formosa su base de operaciones, expulsando a los holandeses establecidos allí desde hacía 40 años. Allí hicieron frente a los qing hasta 1683, cuando una flota asistida por los holandeses reconquistó la isla para los qing. Los holandeses consiguieron con ello, importantes privilegios comerciales.
Organización del estado Qing
Los qing crearon un estado que les proporcionó un papel dominante sobre los chinos, y, sin cambiar las estructuras existentes, promulgaron leyes obligando a los chinos a vestir como manchúes y a dejarse una coleta semejante a la suya, prohibieron los matrimonios mixtos e impusieron una administración manchú que se superpone y supervisa al funcionamiento de la china. Dividieron Pekín en dos ciudades, una al norte para los manchúes (de la que desalojan a los chinos) y otra al sur para los chinos. En el campo expropiaron a los campesinos para crear grandes fincas para los manchúes. En ellas trabajaban los chinos como siervos o como campesinos empobrecidos. Los soldados manchúes se ubicaron en guarniciones en las grandes ciudades, mantenidos por la población. En general, el manchú se transformó en una elite política y militar que no necesitaba trabajar.
Para asegurar su poder, los primeros emperadores diseñaron un sistema de gobierno que les situó en la cúspide de la Administración, donde tomaban la última decisión sobre los asuntos importantes. Acaban con la influencia de los eunucos en la corte, consiguiendo mantener una administración efectiva, de tal forma que en tiempos del segundo emperador, Kangxi, (1663-1722), la situación del país está mejor que con los ming, con una corte dirigida por uno de los emperadores más ilustrados, verdadero admirador de la cultura china, que gobernó por 60 años, libre de la perniciosa influencia de eunucos y camarillas. Continua con la administración por medio de los letrados (mandarines), acaba con la corrupción, suaviza la presión de los terratenientes sobre los campesinos, baja los impuestos y los hace más uniformes, mientras extiende lentamente el imperio. El pueblo disfruta de una prosperidad como no se ha visto antes, pero a su vez el sistema va acompañado de una severa represión que no permite la menor crítica.
Como es tradicional en la historia china, las amenazas exteriores se concentran en el norte: por una parte los rusos que avanzan por Siberia ampliando su imperio hacia el Pacífico, y por otra los mongoles jungar o zunghar, que quieren formar una confederación en el noroeste que amenaza con controlar una buena porción de Asia Central. El mayor temor para los chinos es una alianza entre rusos y mongoles.
Los primeros rusos en China: En su expansión hacia el pacífico, los rusos comenzaron a comerciar con las tribus locales y a someterlas a su jurisdicción, tribus que en la frontera de China con Mongolia y en la Manchuria, estaban bajo la protección China. Eso produjo alarma en el gobierno Chino y algunos conflictos armados en el año 1685 que se resolvieron con dos tratados complementarios: el de Nerchinsk y el de Kiatha. Estos tratados permitieron a los rusos abrir una legación diplomática en Pekín, la primera llegada de extranjeros a Pekín en la historia de China, y a mantener una iglesia cristiana. De hecho Rusia y China se repartieron miles de kilómetros cuadrados de terreno habitados hasta entonces por poblaciones nómadas de cazadores y ganaderos.
Los primeros ingleses en China: A distinción de otros europeos, los ingleses hicieron una entrada violenta en China. En el año 1637, John Weddell se presentó con cuatro barcos de la Compañía de Indias Orientales en Cantón y ante la negativa de los chinos a su desembarco, los ingleses cañonean las baterías de Humen y las ocupan. Los chinos ceden y bajo nuevas normas en el año 1685, se les permite realizar actividades comerciales. A fines del siglo XVII los ingleses son los mayores comerciantes de Europa en China y en 1699, consiguen permiso para establecer un puesto comercial en Cantón. Compran a los chinos té y porcelana, que pagan en plata. Venden a los chinos una escasa cantidad de especias y tejidos de lana.
Ante la realidad de la presencia de los comerciantes europeos y las repetidas peticiones de establecer relaciones comerciales, el emperador Kangxi diseñó en 1685 una política que le permitía aprovechar dicho comercio en beneficio de China, manteniendo a los extranjeros controlados. Para ello estableció a Cantón como el único puerto abierto al comercio, decretaron la prohibición de la entrada de navíos de guerra, armas o mujeres, el confinamiento de los europeos a una zona donde establecían sus almacenes y en la que realizaban sus actividades durante seis meses de temporada comercial, también la prohibición del contacto con los chinos y de entrar a la ciudad. La realización de todas las transacciones, no sólo comerciales, debía hacerse a través de unos intermediarios llamados Hong.
La Controversia de los Ritos: Los jesuitas que ya estaban en China, fueron aceptados por los manchúes y continuaron utilizando sus servicios en los aspectos científicos y técnicos, mças no religiosos. Adam Schall von Bell continuó en su puesto de astrónomo imperial y en 1650 consiguió permiso para construir una iglesia en Pekín. Bajo el gobierno del emperador Kangxi fue reemplazado como astrónomo imperial, por el jesuita Verbiest. Verbiest tuvo un papel decisivo en la modernización del ejército Qing, pues supervisó la fundición de 300 cañones. En 1692 los jesuitas consiguieron permiso para construir iglesias en la capital y en las provincias.
El cristianismo encontró serias dificultades para penetrar en la cultura china, por las enormes diferencias entre la doctrina cristiana y las costumbres milenarias chinas como el culto a los ancestros y las estrictas normas confucianas. Uno de los temas más controversiales era la obediencia al Papa por encima de la autoridad del emperador, quien era Hijo del Cielo. Los misioneros jesuitas fueron aceptados por sus conocimientos científicos en astronomía, matemática y física, no por su teología. Los intentos de los jesuitas de acomodar el cristianismo a las costumbres locales les llevaron a considerar sólo el aspecto civil de los ritos, por lo que fueron criticados por los franciscanos y dominicos, que sostenían que un converso cristiano no podía seguir realizando los ritos chinos. Especialmente el culto a los ancestros que los jesuitas consideraban un culto civil, mientras que sus oponentes lo tildaban de idolatría. Esta controversia fue saldada inicialmente favoreciendo a los jesuitas, pero una nueva bula papal en 1715 condenó las prácticas jesuitas. El enfrentamiento entre el Papa y el emperador acaba con la prohibición del cristianismo y la expulsión de todos los misioneros; sólo a aquellos que realizaban un papel científico se les permite permanecer. En 1742 el Papa prohíbió a los cristianos, practicar los ritos y ceremonias chinos. La presencia jesuita en China se termina con la disolución de la Compañía de Jesús en 1773.
Los mongoles bajo Galdán: Circa1660 un nuevo líder de una de las tribus mongolas, el príncipe Galdan, comenzó a formar un nuevo estado Mongol independiente. Quería unir a los mongoles y a promover algo nuevo para los nómades: la manufactura y la agricultura. Con el apoyo del Dalai Lama consiguió unir tribus de la frontera asiática de China y organizó un ejército con el que barrió a los musulmanes del Asia Central. Contaba con armas compradas a los rusos, que ya estaban en su frontera oeste. En los años 1670's controlaba Xinjiang y gran parte de Mongolia. Desde los tiempos de Gengis Khan los mongoles no habían tenido un líder así. Sus éxitos plantearon amenazas estratégicas al imperio chino además de amenazar al corazón de Manchuria. El emperador Kangxi dirigió un ejército que, desde el año 1690 al 1696 se enfrentó con el ejército de Galdán, derrotándolos, en parte por el uso de la artillería fabricada bajo la dirección de los jesuitas El avance de Galdan a la frontera Mongola - Rusa y las victorias sobre otros mongoles, empujó a miles de mongoles hacia China, causando problemas administrativos y sociales en las provincias chinas de la frontera norte. Los manchúes intentaron pactar con las mongoles antagónicos de Galdán con promesas de paz y alimentos; intentaron incluso sinizar (convertirlos a la cultura china) a esos miles de refugiados y usarlos como auxiliares militares.
Galdán fue el último de los grandes invasores mongol, murió en el 1697. Su sobrino Abila recuperó los territorios conquistados por Galdan en Qinghai y en 1717, marchó sobre el Tíbet.
El Tíbet con los Qing: Los mongoles convirtieron a la escuela budista Gelupta, en la más poderosa del Tíbet y a sus líderes espirituales, los Dalai Lama, en las personalidades políticas y religiosas más importantes. Es por ello que el emperador chino Shunzhi invita, en el año 1652, al Quinto Dalai Lama a visitar Pekín. Éste llega a la capital acompañado por su protector mongol Gushri Khan con lo que consigue que el título que le han conferido los mongoles sea refrendado por el poderoso emperador de China, que se constituye así, como defensor del budismo. A la muerte del excepcional personaje que fue el Quinto Dalai Lama (su muerte se mantuvo en secreto durante quince años), al no haber sucesores dignos, los mongoles controlan al Tíbet, pero ante sus excesos, los tibetanos piden ayuda a los chinos. El emperador Kangxi envía un ejército que expulsa a los mongoles y entroniza al Séptimo Dalai Lama. Kangxi convierte el Tíbet en protectorado chino, dejando una guardia permanente en la capital.
Rebeliones indígenas en el siglo XVIII: Para gobernar a las minorías étnicas no-chinas existentes dentro de las fronteras del país, los chinos habían implantado un sistema de gobierno bajo los propios líderes tribales, llamados “Tusi”, puesto en marcha durante dinastías anteriores. En el año 1726 se introdujeron leyes para sustituir el sistema de los tusi, por la administración común del resto de China. Hasta ese momento cada minoría era gobernada por su propio rey o jefe que reconocía la soberanía del emperador chino, recogía impuestos en su nombre y le prestaba asistencia militar cuando era necesaria. Ahora se trataba de sustituirle por un funcionario chino que se encargaría, como en el resto del país, de llevar la administración de estos pueblos de idioma y cultura diferente. La aplicación de estas medidas fue resistida. La mayor resistencia se encontró entre las minorías étnicas del sur, porque eran las que estaban sufriendo con más fuerza la presión de la colonización interna que venía del norte. Se originaron numerosas rebeliones aisladas a partir del año 1726 hasta comienzos del 1800, que fueron cruelmente reprimidas por el ejército imperial. Uno de los pueblos más rebeldes fue la etnia de los miao.
Las revueltas de los indígenas y campesinos, la persecución de los ming y su paso a la clandestinidad, produjo la reaparición de sectas o sociedades  secretas y nacimiento de otras nuevas que, aunque reprimidas, aparecían una y otra vez, incentivando los levantamientos y las revoluciones. Eran una mezcla de guerreros, nacionalistas y religiosos. Entre otras: la Sociedad del Cielo y la Tierra, la Hermandad de Gelao, la Sociedad de la Razón Celestial y la Secta del Loto Blanco.
El reinado de Qianlong: Durante el largo reinado del emperador Qianlong (1735-1796), reinó 61 años, la dinastía Qing alcanzó su máximo esplendor. En general continuó las políticas de sus predecesores. Extendió el imperio hasta el Asia Central y Myanmar y consolidó la presencia china en el Tíbet, pero drena los recursos del estado y sus manejos contribuyeron a su decadencia. Las numerosas guerras, especialmente crueles en tiempos de este emperador, generan un aumento importante de los gastos. La situación se agrava por el incremento de la población, que pasa de 116 millones de personas en 1710 a 275 millones en 1796, lo que no fue posible compensar con mejoras y aumentos en la producción agrícola. Se produjo un empobrecimiento de los campesinos, el aumento de las diferencias entre las clases y la intensificación de los conflictos sociales.
El temor de los emperadores manchúes a enfrentarse a la oposición de los chinos lleva a una política represiva de la cultura. Escribir obras críticas con los nuevos amos puede ser castigado con la tortura y la muerte. Se produjo una destrucción sin precedentes de miles de libros considerados inaceptables. La represión manchú a la expresión de nuevas ideas, crea una sociedad incapaz de responder en los años siguientes a la amenaza de las potencias occidentales cada vez más dinámicas y agrsivas.
Los últimos años del largo reinado de Qianlong se caracterizaron por el aumento de la corrupción y los sobornos. Los ministros y funcionarios se enriquecían rápidamente, implicando hasta los escalones más bajos de la administración, que inhabilitaba al estado para enfrentarse a los grandes retos que se avecinaban con el nuevo siglo. El punto de inflexión del inicio de la decadencia la marcó la respuesta del emperador Qianlong a la carta del rey Jorge III de Inglaterra en 1793. La respuesta fue: “Poseemos todas las cosas. No veo el valor de cosas extrañas o ingeniosas, que no son útiles para nuestro país”, esto cuando ya había comenzado la Revolución Industrial y el uso del vapor y del carbón mineral en Inglaterra. La agudeza política china de los primeros tiempos se transformó en miopía y desconocimiento del desarrollo tecnológico, naval y militar que experimentaban los países occidentales. Los chinos no se enteraron de los avances de Revolución Industrial ni de los descubrimientos de los europeos.
Las guerras de Jinchuan: Los reinos Jinchuan del oeste de la provincia de Sichuan, de cultura y religión tibetana habían sido incorporados al Imperio Qing, manteniendo sus líderes el gobierno local como tusis. En 1746 por disturbios internos fueron declarados rebeldes, por lo que Qianlong ordenó aniquilarlos. Sin embargo pese a que los líderes ofrecen someterse, fueron atacados por el ejército imperial pero sin éxito, debido principalmente a lo escarpado del terreno de su territorio. El ejército imperial, derrotado, se retira y sólo 20 años después, una fuerza de 100 000 hombres reforzados por algunos mercenarios europeos, lograron derrotar a 15 000 rebeldes, reprimirlos cruelmente e incorporarlos al imperio.
Extensión de las fronteras: Después de la exterminación de los descendientes de Galdán en 1754, la región de Ili (en el NW de Sinkiang), quedó despoblada por la guerra y por una epidemia de viruela. Para evitar que esa zona fuese ocupada por los rusos, Qianlong envió una expedición en 1771 al Bajo Volga en busca de los kalmucos, familia mongola emigrada al Oeste poco antes, que en una épica migración ocupan de nuevo la región de Ili. Controlado Ili, los manchúes continúan hasta los montes Tianshan, derrotando a los pequeños reinos que se oponen a su avance, hasta conquistar Yarkhand y Kashgar, consiguiendo el dominio de la totalidad de la región de Xinjiang. El Imperio Chino se encontró, por primera vez, con el Imperio Británico en Nepal y con el Ruso en Asia Central. Con la frontera oeste asegurada, el interés se trasladó al sur, donde se producen sendas guerras contra Myanmar en 1766 y con Vietnam en 1789.
NOTA: Aquí encontramos una discrepancia en la visión de la historia: China dice que Myanmar y Vietnam pasaron a ser estados tributarios de los Qing, Myanmar lo celebra como una gloriosa victoria sobre los invasores qing y en Vietnam se considera también una victoria y la fecha de inicio de la unificación nacional.
Los últimos años del reinado de Qianlong no ven la paz, pues en 1786 se declara una rebelión entre los aborígenes de Formosa que es sofocada por los qing. Cuatro años después, los gurkhas de Nepal atacan y saquean las ciudades del Tíbet, el ejército chino los derrota, incorporando a Nepal al imperio de los qing. Qianlong aprovecha la situación para estrechar su control sobre un Tíbet que ya empieza a interesar a los ingleses desde Calcuta. Para ello aumenta el control chino sobre los altos puestos de la administración tibetana, las fronteras y el comercio, regulando las rutas y expediciones de los comerciantes nepalíes.
Construido su imperio, Qianlong pone en marcha una administración de tipo colonial para gobernar los territorios recién incorporados, con oficinas destinadas al control de su población y recursos, semejante a las administraciones que las potencias occidentales usaron para sus colonias en Asia y África.
El territorio alcanzado por Qianlong, constituye la base de lo que es la China actual. Los enormes gastos económicos que genera tanto la conquista de nuevos territorios como su posterior administración y su escaso rendimiento, contribuiyeron a agudizar la crisis social que se gestaba en el centro del país. La situación del país era precaria, los campesinos estaban empobrecidos, la corrupción debilitó al estado y el ejército se desmoraliza.
El comercio del opio: Los británicos, no encontraron ningún producto que despertara el interés de los chinos. En plena revolución industrial, soñaban con ese enorme y rico mercado, contemplando con preocupación la cantidad de plata que salía del país a causa del deficitario comercio con China por la compra de seda, porcelana y principalmente el té. El único producto que lograron venderles fueron algunas telas. Los impuestos sobre el té constituían el 10% de los ingresos del tesoro británico. En américa, por el control de esos ingresos se desató el conflicto en las colonias americanas que culminó con su independencia y el nacimiento de los Estados Unidos.
Para evitar esa sangría de plata, la Compañía de las Indias Orientales de los británicos, diseñó una estrategia que introdujo opio en China. Los ingleses sabían que el opio es un veneno, pero por ser una de las principales fuentes de ingresos del gobierno colonial de la India, lo ignoran. El opio se convirtió en el principal producto de exportación de la India, revertiendo el flujo de plata que entraba en China por el comercio de té. La Compañía de las Indias Orientales vendía el opio en Calcuta a otros comerciantes británicos, que eran los que lo introducían en China.
El opio era conocido en la medicina china, hacía mas de mil años, desde la dinastía Tang. Para evitar los efectos nocivos que produce su consumo, en 1729 ya se había prohibido su comercio, pero no surtió ningún efecto. Su consumo fue aumentando lentamente. En el año 1800 se prohibió la importación de opio, pero ya hay muchos adictos, especialmente entre los funcionarios y militares, que, cada vez más corruptos, impiden que se cumpla la ley. Gracias al opio, la balanza comercial británica se equilibra primero, para pasar a ser positiva años después. Por causa del opio, la sociedad china se hunde aún más en la crisis social del aquellos años; la administración se hace más corrupta, se agudiza la crisis agrícola al plantarse opio en lugar de cultivos de subsistencia, se crea un déficit comercial al dejar de entrar plata y empezar a salir, como pago a los cargamentos de opio.
Para la administración china, la salida de plata es alarmante. Desde 1838 se castiga con la pena de muerte a consumidores, cultivadores, distribuidores e importadores. La cadena del opio con sus enormes beneficios, enriquece al Imperio Británico y deteriora la estructura política y social de China.
Los primeros americanos en China: El primer barco americano llegó a Cantón en 1784, sólo ocho años después de la proclamación de la independencia americana. Estados Unidos, sin minas de plata en su aún escaso territorio, cambió ginseng por té, pero descubrieron el valor que tenían las pieles en el frio norte de China, por lo que el comercio de pieles de nutria y otros animales del norte inexplorado de Estados Unidos se transformó en un buen negocio y produjo un intenso movimiento marítimo en las costas americanas del pacífico, comprando pieles y cambiándolas por té en Cantón. Al irse agotando las pieles en el borde costero, obligó a los norteamericanos a penetrar al interior desconocido y salvaje se su territorio norte. Los barcos norteamericanos solían hacer escala en las islas Hawái o pasaban el invierno allí. El comercio de las pieles, cada vez más escasas, se cambió por el sándalo hawaiano, muy apreciado en China. El sándalo hawaiano se agotó comercialmente en el año 1830. La búsqueda de los norteamericanos de productos para cambiar por el té de China produjo un incremento del comercio en las islas del Pacífico y el interés por China. Los norteamericanos también vendieron opio a China.
Este actuar comercial de los norteamericanos fue uno de los factores que influyó en el fin del monopolio comercial de la Compañía de las Indias Orientales británica. El comercio americano con Cantón transformó la economía y la vida de varios países, pero sobre China ejerció una influencia mínima.
La Primera Guerra del Opio: Sus causas fueron los intereses comerciales que creó el contrabando británico de opio desde la India hacia China y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes para impedir ese comercio.
En 1838 el gobierno de China envió a Lin Zexu, un enérgico y firme partidario de la prohibición del opio, a Cantón donde el contrabando y la entrada abierta de opio era tolerada por las corruptas autoridades locales. Lin Zexu arrestó a los traficantes castigó a los oficiales corruptos y confiscó y destruyó más de mil toneladas de opio almacenado por los extranjeros.
Los ingleses consideraron la destrucción de su opio, introducido ilegalmente en China, como una agresión que no podían tolerar. Por ello se inicia la Primera Guerra del Opio. El gobierno británico, ignorando la soberanía china, usa ese pretexto para enviar a su flota con el objetivo de conseguir por la fuerza lo que la diplomacia no había logrado en cincuenta años: la apertura de China a sus comerciantes.
Tras atacar Cantón y otros puertos donde encontraron cierta resistencia, los barcos ingleses suben por la costa hacia el Norte, atacando y saqueando varias ciudades a su paso y penetrando por el Yangtze hasta el corazón económico de China. Ante la amenaza de atacar Nanjing y bloquear el Gran Canal, que surte de mercancías Pekín, el gobierno chino, que en ningún momento se había decidido claramente por la resistencia, cedió a sus condiciones firmando el Tratado de Nanjing (1842). La única victoria china en esta guerra, fue la resistencia popular organizada en Sunyuanli, una aldea cercana a Cantón, donde el pueblo se levanta contra la invasión capturando 2.000 soldados británicos, liberados posteriormente por intercesión de las autoridades chinas.
Por el Tratado de Nanjing se cedió Hong Kong a los británicos, se abrieron cinco puertos al comercio, se pagó indemnización por los gastos de la guerra, se permitió el establecimiento de los británicos en los puertos abiertos, donde serían gobernados por sus cónsules y no por las autoridades chinas y se fijó una tarifa única del 5% para las exportaciones británicas. Dos años después, a franceses y americanos les bastó la amenaza de una nueva guerra para conseguir que se les otorgasen los mismos privilegios que a los británicos. Por la cláusula de Nación Más Favorecida cada concesión que se arrancaba a China se hizo extensiva automáticamente a las otras. Hay que decir a favor de los americanos que al menos reconocían en su tratado la potestad de las autoridades chinas de juzgar a los ciudadanos norteamericanos que comerciaran con opio.
Por las indemnizaciones de guerra, la compra de opio y otros productos extranjeros sale mucha plata de China, lo que disminuye el valor del grano. La cantidad de grano necesaria para pagar los impuestos en plata al Gobierno se duplicó en los años siguientes. Esa duplicación de los impuestos, produce un empobrecimiento generalizado entre los campesinos. Mientras tanto, una nueva clase de intermediarios va surgiendo en los puertos abiertos por los tratados y se van enriqueciendo al mediar en las relaciones comerciales entre los occidentales y los chinos.
NOTA: Algunos autores occidentales, plantean que las llamadas ‘Guerras del Opio’ no tienen relación con el opio, que su consumo en China venía de antes y que el opio era un problema de China, que Inglaterra no tenía interés en inroducir opio en China; Inglaterra y Francia sólo querían tener acceso al mercado de la población china. (H Gelber)
Otras Rebeliones: La pobreza del campesinado dio lugar a numerosos levantamientos, se contabilizaron más de cien en los años 1800. En 1825 y en 1845 se produjeron dos rebeliones en la provincia de Xinjiang. En 1832 se produjo un levantamiento de los miao en Guangdong, Guangxi y Hunan. Por las mismas fechas se sublevaron los nativos de Formosa y Hainan. Poco después, en 1848 vuelven a rebelarse los miao de Hunan. La región montañosa donde los miao y yao se habían refugiado, no estaba ni conquistada ni dominada. Cada vez que se aumentaba la presión sobre sus tierras, respondían con una nueva rebelión.
El Reino Celestial Taiping: La rebelión más importante fue la del ‘Reino Celestial Taiping’. Iniciado en 1848 en la región oriental de Guangxi, empobrecida por la disminución de las exportaciones desde Cantón en favor de Shanghái. Comenzó como un culto milenarista que integraba algunas enseñanzas cristianas con las religiones nativas y las aspiraciones populares. Su líder, Hong Xiuchuan, un místico que declaraba haber recibido un mandato del cielo para salvar a la humanidad, formó un ejército de miles de seguidores que, por las hambrunas y sus proclamas de reparto de tierras y riquezas, y por primera vez en la historia de China, la igualdad de sexos, creció rápidamente. En 1851 proclamó el Reino Celestial de Taiping, se expandieron hacia el sur derrotando a las tropas imperiales y en 1853 estableciern su capital en Nanjing. En 1856 derrotaron al ejército imperial y avanzando hacia el norte amenazan a Pekín, pero fueron derrotados por una coalición del ejército imperial con un ejército creado por los terratenientes.
Ingleses, franceses y americanos participaron en la guerra y posterior brutal represión en contra los taiping, considerado el conflicto más sangriento del siglo XIX. Los tres generales que protagonizaron la represión de los taiping y organizaron milicias civiles claves en su derrota: Zeng Guofan, Zuo Zongtang y Li Hongzhang, fueron protagonistas de la historia política de China durante los años siguientes. El control de sus tierras y su capacidad de disponer de los impuestos en sus regiones, los convierte en territorios autónomos. Sus ejércitos, que se han mostrado como los únicos efectivos a la hora de combatir a los rebeldes, fueron utilizados en la pacificación de las rebeliones que se produjeron durante las décadas siguientes. Ellos iniciaron la compra de armas extranjeras y fundaron las primeras industrias militares con las que China se intentaba modernizar.
La Segunda Guerra del Opio: En medio del conflicto con los taiping, Francia e Inglaterra, con el pretexto del apresamiento de un barco cargado de opio de bandera británica en aguas chinas, inician la Segunda Guerra del Opio a fines de 1857. Bombardean duramente a Cantón (durante 27 horas) y después de saquearla continúan hacia el norte. Encuentran una débil resistencia en el fuerte Dagú y toman la ciudad de Tianjin. Con las tropas a cien kilómetros de la capital Pekín, el imperio se rinde. Inglaterra, Francia, USA y Rusia negociaron el Tratado de Tianjin en 1858 que fue rechazado por los chinos En 1859 atacan de nuevo el fuerte de Dagu, esta vez son derrotados. Un año después un ejército de ingleses y franceses inicia un nuevo asalto y tras capturar el fuerte, avanzan hacia Pekín y saquean e incendian el magnífico Palacio de Verano. Los chinos piden la paz y aceptan las condiciones del Tratado de Tianjin con la Convención de Pekín de 1860.
Por el Tratado de Tianjin se obligó a los chinos a aceptar embajadas en Pekín, abrir al comercio otros diez puertos, legalizar el comercio de opio, permitir el accionar de misioneros, y otorgar a los británicos el control de las aduanas. Por la Convención de Pekín, se aumentan las indemnizaciones de guerra y se cede Kowloon a los británicos por 99 años. Además los productos textiles de los países occidentales quedan exentos derechos de aduanas. Estos tratados, al igual que los de la Primera Guerra del Opio,  fueron denominados ‘Tratados Desiguales’.
Durante esta Segunda Guerra del Opio, Rusia juega un papel ambiguo, consiguiendo como recompensa por no haber causado problemas, una revisión de la frontera. Un millón de kilómetros cuadrados de tierras bajo dominio chino pasan a manos rusas.
Después de la segunda guerra del opio, las exportaciones británicas desde China se quintuplicaron. La llegada de tejidos de algodón fue un duro golpe a la economía tradicional china, que, desde hacía dos milenios, había conseguido su autosuficiencia basándose en la idea confuciana de que “el hombre trabaja en el campo, la mujer teje en casa”. Los bajos aranceles de los productos extranjeros contrastan con las altas tasas que pagan los productos nacionales que se mueven entre las provincias chinas. Un nuevo impuesto establecido poco después de la llegada de los extranjeros, intenta compensar para el gobierno central la pérdida de ingresos derivada del control de las aduanas por los británicos. El transporte fluvial tradicional sufre los efectos de la llegada de la navegación a vapor. Los impuestos cada vez más elevados sobre unas cosechas que, debido a las destrucciones de las guerras y la falta de mantenimiento de los trabajos de irrigación, son cada vez más exiguas, fuerzan a muchos campesinos a abandonar sus tierras. La superficie total de tierras cultivadas disminuye. Millones de personas se enfrentan a una crisis que pone en peligro su supervivencia. La sociedad china continúa deteriorándose.
Tráfico de personas: El tratado de Tianjin otorgó permiso para que los chinos salieran a trabajar al extranjero, lo que dio origen a una fuerte emigración desde el sur de China y produjo las primeras colonias chinas en países occidentales. Esta emigración degenera en un tráfico de personas y en una esclavitud enmascarada de los llamados “culíes”. Los que enrolaban a trabajadores para ir al extranjero recibían entre siete y ocho dólares por cabeza, lo que se prestaba para corrupción y abusos, su traslado por mar a occidente fue similar de indigno y mortal como fue el transporte de esclavos negros desde África hacia América. Los culíes, al llegar a su destino: Hawai, Cuba, Perú, Guayana y posteriormente a la Costa Oeste de Estados Unidos, permanecían ocho años trabajando en un régimen semejante a la esclavitud. Al término de ese periodo, libres por fin, sufrían la discriminación y el acoso de la población local. En USA no podían ser ciudadanos ni poseer propiedades. En la escala más baja de la sociedad, se dedicaron a abrir comedores y lavanderías, que se convirtieron en el primer refugio de los emigrantes chinos en el extranjero.
Más levantamientos campesinos: En los años 1800 los emperadores Qing ya tienen poco o nulo control de la situación del país, los levantamientos se suceden en todas partes. Generalmente están motivados por la situación económica, las hambrunas y frecuentemente se suman tensiones étnicas o religiosas. Todos son reprimidos brutalmente, las matanzas dejan regiones enteras despobladas. Los levantamientos más destacados son:
* El de los nian en Shandong en 1853. Son derrotados en 1868, con la ayuda de las potencias occidentales.
* En Guizhou, en 1854 estalla la Tercera Guerra Miao, combatidos de forma despiadada, los últimos miao resisten hasta 1873.
* Los musulmanes se levantan en Gansu en 1864 y en 1896. Tras la derrota y la represión posterior, la provincia queda casi despoblada. Se rebelan también en Yunnan en 1855. La fuerte represión, que culmina en 1873 en Dali, deja un millón de muertos.
* La rebelión de Yakub Beg en Kashgar entre 1866 y 1878 tiene tanto de conflicto interno como internacional. Yakub Beg lidera a los uygures y logra la independencia del occidente de Xinjiang, apoyada inmediatamente por británicos, rusos y turcos.
Los rusos ocuparon la prefectura de Ili, en el norte de Xinjiang, bajo el pretexto de proteger a sus súbditos, mientras los ingleses intentaban que el emperador Qing reconociera la autonomía de la ciudad-oasis Kashgar. Las víctimas son millones de uygures que mueren durante la reconquista de Xinjiang por ejército chino y la subsiguiente represión.
La destrucción de vidas durante estas rebeliones y su represión, es tan brutal y excesiva, que durante las décadas siguientes no hay más rebeliones, a pesar de que la situación de los campesinos se sigue deteriorando, oprimidos por los terratenientes y funcionarios locales, arruinados por la devaluación de su moneda y por la competencia de los productos extranjeros.
Reacción ideológica a la presencia occidental: Ante la agresiva presencia extranjera, los intelectuales chinos despiertan abruptamente del sueño milenario que encumbraba a China y a su extraordinaria cultura, rodeada por estados vasallos que reconocían su superioridad. La súbita y violenta presencia de británicos y franceses, que con unos pocos barcos fueron capaces de doblegar al imperio, creó una conmoción intelectual. Su análisis primeramente achacó su superioridad a sus armas, después se creyó que su superioridad militar estaba relacionada con su superioridad industrial, por lo que se pensó en industrializar al país, principalmente en fábricas de armamentos. Al conocer mejor la sociedad de los extranjeros, concluyeron que la industrialización únicamente se podría conseguir con una educación moderna que abandonara las ideas confucianas, lo que sólo sería posible con un cambio del sistema político.
Siguiendo esta línea de razonamiento, se establecieron algunas industrias militares y arsenales dirigidas por los caudillos militares; posteriormente se fue desarrollando una industria nacional a pequeña escala, pues no contaba con los privilegios conseguidos para las industrias extranjeras por los tratados, por lo que eran extremadamente vulnerables.
Siguieron los movimientos para cambiar la educación: surgieron publicaciones promoviendo los cambios, salieron jóvenes a estudiar en el extranjero, especialmente a Japón que se había adaptado a la nueva situación mundial y había una lucha por desechar las enseñanzas de Confucio o intentar adaptarlas a la nueva época. En la última etapa surgieron: reformistas, republicanos y constitucionalistas, que sólo condujeron a la caída de la dinastía Qing en 1912.
La situación social que vivía China se reflejaba en las guerras. Sus derrotas son consecuencia de la decadencia del país. Los manchúes temían más a su propio pueblo que a los extranjeros. La resistencia popular, pobremente armada, causa más dificultades que el ejército imperial. La indecisión e incapacidad de los qing da más victorias a los extranjeros que sus propias armas.
El ritmo de la penetración europea va por fases. A la apertura de los puertos chinos a los productos extranjeros en 1841, se suma la importación de técnicos, la exportación de capitales, la creación de bancos y empresas, la administración de las vías de navegación a vapor y ferrocarriles, que ponen en crisis al intenso transporte fluvial tradicional a vela; y por último la división del país en esferas de influencia semejante al utilizado por los europeos para el reparto de África.
La Guerra Sino-Japonesa de 1894: La causa fue la lucha por la hegemonía sobre Corea, la que por siglos había sido vasallo de China y que ahora Japón modernizado, pretendía tener como colonia que le suministrara materia primas y a quien venderle sus productos, al estilo de las potencias europeas.
Japón primero ataca a Formosa y luego inicia la penetración en Corea. Los chinos aceptan un protectorado conjunto, que trae como consecuencia el enfrentamiento de los dos ejércitos con motivo de una insurrección popular. El inicio de la Guerra se produce en 1894. En pocas semanas los japoneses acaban con la flota china que estaba recién modernizada. Tras la victoria, Japón impone sobre los chinos el Tratado de Shimonoseki (1895), por el que China cede Formosa y la península de Liaodong, paga una fuerte indemnización de guerra, abre cuatro puertos más al comercio exterior y permite a Japón instalar factorías (fábricas y comercio) en todas las ciudades abiertas. Esta medida, al hacerse extensiva a las otras potencias bajo las cláusulas de Nación Más Favorecida, provocó la apertura de más de mil factorías, lo que conduce a la ruina a los primeros intentos chinos de iniciar su propio desarrollo industrial. Eso sumado a los préstamos al Gobierno para pagar las indemnizaciones de guerra y el control de las aduanas por los agentes británicos, la economía china queda de hecho en manos de extranjeros.
Dentro de  China, la derrota con Japón tuvo serias concecuencias. El choque de tal derrota, por quienes los chinos despectivamente nombraban como la 'nación enana', fue enorme. Ahora se vio a Japón como el enemigo principal de China y se debía dedicar a él tanta fuerza como se dedicaba a contener a Francia, Alemania y Rusia. Los chinos incluso invitaron a los rusos a entrar al norte de Manchuria para vigilar a Japón. En junio de 1896 se envió una delegación a San Petersburgo para la coronación del Zar Nicholas II, la que consiguió un empréstito de 3 millones de rublos y negoció una alianza defensiva contra Japón, lo que significó que tropas rusas tendrían acceso a Manchuria.
División de China en esferas de influencia: Un nuevo paso en la agresiva penetración occidental a China se produjo con el reparto del territorio en esferas de influencia. Las zonas se definen entre el 1896 y el 1899, zonas donde se construyen ferrocarriles, se abren minas y los extranjeros hacen y deshacen a voluntad.
* Los alemanes iniciaron este proceso, estableciéndose en Shandong, donde consiguen el derecho para explotar minas y construir ferrocarriles.
* Los rusos en Xinjiang aprovechan las rebeliones de Yakub Beg para hacerse con el control de la región de Ili. Allí construyen un ferrocarril que atraviesa Manchuria, que se convierte en un punto de penetración de sus intereses en esa región. Lo devuelven a China unos años después tras el pago de una indemnización.
* Los británicos convierten en su esfera de influencia a la cuenca del Yangtze, mientras desde Myanmar van penetrando en Yunnan y al Tíbet.
* Los franceses desde Vietnam intentan penetrar a la provincia de Guangxi en 1884 pero son rechazados. No obstante, con sus presiones y amenazas sobre el gobierno imperial consiguen que se les reconozca su influencia sobre las provincias de Guandong, Guangxi y Yunnan.
* Los japoneses tras su victoria en la guerra de 1894, ocupan Corea, la península de Liaodong y Formosa, estableciendo algunas bases en la vecina provincia de Fujian.
* Estados Unidos, excluidos del reparto por no contar con ninguna base clara de penetración, exigió la “política de puertas abiertas” que concede igualdad de oportunidades a los empresarios de todos los países, en las distintas regiones consideradas esferas de influencia de otros. Frena así la posibilidad de la desintegración territorial de China.
La emperatriz viuda Cixí: Fue una de las concubinas del emperador Xianfeng y posterior emperatriz viuda, que ejerció el poder efectivo desde el año 1861 hasta su muerte en 1908. A la muerte de Xianfeng ella manipuló a la corte para quedarse como regente única del nuevo emperador, un niño, su hijo, que murió enfermo a los 18 años. A la muerte de su hijo, ascendió al trono su sobrino, Guangxu, a la sazón un bebé y a quien ella inicialmente regentó y más tarde encerró en uno de los palacios de la Ciudad Prohibida, manteniendo las riendas del poder hasta su muerte. El emperador Guangxu murió pocos días antes de la emperatriz Cixi, lo sucedió el último emperador de China, Puyi, quien tenía solo tres años.
El movimiento reformista de 1898:  El peligro de la división de China entre las potencias occidentales hizo emerger movimientos reformistas. Los “occidentalistas” promueven la aplicación de las técnicas occidentales en China; es el primero de los movimientos en desarrollarse, y bajo su impulso se traducen al chino y dan a conocer obras científicas, técnicas y políticas de Occidente. Los “reformistas”, encabezados por Kang Youwei, consideran la necesidad de una reforma política. Tras la derrota ante Japón, ponen a ese país como ejemplo, porque ha conservado sus instituciones tradicionales mientras se moderniza. En 1888 le envían peticiones al (cautivo) emperador Guangxu para hacer reformas políticas que conviertan a China en una monarquía constitucional. La derrota ante Japón también hace reaccionar a los miles de letrados que se encuentran en Pekín para los exámenes, ellos también firman la petición de Kang Youwei al emperador. En 1898, el emperador Guangxu escucha las peticiones e intenta retomar el control imperial, del que había sido desplazado por la emperatriz Cixi, nombrando a Kang Youwei su consejero. El programa de reformas es bastante tímido y no llega a ponerse en marcha, pues la emperatriz Cixi acaba con ellas, apresa al emperador y ejecuta a los cabecillas reformistas. Kang Youwei consigue huir a Japón.
El Movimiento Yihetuan (o de los Boxers): Los primeros misioneros que llegaron a China, habían limitado sus actividades a su misión evangelizadora, sin participar en las actividades de comerciantes y soldados españoles y portugueses; en cambio los misioneros que llegaron en el siglo XIX, se convirtieron, desde el primer momento, en agentes de la penetración colonial de sus respectivos países. Conocedores de la cultura y lenguaje chinos, fueron de gran valor como interpretes para las expediciones comerciales que llegaban a China  y para los tratados que se firmaron después. Los misioneros americanos fueron consejeros de la delegación que hizo extensivos a su país los derechos conseguidos por Inglaterra tras las Guerras del Opio. Tras ellas se les permitió a los misioneros libertad de movimientos por toda China. Esto permite entender por qué, en muchas revueltas populares, los objetivos políticos y reclamos sociales se fundieran con protestas contra los misioneros, como se evidenció durante el levantamiento de los yihetuan en Shandong, donde los misioneros alemanes se habían convertido abiertamente en la vanguardia de la penetración colonial.
El Movimiento Yihetuan, fue conocido en el exterior como de los Boxers (boxeadores) porque ante la carencia de armas, sus miembros usaban artes marciales. Su estallido se produjo en 1899, en la provincia de Shandong, donde los alemanes tenían un férreo y brutal control, inmediatamente después de la desarticulación y persecución de los reformistas en Pekín, por parte de la emperatriz Cixi que retoma el control del gobierno.
Se centraron en atacar al poder corrupto y la opresión extranjera, factores determinantes de la revuelta. Destruyen iglesias, expulsan a los misioneros y atacan a los órganos de gobierno. Pese a la utilización de un ejército modernizado y a una represión brutal, el gobierno no logró derrotarlos. El movimiento se extiendió a Hebei, Henan, Shanxi y Mongolia Interior llegando a las puertas de Tianjin y Pekin.
La emperatriz Cixi, pensando en utilizar a los Boxers para oponerse a los occidentales, les permite la entrada a Pekin apoyada por la población. Antes de que las embajadas extranjeras sufrieran ningún ataque, pobladores chinos fueron asesinados, acusados de ser Boxers por las guarniciones de las embajadas. La muerte de algunos Boxers por los alemanes provoca el caos, el embajador es asesinado y se pone sitio al Barrio de las Legaciones. Un contingente que desembarca para proteger a los occidentales fracasa. Mientras, Cixi intentando utilizar a los Boxers, consigue ponerse a su mando y en un doble juego, declara la guerra a los occidentales y simultáneamente envía provisiones a los diplomáticos sitiados y propone una tregua a las hostilidades. Un nuevo ejército de 20.000 soldados de ocho países desembarca en Tianjin, acaba con los Boxers que allí había y avanza hacia Pekín, de donde la emperatriz ya ha huido. Tras acabar con la resistencia de los Boxers, saquean e incendian la capital. Después llega una expedición punitiva alemana, que arrasa brutalmente quemando las aldeas y ciudades donde había habido actividad de los Boxers. El Protocolo Internacional de 1901 que sigue a la paz impone duras condiciones a los chinos. Una alta indemnización, el control de las aduanas marítimas por los extranjeros y la implantación de un impuesto a la sal para garantizar el pago de la indemnización. China, con su economía arruinada por las continuas imposiciones de las potencias extranjeras, se verá imposibilitada para pagar esa deuda que irá creciendo con los años.
La emperatriz Cixi, en un esfuerzo tardío, se abre a la modernización y pone en marcha una serie de reformas casi idénticas a las que propugnaban los reformistas que ella había rechazado. Se revisa y se promueve la educación, se acaba con los exámenes para los mandarines; se reorganizan y modernizan las fuerzas armadas, las finanzas y la administración, y se dan los primeros pasos para un desarrollo constitucional con asambleas de los gobiernos provinciales. Pero ya es demasiado tarde y estas medidas no lograrán detener la caída de la dinastía.
Los rusos aprovechan los desórdenes en China para invadir Manchuria con el pretexto de proteger su ferrocarril. Eso les enfrenta con los japoneses, que consideran el control de Manchuria como el paso natural que debe seguir a su ocupación de Corea. La rivalidad entre ambas potencias se salda con la Guerra Ruso-Japonesa de 1904, en la que los japoneses resultan vencedores. El control de la Manchuria se reparte: los rusos el norte y los japoneses el sur. Los qing, que habían mantenido cerrada a la emigración china la región de Manchuria para conservarla la pureza manchú, contrarrestan la división entre rusos y japoneses, abriéndola al desarrollo en 1907. Millones de chinos emigran a sus fértiles tierras donde la población llegará a 34 millones en 1930.
El Tíbet al final de la dinastía Qing: Durante el siglo XIX, China no está en condiciones de gobernar ni controlar al Tíbet. Los tibetanos enfrentan dos crisis sin la ayuda de China: una invasión de los gurkhas de Nepal en 1855, que acabó con el pago de un tributo a Nepal y el levantamiento en 1860 de los líderes tibetanos en Nyarong, al oeste de Sichuan, que cortan las vitales rutas comerciales entre Tíbet y China. En el frente interno la situación es también caótica, pues los regentes más preocupados por sus propios intereses que por los del Estado, se suceden sin permitir que ningún Dalai Lama llegue a la mayoría de edad. El Decimotercer Dalai Lama (1876-1933) intenta poner orden, controla a los regentes y enfrenta los intentos de los ingleses de entrar al Tíbet, que ya  controlaban el Nepal, Ladakh y otros reinos del Himalaya. Para ello envía emisarios a la corte Nicolás II de Rusia pidiendo apoyo e intensificando las relaciones ruso-tibetanas. Los ingleses, aprovechando la ocupación de Rusia en la guerra con Japón, invaden en 1904, destruyen la ciudad de Gyantse y amenazan a Lhasa. El Dalai Lama huye a Mongolia. La Convención de Lhasa, que pone fin a las hostilidades, obliga a los tibetanos a abrir el país a los comerciantes británicos, pagar los gastos de la guerra, renunciar al valle de Chumbi, abrir al comercio las ciudades de Gyantse y Gartok y dar preferencia exclusiva de los británicos sobre cualquier desarrollo posterior. Las protestas de Rusia y China harán suavizar esas condiciones posteriormente.
Para contrarrestar la influencia de los británicos, los chinos realizan reformas destinadas a mantener al Tibet bajo su dominio, el Dalai Lama regresa de Mongolia, pero ve la situación tan desesperada que huye de nuevo, esta vez a la India.
Proclamación de la República: En los años de inicio de los 1900, la pobreza en Chine es generalizada. Los campesinos de muchas regiones no encuentran qué comer. Por todas partes surgen rebeliones pidiendo alimentos. Los campesinos hambrientos queman edificios administrativos, empresas extranjeras e iglesias hasta conseguir que el Gobierno fije el precio del arroz.
Mientras los campesinos luchan por su propia subsistencia, un movimiento revolucionario liderado por Sun Yatsen, va tomando cada vez más auge. Debido a su educación en el extranjero, considera que la salvación de China sólo es posible si se derroca la dinastía Qing y se establece una república moderna. De creencia cristiana, su programa se basaba en Nacionalismo, Democracia y Socialismo. Aunque desde 1894 ha ido recabando apoyos del exterior, solo tras la caótica situación en que se encuentra China tras la Guerra de los Boxers, el establecimiento de una república se va convirtiendo en la única opción viable. Los movimientos contra la dinastía Qing se concentran a partir de 1905 en la Liga Revolucionaria de China, liderada por Sun Yatsen tras el Congreso de Tokio, formada principalmente por estudiantes chinos en Tokio, que se propone como objetivo derrocar al Imperio e instaurar una república. Desde esa fecha los alzamientos se suceden en diferentes regiones. Si bien son ahogados por el Gobierno, consiguen interesar a un espectro de la población cada vez más amplio.
Con la muerte de Cixi en 1908, las reformas que se habían promovido en los últimos años, se detienen. Un niño de tres años es proclamado emperador, Puyi, y se forma un gobierno regente manchú. La pretensión de financiar el ferrocarril entre Henan y Sichuan con un consorcio de bancos extranjeros en vez de capitales chinos, enciende la chispa revolucionaria. En Chengdu se suceden manifestaciones populares, pronto se forman bandas armadas. Las tropas se amotinan en Wuchang y toman el control de la ciudad. Es la señal que todos esperaban. En las semanas siguientes las provincias del Sur van declarando su independencia de la dinastía Qing. La armada imperial, enviada para reprimirlos, se pasa al movimiento revolucionario. A mediados de diciembre, los delegados de las provincias se reúnen en Nanjing, proclamando la República el primero de enero de 1912 bajo la presidencia provisional de Sun Yatsen.
Las potencias extranjeras intentan apoyar a la moribunda dinastía, pero como su caída es inevitable, cambian su apoyo al general Yuan Shikai, a la sazón primer ministro del gobierno imperial, que, al mando del único ejército moderno del país, controla el norte de China. Con su apoyo se llega a un acuerdo con la recién nacida República, mediante el que Yuan Shikai forzó a abdicar al último emperador, convirtiéndose en presidente de la República en febrero de 1912.
En esta última dianstía:
Hubo
 12  soberanos.
Terminó en: 1912 y duró 268 años
Población: La población de China creció de 150-180 millones en 1644, cuando ascendió la dinastía Qing, a probablemente 330 millones hacia 1790 - comparado con la India: 180 millones, mientras Rusia tenía 36 millones, Francia 28 millones y Gran Bretaña (incluyendo Irlanda) sólo 15 millones
En esta época, en otras culturas fuera de China: En estos casi tres siglos, el resto del mundo despertaba, hacía descubrimientos y desarrollaba nuevas ideas políticas y sociales. Debido a su férreo encierro, de ninguno de estos acontecimientos y avances tecnológicos se enteraron los chinos y si lo hicieron, no los creyeron o no les dieron importancia.
Se destacan los que tienen alguna relación con China:
Acontecimientos históricos y políticos:
Apogeo de Imperio Neerlandés (Holandés) 1660
Derrota del imperio Otomano en 1683 (sitio de Viena)
Inicios de Imperio Ruso 1721
Comienzo de la Revolución Industrial en Inglaterra 1750
Expulsión de los jesuitas de España 1767
Revolución Francesa 1789
Imperio Alemán de Bismarck 1870
Inicio de la abolición de la esclavitud (Haití) 1803
Apertura del canal de Suez 1869
Colonización de África (1884 a 1912)
Colonización británica de la India (se inició en 1763)
Colonización francesa de la Indochina (se inició en 1850)
Apogeo de Imperio Británico 1900
Avances en Ciencia y tecnología:
Mecánica clásica de Newton 1687
Invención del acero 1709
Máquinas de vapor 1765  y ferrocarriles 1814
Inicio de la navegación a vapor 1838
Desarrollo del telégrafo 1838
Teoría de la evolución 1859
Invención del motor a combustión interna 1876
Energía eléctrica 1881
Inicios del uso del petróleo 1895
Inicio de la telegrafía sin hilos 1901
Teoría de la relatividad 1905
Inicio de la aviación comercial 1910

NOTA HISTÓRICA: Encuentro de los chinos con los europeos:
Los chinos, durante siglos sufrieron el hostigamiento de piratas en el Mar de China y en sus costas del sur, donde asaltaban a los buques y saqueaban las poblaciones costeras y fluviales que no tuvieran protección militar. Cuando empezaron a llegar los buques europeos (que llegaron del sur, igual que los piratas) los chinos, creyéndolo nuevos piratas, no les permitieron desembarcar ni tampoco querían tener tratos con ellos.
Los mercaderes portugueses llegaron a China en el año 1553 y se establecieron en Macao. Los españoles llegaron a Formosa en 1626 y asentaron una base comercial. Los holandeses también se establecieron en Formosa. Los británicos aparecieron en la costa alrededor de 1635 y en dos años ya había una pequeña flota mercante británica en Macao. Más tarde y de manera informal, a los británicos se les permitió comerciar en Amoy (Xiamen) y luego en Cantón (Guangzhou). La British East India Company, llegó en 1699 a Cantón, donde se convirtió en monopolio. Desde allí los europeos comerciaban no sólo con los chinos de la costa, sino también con Japón, India, Málaca y el Sudeste Asiático.
Los chinos no les pusieron atención, porque el confusionismo no veía al comercio como una actividad virtuosa, por lo que no era alentado ni promovido. Cuando los europeos lograron entrar en contacto con las autoridades chinas de la costa, fueron tratados como otros extranjeros que venían a ofrecer tributo al imperio. El imperio se consideraba el centro del mundo civilizado, su emperador era el Hijo del Cielo, al que los extranjeros deberían rendirle tributo. La benevolencia del emperador les permitiría comprar los exquisitos productos chinos: seda, porcelana, jade, laca, etc., siempre que se reconocieran vasallos del Imperio.
Se establecieron estrictas y complicadas normas para el comercio, se nombraron intermediarios, los llamados Hong, para tratar con los extranjeros y se les mantuvo aislados del interior del territorio y de la corte. Para las autoridades chinas, Cantón y Macao eran simplemente lugares de comercio, que funcionaban bajo normas imperiales que desde 1830 funcionaban perfectamente y que eran satisfactorias para el manejo de bárbaros. Los funcionarios del imperio no se comunicaban con los extranjeros ni reconocían su existencia. El control era a través de los funcionarios locales Hong en forma eficaz, incluso para comunicaciones ajenas al comercio. La falta de preocupación y control de la corte hizo que la corrupción campeara entre los funcionarios locales.
A principios o mediados del siglo XVII los chinos y los europeos tenían impresiones muy diferentes uno del otro. Los occidentales estaban mucho más interesados en China, de lo que los chinos pudieran haber estado interesados en el oeste. Eran respetuosos de la cultura china a la que admiraban por su tamaño y por sus riquezas, debido a las informaciones llevadas por las crónicas de Marco Polo, de Jesuitas y comerciantes que habían visitado, algunos superficialmente, a China.
En cambio la visión china de los extranjeros era absolutamente diferente. Era cierto que los misioneros jesuitas eran muy educados y podrían tratar con los eruditos funcionarios chinos en igualdad de condiciones intelectuales. También era cierto que sus conocimientos de matemáticas, cartografía y astronomía interesaron a los académicos chinos y que algunos chinos se habían convertidos al cristianismo. Pero no hay evidencias que hubieran tenido alguna influencia en las creencias y políticas del gobierno chino o en las clases intelectuales. Para los chinos, los comerciantes europeos que llegaban a la costa de China, eran sólo aventureros, ruidosos y toscos, y muchos de ellos, los holandeses especialmente, violentos. Para los chinos era difícil distinguir a los distintos europeos, todos eran 'pelirrubios bárbaros'. Los europeos eran una molestia menor para las autoridades chinas, que estaban más preocupados por la amenazas del norte y del noroeste.
Para los chinos, sus expediciones e intentos comerciales con sus vecinos, les había mostrado que nada beneficioso o comparable con los productos chinos podían obtener de esos estados bárbaros, atrasados e incultos. Esa misma conclusión fue obtenida de los viajes marítimos de la dinastía ming. (1368-1644)
Los occidentales querían entrar a ese inmenso mercado del interior de China y se percataron que para ello debían llegar a la corte del imperio para establecer relaciones diplomáticas y comerciales como las que existían en el occidente. Por su parte los chinos, nunca en sus milenios de historia, habían enfrentado a un estado en condiciones de igualdad. Mongoles y manchúes habían sido bárbaros incivilizados que habían sido absorbidos. Otros habían llegado a China para aprender, admirar y a homenajear a China, pero no para negociar, menos aún como iguales. Para los chinos, enfrentarse a extranjeros que venían con nuevas ideas, de poder, de tecnología y de demandas políticas, era una situación desconocida, desconcertante y nueva, a la que la tradición china no sabía cómo tratar ni eran asimilables por sus costumbres.
Las naciones europeas comenzaron a enviar misiones dirigidas por importantes líderes, para llegar a la capital del imperio con la intención de establecer embajadas y el equivalente de esa época de oficinas consulares.
Una de las mayores dificultades que encontraron, fue el estricto ceremonial de la corte para conseguir una entrevista con el emperador, quien era el único que podía autorizar cualquier tema importante en el sistema chino. Podía demorar semanas o meses la antesala con funcionarios de la corte para entender y practicar el ritual necesario antes de acceder al emperador.
El ceremonial exigía postrarse de rodillas y tocar el suelo con la frente, tres veces, ante el emperador, en señal de respeto y sumisión (era el Hijo del Cielo). Para los chinos, el homenaje postrado era la forma normal de presentarse ante el emperador, era un comportamiento interno usual, todo el que debía por algún motivo presentarse ante el emperador, los funcionarios más altos e incluso los príncipes de la realeza lo realizaban. En cambio, muchos occidentales se negaron hacerlo por considerarlo denigrante y no obtuvieron la cita ni nada de lo que se proponían.
Las ceremonias de recepción en la corte, que eran el centro de la diplomacia China, con toda la ceremonia de postración de rodillas en presencia del emperador, permanecieron más o menos invariables hasta mediados del siglo XIX.
Hubo varias comitivas holandesas entre 1656 y 1687 y dos portuguesas entre 1667 y 1678 que aceptaron las formalidades bajo las cuales había que rendir homenaje, postrándose ante el emperador. Trajeron los regalos de rigor y realizaron el protocolo completo, pero ninguno de ellos logró mucho, excepto confirmar el sentido de superioridad inefable de los chinos. Es una anécdota curiosa la reacción del enviado estadounidense, John E- Ward, que al llegar a Beijing no aceptó la exigencia de la postración ante el emperador diciendo que, ‘como un sureño de Georgia, me arrodillo sólo a Dios o ante una mujer'.
Gran Bretaña simplemente no aceptó que se le tratara como un inferior por un lejano, arrogante y desconcertante imperio, por lo que dos misiones británicas fracasaron: la de Macartney del año 1793 y la de Napier en 1834. Macartney llevó a Inglaterra importante información de China, entre ellas la falta de interés y la ignorancia de los chinos del resto del mundo, del papel de la nueva industria occidental y la importancia del comercio y lo cambiante de sus condiciones. Napier se negó a aceptar la declaración grandilocuente del gobernador de Cantón de que 'los ministros del Imperio Celestial no podían tener relaciones, ni siquiera por carta, con bárbaros extranjeros’. Insistió en tener comunicaciones directas oficiales de estado a estado, incluso amenazó con la fuerza, pero no obtuvo nada.
La única excepción fue Rusia. Circa 1719, la corte China admitió que los rusos no eran un estado tributario. Rusia fue admitida en la capital China, más de un siglo antes de que las naciones occidentales obtuvieran algo similar. El emperador Kangxi incluso mencionó a Pedro el Grande, como su 'igual'. Envió una misión a Moscú: la primera vez que China enviaba una embajada oficial a una potencia occidental, incluso los enviados homenajearon postrándose ante la zarina.

Finalmente los chinos abrieron sus ciudades al comercio, sólo por la fuerza de las armas, después de las Guerras del Opio


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